jueves, 25 de septiembre de 2008

Los anarquistas en el punto de mira

Sucesivamente, a raíz del desarrollo de la llamada memoria histórica, se han vertido comentarios contra los anarquistas y de su participación en la Guerra Civil. Y es curioso que tanto saltinbamquis de la derecha, como Pío Moa o César Vidal, hasta esos supuestos serios historiadores de la izquierda, coinciden en apuntar a los anarquistas como los principales responsables de las tareas de represión en la retaguardia republicana. Y de la mano casi todos los medios de comunicación y la mayoría de los políticos de turno que demuestran su ignorancia supina al opinar de determinados temas.
Por relatar brevemente, historiadores como Ángel Viñas ha manifestado mas de una vez su horror "ante los estragos que los anarquistas provocaron en la retaguardia". Hace poco José Luis Cuerda, director de "Los girasoles ciegos", decía que había que seguir tratando la Guerra Civil pues había tema como las venganzas personales que los anarquistas se tomaron en retaguardia. Antonio Elorza en El País, afirmaba que se podía comparar el terror estalinista con el "terror libertario" Estos días Joaquín Leguina, ex presidente de la Comunidad de Madrid y socialista, criticaba la medida de Garzón de hacer un censo de desaparecidos del franquismo y de abrir causa contra esto, pues debería de abrir también causa contra los excesos republicanos. Se preguntaba Leguina sobre la medida de Baltasar Garzón esta cosa tan curiosa: "¿Va a abrir Garzón de nuevo la 'Causa General' contra las autoridades republicanas que no evitaron las masacres? ¿Contra los líderes de la CNT-FAI que las propiciaron y cometieron? ¿Contra quien?"
Es realmente inaudito todo esto. Todos estos personajes poco se diferencian en sus opiniones viscerales y partidistas de los Píos Moas y Cesares Vidales.
Hace una días veía una película de 1942 del director falangista Carlos Arévalo titulada Rojo y Negro. Film pésimo protagonizado por Ismael Merlo, que cuenta la historia de una joven falangista en el Madrid de la Guerra, arrestada, torturada, violada y ejecutada por unos anarquistas que dirigían una checa. Es una visión falangista de la Guerra que mantienen esos próceres de determinada izquierda. A mi la película me causaba risa por lo esquematizado de todo. Pero parece que a los "grandes historiadores" y a los políticos de turno le vale ese esquematismo.
Lo primero que hay que decir es que los anarquistas no tuvieron checas. Las checas eran las prisiones secretas de los agentes soviéticos en España y del PCE. ¿Sabe alguien ubicarlas? ¿Alguien sabe decir con certeza donde fue torturado Andreu Nin? Podemos hacer especulaciones y acercarnos pero nunca encontrar el lugar físico. Sin embargo Fomento 9 todo el mundo sabía donde estaba. Eso no eran checas, eran prisiones del Frente Popular, compuesta por todas las organizaciones del Frente Popular sin faltar una. Allí estaban representada la CNT, la UGT, el PSOE, el PCE, IR, UR, etc. Y que casualidad de la vida, que ese tipo de prisiones son clausuradas cuando un malvado anarquista llega al gobierno, Juan García Oliver, Ministro de Justicia con Largo Caballero. Que las sacas en cárceles de Madrid se produzcan cuando la Consejería de Orden Público de la Junta Delegada de la Defensa de Madrid está en manos de miembros comunistas y que dichas sacas se paran cuando la Dirección General de Prisiones recae sobre el militante de la FAI Melchor Rodríguez, nombrado por García Oliver. Que desde las páginas de los periódicos anarquistas se llamaba a la calma tras las primeras semanas de tensión por el golpe de Estado contra la República.
Hoy intentan acusar a Amor Nuño de la masacre de Paracuellos del Jarama, basándose en determinada acta de miembros de la CNT. Increible. Las salidas de Madrid aquellas jornadas estaban en manos de la JDM, la Consejería de Orden Público en manos de los comunistas (Santiago Carrillo y José Cazorla) y la salida de la cárceles también (Segundo Serrano Poncela) Y para colmo pululando por Madrid agentes soviéticos como Koltsov y Grigulevich. Pues no. Para algunos los anarquistas son los culpables. Esto se llama "manía persecutoria"
Que anarquistas pudieron cometer atrocidades no se duda. Responsabilizar a los anarquistas de todos los males es un ejercicio de mala fe, de ignorancia, solo en la enfermiza mente de determinados personajes al servicio de intereses espúreos.
Termina Leguina hablando de Agapito García Atadell, al que según él sitúa "cercano al PSOE y a la UGT". De cercano nada, Sr. Leguina. Militante del PSOE y de la UGT. García Atadell había ocupado cargos en la Casa del Pueblo de Madrid. García Atadell se rebeló como un vulgar ladrón y un criminal, que huyó de Madrid en 1936 con joyas y fue interceptado por los rebeldes en Canarias a su huida. García Atadell fue juzgado por los franquistas en Sevilla y ejecutado. Y tras todo este periplo, en su juicio tuvo la desfachatez de decir, que se iba de Madrid porque le perseguía la FAI. Parece que algunos socialistas coinciden en esto, como Leguina y Atadell, coinciden en apuntar la maldad intrínseca del anarquismo español. Y lo mismo que se critica a García Atadell, yo lo hago extensivo a otro personaje de las filas anarquistas como fue Felipe Emilio Sandoval Cabrerizo.
Los anarquistas, a diferencia de otros, no ocultan nada y reconocen sus errores. Otros por el contrario no hacen mas que acusar y acusar, mirándose el ombligo y mintiendo descaradamente a pesar de tener todos los medios en sus manos.
Como investigador de la represión, para mí cualquier víctima del franquismo tiene que ser restituida, porque es un ejercicio de justicia histórica. Ya sean estas víctimas anarquistas, socialistas, comunistas, republicanos o lo que sea. Para otros está claro que unos son mas víctimas que otros, que hay unos culpables clarísimos y unas víctimas inocentes. Justamente igual que lo que piensan los derechistas de este país, pero en otros términos. No soy muy partidario de sacar las miserias de nadie en segun que foros, porque creo que hay algunas cosas en común que se pueden reivindicar. Pero desde luego que con actitudes como las que se muestran es como para pensarse las cosas.

