jueves, 25 de octubre de 2012

ANNUAL, 1921. LA TRAGEDIA DEL COLONIALISMO ESPAÑOL

En el último número del periódico Diagonal he escrito un artículo sobre el desastre de Annual, motivado por la condecoración que recibió el Regimiento de Caballería Acorazado de Alcántara (que participó en Annual) por parte de la monarquía y el Ejército. El artículo sirve para mostrar que lo que sucedió en Annual fue algo que solo pagó la clase obrera. Y aun hoy se vanaglorian las castas de España en reivindicar lo que fue una masacre del colonialismo español. Aquí esta la versión larga del artículo.

El pasado 1 de octubre de 2012, en una ceremonia castrense impensable, Juan Carlos de Borbón, escoltado por su familia y el gobierno del PP, condecoraba con la Cruz Laureada de San Fernando al Regimiento de Caballería Acorazado de Alcántara, que en 1921 había participado en la derrota española en Annual. Considerados “héroes de la patria” no deja de ser una nueva puesta en escena de un modo deformado de entender la historia por parte de la derecha. Vamos a repasar que pasó en Annual en aquel verano-otoño de 1921 y cuales fueron las consecuencias de ello. Comprobaremos como fueron aquellos “héroes de la patria”

El colonialismo español en Marruecos

Cuando Cuba, Filipinas y Puerto Rico consiguen su independencia, se acababa cinco siglos de dominio colonial español. Lejos de dar por finalizado dicho periodo y seguir los postulados anticolonialistas que el movimiento obrero y el progresismo español estaban defendiendo, las autoridades políticas y el Ejército se embarcaron en una nueva aventura colonial. Ahora iba a ser en el norte de África. España va ocupando paulatinamente el territorio marroquí en distintas zonas (Yebala, Locus, Chauen, Rif y Kert). Son zonas que se van ocupando con el paso de los años, merced a las políticas colonialistas impuestas tras la Conferencia de Berlín de 1885, y de la que España es actor terciario pero que no renuncia a su parte.
Fue una ocupación económica (pues se explotaban los recursos naturales de la zona) y militar-política, que sirvió para ascender en la escala militar a un grupo de militares que con el tiempo determinaran la historia del país. Económicamente era la zona del Rif la más próspera, merced a las minas de hierro que tenía y que fueron explotadas por el capitalismo español.
Pero había varios vectores que dificultaban la empresa española en el norte de África:
  1. La ocupación no era colonialista al puro estilo de la época. España no fomenta en ningún momento las infraestructuras de la zona. Es una ocupación formal del territorio.
  2. En el interior del país hay una clara oposición al colonialismo encabezada por, sobre todo, por el movimiento. Las levas de reservistas afectaban sobre todo a la clase obrera que no tenía dinero para poder librarse de las guerras que se iniciaban en la zona. Eso llevó a las grandes movilizaciones de los sindicatos en defensa de los intereses obreros y contra la política imperialista de España que pagaban los trabajadores (la Semana Trágica es consecuencia de esta política)
  3. Los conflictos en el protectorado (forma jurídica que se adopta en la colonia marroquí) no sirve sino para elevar en el escalafón militar a un grupo de militares, los llamados “africanistas”, y que se van a haciendo con enorme poder en el seno de la institución castrense.
  4. El creciente sentimiento de odio hacia los españoles en las zonas ocupadas, llevará a sublevaciones y organización de una resistencia nacionalista contra la invasión que tendrá en Adbdelkrim su mejor representante.

