domingo, 22 de abril de 2012

El número 9 de Germinal ya está en la calle

Podemos celebrar la edición de un nuevo número de Germinal. Revista de Estudios Libertarios. El número 9 en su ya seis años de existencia.
    Y lo que más hay que valorar de este proyecto es que a medida que ha ido madurando ha ganado en calidad. Un proyecto concebido para dar a conocer los estudios del movimiento libertario, de un intento de unir el mundo libertario con el mundo académico.
    Este número de Germinal lamenta la muerte de uno de los integrantes de su Comité Científico, Luigi di Lembo. Profesor de la Universidad de Florencia y militante de la Federación Anarquista Italiana, nos dejó no hace muchas fechas. Autor de una extensa obra dedicada al anarquismo, recibe en este número una bonita y emocionante reseña de su amigo Massimo Varengo. Que la tierra te sea leve, compañero.
    Este número 9 de Germinal (Enero-Julio 2012), contiene cinco artículos de enorme calidad e importancia. Giorgio Sacchetti nos hace un recorrido por el anarquismo en el siglo XX en la persona de Umberto Marzocchi en el artículo Un anarquista en la Europa del siglo XX: Umberto Marzocchi (1900-1986). Augusto Gayubas nos acerca al antropólogo y etnólogo francés Pierre Clastres en su artículo Pierre Clastres y las sociedades sin Estado. El especialista en colectividades Manuel Vicent Balaguer nos acerca a este fénomeno y al desarrollo de la Revolución española en su artículo Las colectividades como impulsoras del cambio social: la Revolución española. Ignacio Donézar nos regala un interesantísimo artículo de un personaje poco conocido en el anarquismo: Edelshtat, un poeta anarquista. Por último, José Luis Gutiérrez Molina, nos acerca al terror de la represión y el genocidio franquista en Cádiz con su artículo Sobre el intento de exterminio del anarcosindicalismo gaditano por los sediciosos de julio de 1936.
    Para completar este rico número, Germinal nos ofrece una serie de reseñas de libros editados en las últimas fechas. A ellos nos acercan las plumas de Francisco Corral, Fernando Rocha, Ana Sigüenza, Elena Sánchez, Ignacio Donézar y Rebeca García.
    En la sección de Materiales se ha incluido el texto Síntesis anarquista de libertario ruso Volin.
    Felicitación al equipo de Germinal por otro número de esta excelente revista.

Julián Vadillo Muñoz

martes, 17 de abril de 2012

LA IMAGEN Y LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA


Coincidiendo con las jornadas "Memoria del silencio", sobre el tratamiento en el cine de la Guerra Civil española (festival de cine organizado por El Ojo Cojo, y con la colaboración del periódico Diagonal o la Fundación Anselmo Lorenzo, entre otros), he publico este pequeño artículo para el periódico Diagonal.

Coincidiendo con el Segundo Festival “Memorias del Silencio” sobre el cine de la Guerra Civil española (organizado por El Ojo Cojo), viene a colación hablar sobre la imagen para tratar el conflicto bélico de 1936-1939.

La Guerra Civil española fue un conflicto que desde el primero momento contó con filmaciones. Tanto la CNT-FAI como el PCE tuvieron producciones cinematográficas propias, lo que hizo que desde el primer momento se pudiera mostrar en imágenes la lucha en los frentes de batalla así como la reorganización de la retaguardia. Hace pocas fechas la organización confederal ha reeditado todas sus películas. Un documento único que permite reconstruir a través de la imagen una parte de la historia del conflicto civil y la revolución.

A pesar de que los sublevados también tuvieron algunos laboratorios cinematográficos durante la Guerra, tras la misma hicieron numerosas producciones. Era la visión de los vencedores en la Guerra. Algo que se ha trasmitido a lo largo de la historia y ha servido para malformar el desarrollo del conflicto como legado histórico. Películas como Raza (en sus dos versiones), Rojo y Negro (visión falagistas de la guerra) o documentales como Franco, ese hombre (Saenz de Heredia) o Morir en España (Mariano Ozores), son ejemplo de ello. Para la parte derrotada, para la República, se desarrollaron documentales fuera de España, como el de Frederic Rossif en Francia, Morir en Madrid, o el que Richard Prost realizó para el Movimiento Libertario Español en el exilio con el título Otro futuro.