lunes, 22 de septiembre de 2008

HÉROES Y CAÍDOS. Políticas de la memoria en la España contemporánea


Siguiendo con mi temática memorialistas, este fin de semana he terminado de leer un interesante libro de Luis Castro titulado Héroes y caídos. Políticas de la memoria en la España contemporánea. El libro, editado por Catarata en este año 2008, me ha parecido muy interesante por algunos aspectos que toca y por el recorrido histórico que hace a la memoria y a las políticas que se han llevado en España sobre la misma. Trata de forma muy interesante como se ha forjado toda la parafernalia alrededor de la simbología y la memoria franquista, que fue la sepultura para los derrotados en la guerra. Aun así también hay que hacer algún tipo de crítica a la obra, pues en ocasiones el autor peca de una cierta parcialidad debido a su militancia política en los años de la transición de uno de los partidos que la encabezan, como es el caso del PSUC.

Lo primero que destaco del libro es que establece que lo que ahora se vive en España, esas frases tan recurridas como "hay que olvidar el pasado" "no abramos heridas ya cerradas" es algo inédito en la historia de España contemporánea. Ningún régimen político instaurado ha dejado pasar la oportunidad de echar cuentas con el pasado. Y lo hace ver el autor desde la Guerra de la Independencia en 1808. Todos los regímenes han depurado responsabilidades del anterior. La transición de 1975-1978 no lo hizo. Algo atípico en la historia de España. Y sobre todo pactado por la cúpulas de las partes en conflicto.