Annual, 1921. El desastre

Si algo había caracterizado a la presencia militar en Marruecos era el fracaso. La idea de constitución de la República independiente del Rif fue concebida en España como una provocación de Abdelkrim, y el Ejército inicia el ataque. El general Fernández Silvestre quería llegar hasta la Bahía de Alhucemas para derrotar a los rifeños. Para ello se establecen en Annual. Pero las tropas de Abdelkrim atacan Annual y las fuerzas español huyen desaparecidas hasta refugiarse en Arruit. Allí los españoles ofrecen resistencia pero al final deponen las armas. Los rifeños arrasan a los españoles en Arruit en una matanza sin precedentes. Las fotografías conservadas de la época son espeluznantes, así como testimonios de testigos. Un ejemplo sería Arturo Barea, autor de La forja de un rebelde, donde muestra el cuadro de lo que fue la toma de Arruit y el desastre de Annual. El fracaso de Fernández Silvestre era evidente. Y los rifeños proclaman la República en su zona en septiembre de 1921. Esto llegó hasta la opinión pública española e internacional. La campaña por la desocupación de Marruecos y la lucha por la descolonización era evidente entre el obrerismo español, que se moviliza para ello.
La venganza de los españoles no se hizo esperar. Fue una venganza cruel y despiadada. Grupos de militares africanistas y de la Legión Española (fundada en 1920 por Millán Astray) detenían a rifeños y les sometían a torturas y muertes violentas. Amputaciones masivas o decapitaciones eran los métodos utilizados. Pero también se utilizó el amedrentar a la población con bombardeos selectivos a la retaguardia y a la población civil. Fue una de las primeras ocasiones en las que se utilizó armamento químico para atacar a la población. Los aviones eran cargados de bombas de TNT y de gas mostaza y se lanzaba sobre la población rifeña. Efecto de cuyas bombas aun se hace notar en la zona. Los supervivientes de aquellos ataques nos dan testimonios realmente terribles del acontecimiento.

El expediente Picasso

Fueron estas acciones una de las razones por las que Miguel Primo de Rivera instaura la dictadura en septiembre de 1923. Acallar a la opinión anticolonial, reprimir al movimiento obrero y comenzar una campaña (junto con Francia) para derrotar a los rebeldes rifeños. Y esto teniendo en cuenta que Primo de Rivera fue en un primer momento crítico con la intervención de España en Marruecos, para convertirse después en furibundo defensor de la ocupación y la venganza.
Previamente a establecerse la dictadura, se comenzó a investigar lo sucedido en Annual en el llamado “Expediente Picasso”. Instruido por el general Juan Picasso González, se trataba de un informe de más de 2400 folios, donde se depuraban responsabilidades de lo sucedido y que se tardó meses en recopilar. Cuando todo estaba dispuesto para que pasara a trámite parlamentario, Primo de Rivera establece la dictadura y el informe quedó en suspenso. La dictadura quería tapar responsabilidades. Pero con la proclamación de la Segunda República el informe fue rescatado y se pudo comprobar la responsabilidad de Alfonso XIII (abuelo del actual monarca) en el propio desastre y las consecuencias posteriores. El documento fue publicado, si bien durante el franquismo se volvió a ocultar. Hoy se puede consultar en una edición de 1976, editada en Buenos Aires, y prologada por el anarquista Diego Abad de Santillán.

Fue la de Marruecos la guerra más impopular para España. Y hay que tener en cuenta que al calor de esa guerra fueron creciendo una serie de militares africanistas como Franco, Millán Astray, Goded, Fanjul, Sanjurjo o Yagüe, que años después impusieron en la Península los métodos de la guerra colonial y el terror (apoyado por la Legión y los regulares), para iniciar una de las dictaduras más terribles de la historia.

Julián Vadillo Muñoz

lunes, 22 de octubre de 2012

Ley de Amnistía: como apuntalar los pilares de una dictadura

Cuelgo aquí el artículo que hace unos días publiqué en la edición digital del periódico Diagonal. Un ejemplo de como el actual sistema democrático está sustentado sobre la dictadura y los cadáveres de los luchadores por la libertad que todavía hoy están en las cunetas de España. 

“El presupuesto ético-político de la democracia, de aquella democracia a la que aspiramos, que por ser auténtica no mira hacia atrás, sino que, fervientemente, quiere superar y trascender las divisiones que nos separaron y enfrentaron en el pasado.” Con esta frase definía la Ley de Amnistía Rafael Arias Salgado, portavoz del gobierno de UCD de Adolfo Suarez. La Ley de Amnistía fue aprobada el 15 de octubre de 1977 por las primeras cortes democráticas tras la muerte de Franco.

