miércoles, 21 de noviembre de 2007

El adios a un grande. Fernando Fernán Gómez

Nos ha dejado Fernando Fernán Gómez. Y si me lanzo a escribir estas lineas es porque es un personaje que representa mucho para mí en varios aspectos. Siempre he sentido admiración por Fernán Gómez en prácticamente todas las facetas de su vida profesional y también de la que se le conocía a nivel personal.
Pero en la tarde de este 21 de noviembre, cuando camino de Alcalá de Henares me enteré de la muerte de Fernando, rápidamente cogí mi libreta y comencé a anotar todo lo que de él admiraba.
Lo primero que rescato de Fernando es su ideología, sus ideas. Fernando siempre se declaró anarquista. Y eso para mí es algo especial por compartir plenamente los postulados de dichas ideas. A lo mismo que su compañera sentimental Emma Cohen. Y por ello, en su capilla ardiente en el Teatro Español, su féretro lo cubría una bandera roja y negra, una bandera anarquista. Una bandera que representa para nosotros mucho, porque no es solo un trapo de color, es toda una idea y toda una declaración de intenciones. Y Fernando estaba junto a ella. No olvidemos que Fernando perteneció al Sindicato de Espectáculos de la CNT. Y también que cuando recogió su último Goya saludo con las manos entrelazadas, gesto de saludo anarquista. Genio y figura.
De Fernando rescato también sus memorias tituladas El tiempo amarillo, publicadas por primera vez en 1990 y ampliadas en 1998. En ellas de forma amena, directa y fácil nos sumerge en su vida dilatada y llena de anécdotas de actor, pero sobre todo de persona. En ellas vemos reflejado al gran Fernando, a su dimensión humana.
De Fernando rescato su pasión por la cultura y su implicación en la misma, algo con lo que me identifico también plenamente. Porque Fernando ante todo era eso, un hombre culto. Y lo que es mejor, nunca se jactaba o presumía de ello.
Porque Fernando ha llevado una vida ejemplar de cara a la opinión pública. Casado con María Dolores Pradera, separado de ella volvió a iniciar su vida con la actriz Emma Cohen. Y sin embargo Fernando nunca dio que hablar por su vida. Su vida privada era su vida privada y ahi quedaba.
Pero sería injusto hablar de Fernando Fernán Gomez y no hablar de su obra. Una obra amplísima. En el mundo cinematográfico como director y actor. En la primera tarea rescato así a bote pronto dos películas. La primera El extraño viaje de 1964. Una película que marca perfectamente el ambiente asfixiante del franquismo, con un enorme Ricardo Franco y Carlos Larrañaga, dejando a parte la interpretación de Rafaela Aparicio. Una leiv-motiv a lo largo de toda la película, pues en cada habitación de la casa de los protagonistas hay una frase que dice así: "Deja la lujuria un mes y ella te dejará tres" Otra película que recuerdo con mucho cariño es el tratamiento cinematográfico de un episodio histórico. Basado en una obra de Eduardo de Guzmán titulada Aurora de sangre, Fernando Fernán Gómez dirigio Mi hija Hildegart, donde cuenta la trágica historia de Hildegart Rodríguez Carballeira, joven militante republicana federal, asesinada por su madre Aurora Rodríguez en junio de 1933. Una impresionante puesta en escena de este acontecimiento en la temprana fecha de 1977, apenas dos años después de la muerte del dictador.
Pero Fernando también tuvo la faceta de actor. Y en muchas de sus películas hace un papel impresionante. Se me vienen a la cabeza mucha, pero quizá ninguna como La lengua de las mariposas de José Luis Cuerda (1999), basada en una obra del gallego Manuel Rivas. Allí encarna la figura de un maestro en la República, a caballo entre el republicanismo y el anarquismo, con todo lo que eso conlleva. El paisaje, la música y la fotografía acompaña a un magnifico Fernán Gómez. Otro papel impresionante, si bien la película no fue tan buena, es en Belle Epoque de Fernando Trueba (1992). Allí despliega todo su talento como actor y con humor. Otras películas como El abuelo (1998) de José Luis Garci, La ciudad sin límites (2002) de Antonio Hernández o la adaptación cinematográfica, hace poco con remake poco afortunado, de la obra de Miguel Mihura Ninette y un señor de Murcia (1965) Su filmografía es inagotable y no me quiero parar mas en ello.

Me queda por comentar un aspecto de Fernando. Uno de los que mas me gusta. Fue su pasión por el teatro. Y me quedó con una de sus obras: Las bicicletas son para el verano, escrita en 1984. La forma que a través de ella tiene de trasmitir la Fernando toda la atmósfera de la Guerra Civil en Madrid es algo impresionante. Y me quedo con alguna de las frases de esa obra, como el siguiente comentario entre Luisito, uno de los protagonistas de la obra, y su padre, que utilice yo como entradilla para uno de mis trabajos sobre la represión del funcionariado municipal en Alcalá de Henares en 1939:

“Luís: (…). Me parece que te detengan o no, nos

espera malos tiempos ¿verdad?

Don Luís: A mi me parecen los mismo, pero

hay que apechugar con lo que sea

Luís: Hay que ver… Con lo contenta que

estaba mamá porque había llegado la paz

Don Luís: Pero no ha llegado la paz Luisito:

ha llegado la victoria.”

¿Hay una mejor manera de mostrar esa capacidad vengativa de los vencedores de la guerra? ¿Cual era el delito de los que tan solo colectivizaron sus empresas? ¿Cual es el delito de luchar por un mundo mejor y más justos, como quería Fernando? Otra, cuando ya padre e hijo se alejan y Luisito le cuenta a su padre para que querían la bicicleta, asevera Luisito que las bicicletas son para el verano. El padre contesta: "Quien sabe cuando habrá otro verano" Era el inicio de la larga noche de la dictadura. Y en ese Régimen criminal y liberticida, que Fernando vivió de dentro, no había hueco ni para el verano ni para las bicicletas.

La obra de Fernando es mas amplia, tanto en novela, teatro como poesía. Imposible de sintetizar en tan pocas lineas. Lo mejor es acercarse a la obra de Fernando.

Fernando Fernán Gómez ha muerto. Pero su obra sigue y seguirá viva siempre. Se que este post es poco normal en mí. No suelo expresar sentimientos pues hablo mas de cosas técnica. Pero creo que Fernando merecía algo mas que una aséptica biografía.

Solo me queda por decir: "COMPAÑERO FERNANDO. QUE LA TIERRA TE SEA LEVE. SALUD Y LIBERTAD"




5 comentarios:

Cuboderubik dijo...

Genial el post, Mauricio. (A ver si te prodigas más en esta faceta, cableado sin duda más directo y certero para que las ideas se claven más adentro).

"Salud y libertad, compañero. Hasta siempre y sobre todo, gracias".

Utopía dijo...

Me sumo a las palabras de cuboderubik. ¿Qué tienen de malo los sentimientos si, en el fondo, es lo que somos?

Un abrazo.

Capi Vidal dijo...

Ayer volví a ver esa maravilla imperfecta (¿sería lo mismo esta película sin Fernán Gómez?) que es "En la ciudad sin límites" y de nuevo acabé con los ojos húmedos. Esta vez con más motivo, al no estar ya con nosotros el entrañable protagonista.
Gracias por abrir tu corazón, Mauricio, es parte de la auténtica revolución que llegará algún día.

Toda la obra de Fernán Gómez debería ser obligatoria en las escuelas.

Marcos dijo...

esta muy bien si señor. Pero cambia ya que ya abuure

Marcos dijo...

aburre perdon