Excelente es el repaso que hace a como se ha tratado la temática de la Guerra Civil desde las instituciones franquistas, prácticamente desde el instante de golpe de Estado de 1936. Su repaso a los muertos, a la memorialística, a la simbología o actos como la Causa General están perfectamente tratados. La machacona educación nacional católica queda como lo que fue, un agente distorsionador, que junto con la represión a los vencidos, sirvió para crear una conciencia en la población entre el engaño y el miedo. Importante también cuando trata algunos de los muertos del franquismo, como el caso de Onésimo Redondo. La muerte de este personaje fue ridícula, ya que confundió un camión de milicianos de la CNT con uno de falangista, merced al a coincidencia de colores en la bandera. Una puerilidad que fue ocultada por el franquismo y presento a Onésimo Redondo como un mártir muerto en una emboscada por las "hordas rojas"

Los muertos de los vencedores tuvieron todos los honores del mundo. El de los vencidos no.

Muestra como en la Causa General se falsearon datos y se mostró imagenes truculentas que en muchas ocasiones están perpetradas por los propios rebeldes. Igualmente, aunque de una manera comedida, también el falseo de datos en relación a la represión religiosa, pues muchos de los religiosos que se dice asesinado lo fueron en acciones de guerra. Yo aquí iría mas lejos que el autor y reforzaría un mas la maledicencia y la sinrazón de la Iglesia. los estudios locales que se realizan sobre represión religiosa tienden a la baja y hubo lugares donde fue testimonial o ni existió. Al igual que la represión contra derechistas. En lugares donde se contabilizaban muertos que luego no existían como tal, surgiendo el tema de los llamados "resucitados" Hay casos en ambas cuestiones, represión religiosa y represión a derechistas, muy curioso en la zona que yo he realizado mis estudios de investigación, Alcalá de Henares.

Es quizá la parte del libro la que mas crítica se le puede hacer. El autor fue militante del PSUC en el último periodo del franquismo. Ello le vale para justificar alguna de las medidas que se tomaron en aquel tiempo. En esta linea estoy en la linea que Octavio Alberola y Félix Villagrasa tienen en su libro Miedo a la memoria, que comentaré en breve en el blog. La transición fue un pacto de mínimos entre los sectores franquistas y una parte de la oposición democrática que renunció por nada a su pasado. Partidos como el PCE se vendieron muy barato. No estoy de acuerdo con el autor cuando compara la situación de España en abril de 1931 con la de 1977-78. Para mí la proclamación de la República nada tiene que ver con la instauración juancarlista. La República, con todos sus errores y aciertos, fue una ruptura respecto al régimen anterior. El intento de una sociedad nueva. La Transición democrática es la transformación de las instituciones franquistas en otras de talante democrático. De la ilegitimidad del régimen franquista forjan la legitimidad del actual y con la cabeza visible del Jefe de Estado como ejemplo de ello. El TOP, evolución del Tribunal para la Represión de la Masonería y el Comunismo, es sustituido por la Audiencia Nacional. El sistema de representación sindical no cambia, sino en la mayor oferta de sindicatos. Aquellos que criticaron tal sistema fueron reprimidos y apartados. El caso de la CNT, donde el autor no quiere entrar, es paradigmático.

Igualmente crítico del autor la cuestión de la denominación de "memoria histórica" Esto se ha convertido hoy en un genérico. La historia es mucho mas amplia que la memoria y si bien se complementan, también se pueden repeler. Aunque sí es cierto que ha generado un interesante movimiento ciudadano digno de estudio y de apoyo.

Pero salvo alguna cosa mas de menor importancia, me parece que el libro esta muy bien y es recomendable su lectura. A nivel de cuestión de memoria lo revisa todo muy bien y establece puntos de vista muy interesantes. A nivel de crítica historiográfica sería comparable al libro de Carlos José Márquez Como se ha escrito la Guerra Civil, del que recomiendo también su lectura.