Pero tras esa Ley y tras esas palabras de Arias Salgado, se esconde todo un componente que marcará el devenir del nuevo régimen, que viene de la ilegitimidad del anterior y no de una ruptura con él.

La Ley de Amnistía exoneraba de todos los crímenes cometidos en España con anterioridad al 15 de diciembre de 1936 y hasta el 15 de junio de 1977. Todos los crímenes cometidos en ese tiempo quedaban amnistiados y los presos políticos quedaban en libertad. No todos, porque aquellos que no aceptaron el modelo siguieron en la cárcel, al tipificar la ley que todos los actos cometidos con anterioridad al 15 de octubre de 1977 que fuesen constitutivos de delitos lesivos no serían amnistiados. Era un párrafo dirigido básicamente contra los integrantes de ETA-Militar.

Sin embargo, el exonerar cualquier crimen entre 1936 y 1977 era el gran triunfo del Franquismo para que no fuese juzgado por crímenes contra la Humanidad. Todos los supuestos crímenes que había cometido el bando perdedor en la Guerra habían sido juzgados por el Franquismo bajo una legislación arbitraria que contemplaba la presunción de culpabilidad y no la de inocencia. Los miles de consejos de guerra que durante el Franquismo se desarrollaron eran todo un componente ilegítimo donde el reo estaba sentenciado de antemano. Y no por crímenes sino por cuestiones ideológicas. Un modus operandi que no varió el franquismo en sus casi 40 años de existencia. A pesar del surgimiento del TOP (Tribunal de Orden Público) donde se siguió juzgando las ideas, lo que el Franquismo consideraba como un atentado contra el régimen pasaba por tribunal militar. Incluso ese TOP, que había tenido como antecedente el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, se convirtió con la muerte de Franco en la actual Audiencia Nacional.

La Ley de Amnistía exoneraba a los criminales que durante el Franquismo habían actuado de tal forma. Pero por dicha Ley también se cubría en un manto de olvido a las víctimas. No iban a poder ser reparadas. Aquellos que entre 1936 y 1977 había sido asesinados por cuestiones políticas iban a quedar condenados al ostracismo. Desde los miles de militantes antifascistas de primera hora, hasta Salvador Puig Antich, los cinco fusilados en septiembre de 1975, los muertos en Vitoria en enero de 1976 o, incluso, los abogados laboralistas de Atocha de enero de 1977.

Una Ley que, como no podía ser de otra manera, fue alegremente recibida por los franquistas. Teniendo en cuenta que todo el proceso de Transición fue dirigido por esas élites provenientes del Franquismo, era evidente que iban a legislar en esa línea. Pero esta Ley contó con la inestimable colaboración de un sector de la izquierda que recibió con algarabía y entusiasmo un proceso que sepultaba su propia historia. Poco le importó al PSOE y al PCE la combatividad de la sangre derramada por miles y miles de sus militantes fusilados, encarcelados y exiliados durante los largos años de la dictadura. Muy por el contrario prefirieron “amnistiar” los crímenes del Franquismo frente a sus propios militantes.

La jugada no quedó solo ahí. Esa ley fue aprobada, como hemos dicho anteriormente, por una cortes surgidas de las elecciones de junio de 1977. Elecciones que estaban lejos de ser libres. No todas las candidaturas políticas pudieron presentarse. Todas las opciones críticas con el proceso iniciado no fueron legalizadas. Ni republicanos ni extrema izquierda tuvieron hueco en esas elecciones. El parlamento lo compusieron opciones políticas, desde la izquierda moderada hasta los nacionalistas y los sectores franquistas, pasando por los comunistas, que iban a aprobar esa ley de punto y final. Igualmente, sin ser constituyentes, comenzaron a redactar una constitución que afianzaba las estructuras heredadas del Franquismo (el Jefe de Estado, la verticalidad política y sindical, las estructuras judiciales, etc.). Ningún funcionario franquista, fuese del cuerpo que fuese, fue depurado. Por el contrario continuaron en sus puestos. Lo mismo el Ejército o la colaboración eclesiástica con la dictadura. Tal como el dictador había dicho “todo quedaba atado y bien atado”.