La muerte de Franco y el restablecimiento de las libertades democráticas no significó para el cine sobre la Guerra Civil un mejor momento. La mayoría de las películas seguían la estela que el conflicto civil fue responsabilidad de ambas partes (La Vaquilla, a pesar de sus gags es un ejemplo de ello) para cuando no seguían con aquello de “vencedores y vencidos”. Intentos como el de Vicente Aranda en Libertarias no han servido sino para seguir desfigurando la idea de la Guerra Civil. Curioso es que una producción británica, como fue Tierra y Libertad se convirtiera en la mejor película sobre la Guerra Civil, si bien mantiene muchísimas deficiencias con posiciones idílicas sobre el conflicto.

A espera aun de una producción de cine que sea una visión ecuánime de la Guerra Civil (que se trate la Guerra como consecuencia de un golpe de Estado contra la legalidad republicana sería el primer paso) hay que incentivar iniciativas como la del Ojo Cojo. La imagen y el coloquio es la mejor manera de acercarnos de forma amena a la Guerra Civil española


Julián Vadillo Muñoz



viernes, 13 de abril de 2012

TOULOUSE UN PASEO POR LA CAPITAL DEL EXILIO ESPAÑOL


Artículo aparecido en el último número del periódico CNT sobre la capital del exilio republicano español. Toulouse


Toulouse es una de esas ciudades del sur de Francia que disfrutas en cada uno de sus rincones. Conocida como la Ciudad Rosa debido a la gran cantidad de edificios que alberga de ladrillo visto, hacen de Toulouse una ciudad que no es monumental ni especialmente bonita (desde un punto de vista exclusivamente turístico) aunque es agradable y habitable. Calles estrechas e irregulares en su casco histórico nos muestra un Toulouse medieval, centro de toda una zona donde los cátaros o albigenses protagonizaron junto al papado uno de los acontecimientos de guerras de religión más famoso de la historia (la ciudad de Albi está a algo más de 70 kilometros de la ciudad tolosiana). Una ciudad , capital de una zona, donde se hablan dos idiomas en su población: el francés y el occitano (los carteles de la ciudad están en ambos idiomas. Al igual que el metro que te avisa de las paradas en los dos idiomas).

Pero la importancia de Toulouse radica también en otros aspectos de su historia. Una ciudad epicentro de la lucha contra el invasor nazi. A pesar de estar en la denominada Francia Libre, no podemos olvidar que la colaboración que el Petain hizo con Hitler fue más que evidente. Y que por la zona camparon a sus anchas los soldados de Hitler también. Ello motivó una fuerte resistencia del pueblo de Toulouse. La gran cantidad de población judía que albergaba la ciudad le hizo el blanco de las operaciones de exterminio de los nazis. Pero a cada paso que andas por Toulouse (como en casi todas las ciudades francesas) se recuerda la epopeya de un pueblo y de unos resistentes que hicieron frente al invasor. Placas y calles así lo recuerdan aun en la Ciudad Rosa. Así como un pequeño y didáctico Museo de la Resistencia y la Deportación, creado para mostrar a los alumnos de los distintos institutos de la zona lo que significó el nazismo. No perder la memoria es fundamental.

Y en esa resistencia contra los nazis y contra los colaboracionistas franceses, los españoles tuvieron un papel fundamental. Y es que en Toulouse hay una parte importante de la historia de España. De la España desterrada. De la España del exilio. De la España que combatió por la libertad. De la España antifascista. Toulouse fue con diferencia la capital del exilio antifascista español. Fue la ciudad que albergó el mayor número de españoles exiliados por delante de otras como Montpellier, Perpiñán, París o Burdeos. La diáspora española, que se extendió por todo el mundo, hizo de Toulouse la capital del exilio español. Y los habitantes y la ciudad han sabido reconocer la contribución de sangre y la entrega abnegada que los exiliados españoles hicieron. Fue un exilio mayoritariamente anarquista y socialista, si bien hubo un puñado de comunistas. Y no hay que olvidar que el gobierno republicano en el exilio ubicó su sede durante un tiempo en la Ciudad Rosa.