La memoria sigue siendo pues un tema de actualidad en primera linea.

sábado, 13 de septiembre de 2008

El fascismo como tabla de salvación del capitalismo

El pasado 11 de septiembre se cumplió el aniversario del golpe militar de Pinochet en Chile. Un poco desapercibido ha pasado este año, ya que los medios de comunicación estuvieron mas volcados en el otro 11-S (el de Nueva York) y en la carrera presidencial en EEUU entre Barack Obama y John McCain.
Durante ese díame acordé muchas veces de una charla a la que fui hace muchos años, cuando estaba todo el proceso contra Pinochet. En Alcalá de Henares, los militantes de la CNT organizamos unas jornadas contra el olvido a las dictaduras, donde se habló del franquismo, del pinochetismo y del videlismo, durante 3 días. La charla sobre Chile la dio el entonces secretario general de la sección de la AIT chilena, Héctor Pavélic, que fue represaliado durante la dictadura. Su madre, española, fue asesinada por los secuaces de Pinochet delante suya. Ingreso en el campo de concentración de Pisagua y cuando salió de allí tan solo pesaba 30 kilos. Su testimonio me impacto y me hizo acercarme a lo que tuvo que sufrir el pueblo chileno a partir de ese fatídico 11 de septiembre de Chile. Todo eso lo podemos trasladar a la España de Franco, pero multiplicado por 100, pues la represión en la España franquista fue mas terrible aun que en Chile.
Y pensando ese día sobre este acontecimiento vas viendo como todas las dictaduras fascistas y nazi que han existido en la historia han contado con el beneplácito y el apoyo del régimen capitalista. Viniendo a confirmar que cuando el capitalismo entra en una fase de crisis política y económica hecha mano del fascismo para salvar sus estructuras. En 1922 pasó en Italia. Con un poderoso movimeinto obrero, Mussolini cuenta con el apoyo de los sectores capitalistas y del propio Rey de Italia para poder barrer de la escena social a todos los opositores al sistema. En Alemania en 1933, con el ascenso de Hitler a la cancillería, son los capitalistas alemanes quienes le aupan. ¿Quienes si no apoyaron económicamente al Partido Nazi para que realizara su campaña de terror? Por no hablar de España, donde Franco es apoyado por los sectores conservadores y pudientes para mantener sus privilegios. Los de siempre contra los mismos.
En Chile en 1973 se tumba al gobierno de Salvador Allende con el apoyo norteamericano. Fuera los socialistas allendianos del poder, Pinochet se rodea de los neoliberales americanos, como Milton Friedman, que junto con Nixon y Kissingger son los impulsores de este golpe de Estado. Introducen una maquinaria capitalista económica que mata al pueblo, hace crecer el paro y la pobreza. Los ricos mas ricos y los pobres mas pobres. Este es el lema de los capitalistas. Y el fascismo es su mejor aliado. Mientras tanto la represión y el asesinato era lo cotidiano, como lo fue en Italia, en Alemania y en España. En Paraguay ya estaba Stroessner como dictador y en 1976 se le vendría a unir la Argentina de Videla y Scilingo. Entre los tres firman el "Acuerdo Cóndor" con todo el apoyo de EEUU.
El fascismo fue la tabla de salvación del capitalismo. Se ha visto y así lo seguirán haciendo cuando les sea necesario. En nuestra mano está denunciarlo y poder evitarlo en el futuro. Por eso la lucha contra el capitalismo es una lucha global contra todo su entramado y por un mundo mucho mejor y mas justo.

martes, 2 de septiembre de 2008

Los girasoles ciegos


Tengo que reconocer que al ir a ver esta película iba con todas las alarmas del mundo. El 15 de diciembre hice una reseña del libro de Alberto Méndez en el blog. El libro me gustó. Pero muchas veces plasmar en el cine la idea o el argumento de un buen libro hace que las expectativas sean altas y la decepción pueda ser mucha. Aunque el gran guionista Rafael Azcona, recientemente fallecido, y el director José Luis Cuerda se han tomado alguna libertad en el guión, tengo que reconocer que la película es bastante buena y refleja perfectamente el ambiente y la denuncia que Méndez nos introduce en "Los girasoles ciegos"

El libro narraba cuatro historias (invito a que lean el comentario que hice aquí en su momento de esta obra) y la película hace dos, la segunda y la cuarta, siendo esta última la principal. La historia de un maestro republicano y masón, que se esconde para no ser detenido por sus ideas.