Cuando muchos años después esos pactos de silencio habían caducado, las oligarquías políticas que siguen en el Gobierno se amparan en la Ley de Amnistía de 1977 para no juzgar los crímenes del Franquismo. Incluso el tan cacareado auto de Garzón era bloqueado por el propio juez en virtud de dicha ley y de su propia inhibición para juzgar el Franquismo. Han pasado ya 35 años. Y de esos polvos estos lodos.

lunes, 15 de octubre de 2012

Jornadas «Sueños colectivos. Colectivizaciones en Guadalajara 1936-39», Azuqueca de Henares, 20 de octubre de 2012 / Foro por la memoria de Guadalajara


10.00 Apertura y conferencia de Julián Vadillo (Foro por la Memoria de Guadalajara): “Antecedentes históricos y políticos de las colectivizaciones”
11.30 Mesa redonda de historiadores con Jorge Herrero (UCM) y Fernando Hernández Sánchez (UAM): “Colectivizaciones en el Estado español”
14.00 COMIDA
16.00 Conferencia de Juan Pablo Calero (CNT-AIT): “Colectivizaciones en Guadalajara”.
18.00 Documental “Sueños Colectivos” (104′, 16/9, Color y B/N, 2011) Marco Potyomkin y Manuel Gómez.

Organiza: Foro por la Memoria de Guadalajara

martes, 9 de octubre de 2012

Salud Canuto. Que la tierra te sea leve

Hoy 9 de octubre nos ha dejado el compañero Canuto Pedro Marcos Centenera (1920-2012), histórico militante de la CNT de Guadalajara. Una triste y luctuosa noticia para nuestra organización. Entre los homenajes que le vamos a tributar, quiero rescatar la entrevista que hice en noviembre de 2009 publicada en el periódico CNT.
Salud compañero. Que la tierra te sea leve.
Viva la CNT-AIT
Viva la Revolución Social y Libertaria
Viva la anarquía