A la misma altura que las grandezas de la lucha heroíca del pueblo francés contra la invasión nazi está la participación de los españoles en Toulouse. Porque los anarquistas, los socialistas, los comunistas y los republicanos que se exiliaron allí participaron de esa resistencia. Uno de los destacados resistentes de aquellas jornadas de lucha contra los nazis y colaboracionistas fue Francisco Ponzán. Anarquista aragonés y maestro de profesión, Ponzán participó en el Consejo de Aragón durante la Guerra Civil. Tras la derrota se exilió a Francia y se instaló en Toulouse, donde continuó con la resistencia al fascismo. Allí dirigió una red de evasión de los campos de concentración y contra la deportación. Una vida apasionante la de Francisco Ponzán Vidal que Antonio Téllez nos plasmó en su obra La Red de Evasión del Grupo Ponzán. Anarquistas en la guerra secreta contra el franquismo y el nazismo (1936-1944). Ponzán fue detenido y encarcelado en la prisión de Saint-Michel. El día antes de la liberación fue entregado por los colaboracionistas a los nazis que lo fusilaron y lo quemaron junto con otros cincuenta y tres antifascistas en el bosque de Buzet. Francia reconoció la labor de Ponzán, así como Gran Bretaña y Estados Unidos. El Ayuntamiento de Toulouse dedicó una avenida a aquel que había salvado a unas 3000 personas de una muerte segura en los campos de exterminio de los nazis. En España todavía no se ha reconocido la valía de Francisco Ponzán y, como muchos otros, los documentos aun lo tratan como un bandido o lo condenan al ostracismo.

Pero esa victoria sobre el nazismo permitió que Toulouse fuese uno de los epicentros de la oposición contra el franquismo. Allí el anarquismo hispano arraigó. Y durante mucho tiempo el Movimiento Libertario tuvo su bastión fuerte en esta ciudad occitana. Así, muy cerca de la estación de trenes, en el número 4 de la Rue Belfort se instaló la sede la CNT. En un barrio cosmopolita los anarcosindicalistas tuvieron su centro de actuación, que el exilio libertario ha mantenido hasta hace apenas unos años. Allí, durante muchísimo tiempo, se editaron los periódicos del exilio confederal. El último periódico que salió de allí fue CeNiT, órgano de la Regional Exterior de la CNT cuando está volvió a recuperar su legalidad en España. Un edificio con una entrada de una antigua brasserie era la sede de la CNT y de los libertarios españoles. No fue la única sede. Antes de la Rue Belfort estuvieron instalados en la Bourse du Travail, entre la Place Saint-Sernin y la Rue Merly. Allí, en octubre de 1944 se celebró uno de los Plenos más importantes del Movimiento Libertario en el exilio

Otro centro emblemático del Movimiento Libertario español se situó en la Rue de l´Etoile. Allí, en el número 14, se fundó en 1959 el Ateneo Español. Si bien fue impulsado por los anarconsindicalistas, sus puertas se abrieron a todas las organizaciones del exilio para convertirse en un centro de debate y de oposición a la dictadura franquista. Hoy el Ateneo está desaparecido.

De entre las zonas públicas que los libertarios más utilizaron habría que destacar la Place Wilson, pues alrededor de la misma se instalaban tenderetes y puntos de propaganda donde se podía encontrar los periódico CNT o Ruta. Algo que hacían también los otros partidos y sindicatos en exilio. También en cines como "Les Nouveautés", en el Boulevard Carnot, acogió conferencias y mítines. Pero en esa línea quizá habría que destacar la importancia de la Place Dupuy, en La Halle aux Grains, donde cada 19 de julio el Movimiento Libertario recordaba el triunfo de la Revolución española y el aplastamiento de los militares rebeldes contra la República en Barcelona y en distintos lugares de España. Un acontecimiento que se extendió en el tiempo hasta no hace muchas fechas.

Destaquemos por último que en la Rue du Cimetière Saint-Cyprien número 63, está la tumba de Federica Montseny. Federica vivió en Toulouse y, a pesar de la muerte de Franco y las largas estancias que pasó en España desde 1977, no dejó de vivir allí. Y en la Ciudad Rosa falleció el 14 de enero de 1994. La actividad de Federica Montseny en Toulouse es ampliamente reconocida.