No quiero contar la película porque lo que invito es a que la gente vaya a verla. Pero si quiero destacar cosas que quedan bien plasmadas.

Por fin he podido ver una película donde se plasma la posición de la Iglesia católica en el franquismo. En todo momento se ve a la Iglesia como lo que fue. Colaboradora e impulsora del régimen liberticida de Franco. Porque la Iglesia bendijo la Guerra, impulso el golpe de Estado de julio de 1936, sus integrantes fueron al frente, asesinaron personas, dieron tiros de gracia, bendijeron la represión y participaron de ella. La Iglesia fue lo que fue y es lo que es. Juez y parte de ese régimen criminal donde ellos eran los criminales. Hoy lo tapan con "mártires" por doquier, con represiones religiosas magnificadas y cuestiones similares, para no confirmar lo que fueron y son. Colaboradores del franquismo y hoy defensores de su actitud en ese régimen. El diácono Salvador (Raúl Arévalo) representa perfectamente todo eso. Y ellos mismos saben que todo lo que dicen son moralinas con un transfondo terrorífico. La maquina terrorista de la Iglesia se ve en toda su extensión. Niños cantando el Cara al Sol en el patio del colegio y dirigiendo la canción los curas. Un buen golpe y muy acertado de la película a la Iglesia.

Por otra parte, y aunque sea de pasada, muestra explícitamente el colaboracionismo de Franco con la Alemania nazi, lo que hoy muchos niegan sistemáticamente. El profesor republicano traduce textos al alemán que luego firma su mujer y que se los da a un colaborador nazi que tiene un cuadro de Hitler en su casa y donde se ve igualmente a nazis uniformados mandando informes. El tema del wolframio a la Alemania hitleriana esta representado en la obra. Y es Galicia precisamente el lugar donde los alemanes desarrollaron estas actividades. Por las investigaciones que realicé en relación a la explosión del polvorín de Alcalá de Henares en 1947, pude contactar con un historiador gallego, Enrique Barrera Beitia, que realizó la investigación sobre la explosión del polvorín de El Ferrol en 1943. Allí los alemanes tenían unidades instaladas y el polvorín, en ese caso sí, fue saboteado por la guerrilla antifranquista y en colaboración con los servicios secretos británicos. Franco y sus secuaces ocultaron esto, pues de reconocer este ataque británico a territorio español hubiese tenido que declarar la guerra a Gran Bretaña cuando en 1943 estaba clara la derrota del Eje. Desde entonces la estrategia de Franco va cambiando respecto al wolframio a los alemanes.

La historia de la hija de los protagonistas que se fuga con su compañero sentimental, un poeta republicano, no es la primaria, pero es un perfecto componente para la dramatización del film. Escenas muy logradas también en esta historia.

Por otra parte los personajes de la película están muy bien trazados. Muy bien situados y muy bien interpretados. Destacaría al diácono, lascivo y con esa doble vida propia de la Iglesia. A Elena (Maribel Verdú) que refleja perfectamente la cara de los derrotados. Y a Ricardo (Javier Cámara) un muerto en vida.

Por último destacar el recurso cinematográfico del susurro. Ese susurro entre los personajes indica el miedo que había en la época y te traslada a una atmósfera cerrada y claustrofóbica, muy en la linea de que lo tuvieron que sentir aquellos, que por sus ideas, eran perseguidos y asesinados.

Película, que desde mi modesta opinión, es recomendable en todos los sentidos.