“Seré anarquista toda la vida” Una militancia anarquista en Guadalajara
Canuto Pedro Marcos Centenera
Julián Vadillo Muñoz
Son 90 años los que jalonan la vida de este anarquista. Pelo blanco, mirada alegre y muy dicharachero. Sentado en su sofá y junto a sus dos muletas pues hace unos años que las piernas le dan la lata a la hora de caminar. Pero a medida que se conversa con él se ve que las ganas de luchar y la confianza en un presente y futuro libertario no las han aniquilado toda la represión y las desgracias que ha tenido en su vida.
Canuto Pedro Marcos Centenera (aunque a él le gusta que le llamen Canuto) nació en  Guadalajara un 19 de enero de 1920. Sus padres, cercanos a la UGT, eran originarios del pueblo guadalajareño de Tórtola de Henares. Recuerda su infancia, que fue de mucha necesidad, hambre y miseria. La vida de la España del momento era muy difícil. Con apenas 8 años tuvo que empezar a buscarse la vida: daba de comer a los cerdos, recogía leña del monte, etc. No había derecho para la educación de los pobres. Siempre fue un aficionado a las vaquillas y al toreo y recuerda como jugaba con sus amigos en el barrio de El Chorrón.
Su vinculación a la CNT viene ya en los años republicanos, cuando contaba con unos 14 años. Y fue por influencia de su hermano, Emiliano Marcos Centenera, que fue uno de los impulsores del sindicato en la capital alcarreña. Recuerda como en aquel tiempo la gente estaba mucho más unida, como en las manifestaciones la UGT y la CNT iban de la mano. Como el anarcosindicalismo impulsó una pequeña escuela en San Estaban. Allí tenían una amplia biblioteca donde pudieron leer a los clásicos.
Al sublevarse los militares contra la República tiene que salir hacia El Clavín (una zona de Guadalajara). Recuerda como se refugiaron los militares en el Alcázar y un primo suyo, militar republicano, informa a las fuerzas leales a su llegada a Guadalajara. Ortiz de Zárate, el militar rebelde de Guadalajara, es ejecutado por las fuerzas leales.
Canuto se enrola en las milicias y el 2 de agosto parte con el Batallón Rosemberg hacia Sigüenza. Retroceden por la pérdida de la ciudad de El Doncel. Tras la militarización forma parte de la 49 Brigada Mixta, que era mayoritariamente comunista. Entra en combate en la Batalla de Guadalajara, si bien no está en el epicentro de la lucha, ya que su unidad estaba más cerca de Jadraque.
Tras la Batalla de Guadalajara pasan a Don Benito, donde la sed corría a toda la tropa. Un teniente  comenzó a beber agua y al querer hacer lo mismo Canuto, el teniente se la quita. Ni corto ni perezoso Canuto le asesta un cabezazo al teniente. Aprovechan ello para darle la baja por menor de edad.
Vuelve a Guadalajara. Pero se vuelve a enrolar y le manda a Archena (Murcia), a la Academia de Fuerzas  Blindadas. Allí estuvo mes y medio instruido por profesores soviéticos. Salen para Nules, pero les  sorprende el corte que la zona republicana tiene a la altura de Vinaroz. La salida se hace pues a Extremadura. En eso Canuto asciende en el Ejército Popular de la República y alcanza el grado de sargento.
El final de la Guerra le coge en Levante y trata de ir a Valencia primero y luego a Alicante para partir al exilio. Al estar atrapados va hacia Almansa. Una frase de Canuto es conmovedora: - No se puede expresar con palabras cuando vi el primer Tercio y la bandera de los sublevados. La Guerra se había perdido. Fue retenido y agredido, pero pudo escapar. Llega hasta Aranjuez. Allí se encuentra con su paisano Agustín Yela. Recuerda el hambre que pasó.
A su vuelta a Guadalajara comienza el calvario de Canuto. La represión se comienza a cebar con los elementos que han luchado al lado de los leales. Y ellos son anarquistas. Un tío suyo es ejecutado. Pero quizá la muerte más sentida para Canuto fue la de su hermano Emiliano. El 9 de marzo de 1940 es ejecutada la pena de muerte que sobre él pesada. Estaba preso en Guadalajara. Fueron a llevarle comida y le dijeron que lo habían trasladado. Preguntó donde, pero no obtuvo respuesta. Canuto sabía que lo habían matado. Bajó al cementerio y le dijeron que allí no estaba. Subió al Ayuntamiento de Guadalajara y le dicen que efectivamente había sido ejecutado esa misma mañana y que su cuerpo está en el cementerio. El dolor que sentía no se podía expresar. Va a recoger dinero para poder comprar un caja para su hermano. Se lo facilita su novia (hoy su compañera). Reconoce a su hermano. Recuerda de forma triste (y que todavía nos llena de rabia) como cuando enterraban a Emiliano, el cura y los falangistas de Guadalajara se reían. Después de esto ¿hace falta preguntar para qué sirve la memoria histórica?
Aun así Canuto esta un año tras la Guerra en Guadalajara. Es movilizado y, al estar fichado por anarquista, lo llevan a Teruel, a un Batallón de Trabajadores. En Teruel estuvo 2 años, con más de 1000 guadalajareños. Allí conoció a otros anarquistas. Uno, que aun vive en Francia, todavía conserva su amistad. Y me mostró fotografías de aquel momento.
Vuelve a Guadalajara y se colocó como camarero. Luego pasa a trabajar en la construcción. Recuerda como los falangistas le insultaban y escupían. Le dijeron que le iban a hacer lo mismo que a su hermano. Los falangistas hicieron que Canuto durmiera más de una noche en el campo.
Siguió manteniendo contacto con miembros de la CNT alcarreña. Recuerda como en 1942 detuvieron a unos cuantos. Se salvó por poco de la quema. Aun así son años de terror y miedo. Eso paralizó cualquier intento de reestructurar nada.
Cuando murió Franco sintió alegría. Pero no tanta por verle morir en la cama. Como todos los represaliados soñaban con derribar al dictador en vida y que diera explicación de su criminal conducta contra la humanidad.
Participó de la reestructuración de la CNT. Pero todavía le atenazaba el miedo de la dictadura, por lo que su compromiso no fue tan alto.
Este anarquista de 90 años sigue fiel al ideal. Considera que la democracia no tiene seriedad. Cree que hay una falta de escrúpulos en los sindicatos y que tan solo se salva la CNT. Las opiniones del PP le enfadan muchísimos. Son los neofranquistas llenos de corrupción.
Cuando hace unos años retiraron las estatuas de Franco y José Antonio Primo de Rivera de Guadalajara (campaña que estuvo impulsada por la CNT) sintió alegría. ¿Cómo no la iba a sentir, si de las calles alcarreñas desaparecían el ejecutor de su hermano (y de tantos miles de compañeros) y el inductor ideológico de esos crímenes?
Su solución sigue estando en el anarquismo. En él ve la única salida en nuestra sociedad. Por ello cree que tenemos que dar más de sí. Su opinión es que hay que afearles la actitud a CCOO y UGT.
“Seré anarquista toda la vida” sentencia. Y nosotros contigo, compañero.


lunes, 8 de octubre de 2012

LA MUERTE DE SANTIAGO CARRILLO SOLARES

Reproduzco aquí la pequeña reseña que he publicado en el periódico CNT en relación a la reciente muerte de Santiago Carrillo.

A petición de mi buen amigo y director del periódico CNT, Iván Nistal, escribo unas breves palabras sobre la reciente muerte del que fuera Secretario General del PCE, Santiago Carrillo Solares.
            Conocí a Santiago Carrillo hace unos años. Le entrevisté para un libro que escribí sobre un caso de represión franquista en Alcalá de Henares en 1947, que acabó con la ejecución de ocho militantes comunistas un año después y la condena de varias decenas de persona (una de las cuales falleció el pasado verano, Ricardo Lidó Expósito)
            Aquella agradable entrevista, con una pasmosa lucidez del protagonista de la misma, con un personaje importante de la historia de España, me dejó algunas incertidumbres de la propia figura de Carrillo. Fallecido el personaje difícil va a ser resolverlas. Pero trataré de resumirlas:
  1. La primera fue el desarrollo de lo que aconteció en Paracuellos del Jarama. Durante los años del régimen liberticida de Franco y la machacona propaganda derechista se provocó la intoxicación del suceso. Pero el entonces delegado de Orden Público en Madrid tampoco contribuyó a esclarecer quien dio la orden. Lejos de las apologías fascistas o de los “demócratas” actuales que quieren cargar el mochuelo a la CNT madrileña, para un investigador es importante este asunto. He investigado mucho sobre el mismo y he llegado a la conclusión que Carrillo no da la orden. Él no es el responsable. Pero algunos de sus más allegados fueron los responsables directos. Pero ¿quién? ¿Serrano Poncela? ¿José Cazorla? ¿Mijail Kolstov? ¿Grigulevich? Carrillo podía haber esclarecido mucho y al final calló.
  2. Que los agentes soviéticos en España llevaron tareas policiales y de purga en España no es sorpresivo. Pero los sucesos de Mayo de 1937, la desaparición del lider del POUM Andréu Nin, el asesinato de Berneri y Barbieri, el considerar a la CNT un problema de orden público, la desarticulación de colectividades, etc. Algo sabía una de las figuras máximas del comunismo ibérico. Pero también calló.
  3. Si hay un partido que se llene de malditos, ese es el PCE. Durante el exilio numerosos militantes abnegados del comunismo fueron condenados al ostracismo por el propio partido. Heriberto Quiñones (que murió fusilado atado a una silla por la paliza que le imposibilitó de andar), Jesús Monzón, Gabriel León Trilla (uno de los pioneros del comunismo español) fueron postergados y arrojados a las llamas del olvido por sus propios “camaradas”. Por el propio Carrillo que entonces actuaba como responsable de la organización en el interior. También aquí las explicaciones que pusieron freno a la invasión del Valle de Arán quedaron cubiertas de un triste manto de olvido por los dirigentes comunistas como Carrillo.
  4. Su papel en la Transición. Aunque muchos le encumbrarán, Carrillo sepultó la memoria de aquellos que lucharon por la libertad durante la dictadura con un pacto que postergó todas las luchas que habían sucedido. Algunos dicen que fue necesario hacerlo. Otros consideramos que de esos polvos estos lodos.

Todos y cada uno de estos puntos sería óbice para un extenso artículo de cada uno. Estamos acostumbrados a que cada vez que muere alguien relevante se hacen grandes apologías de su persona. Pero lejos de esas apologías la historia es la historia y no podemos faltar a la verdad. Incluso los propios militantes del PCE se debaten hoy si dar un tributo al que fue su secretario general más años en el cargo o enterrar definitivamente la herencia del carrillismo que lo sepultó al ostracismo.
Julián Vadillo Muñoz

sábado, 6 de octubre de 2012

¡HONOR A MAURO!


Los que componen el Quinto
batallón, que es de “Palacios”
aunque son soldados nuevos,
tienen gran horror al fascio.
Le rinden un homenaje
al que escribió en la Gran Guerra,
es al hombre del “tomate”
es a Mauro Bajatierra,
A ese hombre confederado,
cronista de “Ce Ene Te”,
que nos hace tanta gracia
sus crónicas de fetén.
¡Mauro, eres un buen hombre!
La Tercera Compañía
te quiere, y de las trincheras
un homenaje te envía.
Porque tú te lo mereces,
pues has tenido paciencia
para de cerca seguirnos
y no marcharte a Valencia.
Siguiendo a los milicianos,
sin pensar en el peligro,
tus crónicas siempre hicistes.
Si hubieras podido, ¡un libro!
Y con tu imaginación,
puesta en todos los valientes,
proporcionastes mil cosas
Trayéndolas todas al frente.
Tú nos has traído coñac,
Higos, pasas, cacahueses
y pipas para fumar,
y así llevamos diez meses.
Cuando pasábamos frío
en la trinchera, este invierno,
al verte, nos animabas
con tu cariño paterno.
Y al ver al frente llegar
tu coche, y ver descender
de él tu pesada figura,
¡sentíamos un placer!....
Y decíamos: “… es Mauro.
Algo nos traerá, seguro.”
Y, en efecto: o era coñac,
anís o cigarros puros.
¡Mauro!.... ¡Cuanto estas haciendo!
Por la Confederación
Tú harás andar más ligera
a nuestra Revolución.
Porque sabes dar ejemplo,
marchando a todos los frentes,
a escribir todo el “tomate”
que dan nuestros combatientes.
Y trayéndonos al frente
de todas las clases de vino,
aunque han caído bien cerca
de tu coche los pepinos.
Muchos te has hecho querer,
pues te hemos visto en ataques;
y la otra noche también,
cuando sacábamos el tanque.
¡Que contento te pusistes
cuando vistes que salió
pronto de atolladero
por un enorme tractor!
¡Mauro, lo mereces todo!
Eres un hombre muy ducho;
tan solo una falta tienes,
y es esta: que pesas mucho.
Luego llevas mas correas,
que en casa de Mora hay…
Se ve que eres un perfecto
guerrillero de la FAI
Bueno, Mauro. Ya me canso
de escribir tanto “tomate”.
Solo te digo una cosa:
que era bueno el chocolate.
Así que ya sabes, Mauro.
En el Quinto tú confía.
Y se despide de ti
la tercera compañía.
El que escribe estas cuartetas,
aunque es un poco ordinario,
está en esta compañía
haciendo de comisario.
Y con los que la componen,
en lo que dure la guerra,
y siempre gritarán todos:
¡¡VIVA MAURO BAJATIERRA!!

Dionisio Esteban
(A Vencer, Nº 3)