Son muchos más los lugares emblemáticos del exilio español, no solo libertario. Por ejemplo en la Place du Capitole (plaza del Ayuntamiento) se celebraron numerosas manifestaciones de exilio. Muy cerca de allí, en la Rue de Taur número 69 fue donde instaló su sede el PSOE y la UGT. Allí los socialistas albergaron un cine que hoy es la Cinemateca de Toulouse. Los catalanistas también tu vieron su hueco y en la Rive Gauche (ribera izquierda) del río Garona, en la Rue de Novars número 7, todavía se mantiene el Casal Catalá (muy cerca del Quai de l´Exil republicaine espagnol). También en la Rue Pargaminières se celebraron importantes comicios de los socialistas españoles, así como en muchos de los sitios antes citados, también lo hicieron comunistas y los republicanos. La excepción es que estos dos últimos tuvieron otros lugares donde desarrollaron más sus actividades. El exilio comunista se centró sobre todo en los países del Este europeo y en Latinoamérica, así como el epicentro de los republicanos fue México y algunas zonas de Francia.

Esos lugares, esas plazas públicas, esos centros de reunión y manifestación son parte de la historia de España. De una historia proscrita por la oficialidad. Perseguida por cuarenta años de franquismo y silenciada por casi otros tantos de democracia. Nuestra misión es recordar y recuperar la historia de lo que sucedió. Caminando por esas calles, recorriendo los lugares de ese exilio empatizas con los que entonces luchaban por un mundo mejor. Toulouse lo ha sabido reconocer. Y por ello, muy cerca de la actual Casa de España (uno de los pocos centros que quedan del exilio republicano), en la Avenue de Minimes número 85, a la entrada del Jardín de Claude Nougaró se encuentra una obra de Joan Jordá que se llama "Monumento al exilio español".

Sirva esto como un pequeño reconocimiento para demostrar que una parte de la historia del España esta a unos cientos de kilómetros de la frontera francesa, en una hermosa ciudad que se llama Toulouse.


Mauricio Basterra

domingo, 8 de abril de 2012

Actividades de la Semana de la Memoria de Alcalá de Henares



JORNADAS DE MEMORIA HISTÓRICA

ALCALÁ DE HENARES (Madrid)

11-14 DE ABRIL


Programa de actividades

Martes 10 de abril. 19:30 horas. Proyección de la película Memoria recuperada de la República. Imagenes grabadas en abril-mayo de 1931. La proclamación de la República en Madrid, manifestaciones republicanas y socialistas en los días posteriores, la reapertura de la Casa de Campo como un espacio para el pueblo y no para la aristocracia y la Casa Real.

Seguidamente se hará una breve charla sobre La República y la Guerra Civil en Alcalá de Henares

Miércoles 11 de abril. 19:30 horas. Presentación y proyección del documental Morir en Madrid (Frederic Rossif, 1962). Documental que narra la importancia de la Defensa de Madrid y de la salvación de la capital de la República. Tal fue la importancia de este documental y impacto internacional que provocó que el franquismo realizó dos documentales en contestación al mismo: “Morir en España” (Mariano Ozores, 1965) y “¿Por qué morir en Madrid?” (Eduardo Manzanos, 1966).

Jueves 12 de abril. 19:30 horas. Presentación y proyección del documental Movimiento Revolucionario en Barcelona (Mateo Santos, 1936). Documental editado por al CNT-FAI en los primeros días de la sublevación militar en Barcelona, entre el 20-25 de julio de 1936. Imágenes de la ciudad, la toma de zonas estratétigas y la partida de la Columna Durruti hacia el Frente de Aragón.

Viernes 13 de abril. 19:30 horas. Presentación y proyección del documental Compañeras (Eduardo Huete y Nacho González, 2010). Narra la historia mas reciente de España, entre 1936 y 1977, a través del testimonio de unas mujeres luchadores que sobrevivieron a la represión fascista.

Sábado 14 de abril. 11:00 horas. En el Cementerio Municipal de Alcalá de Henares, en el zanjón de los fusilados, acto-homenaje a aquellos que cayeron en defensa de libertad y la justicia. Dirigirán palabras en el acto la Federación Estatal de Foros por la Memoria, el PCE y la CNT. Daniel López-Serrano leerá unos poemas dedicados a la Guerra Civil y a la heroíca lucha del pueblo español contra el fascismo.

14:30 horas. Comida fraternal en el Centro 13 Rosas de Alcalá de Henares

Durante la celebración de estas jornadas se expondrá en el Centro Social 13 Rosas una exposición sobre la Segunda República española, realizada por la Federación Estatal de Foros por la Memoria.

Todas las proyecciones se realizarán en el Centro Social 13 Rosas (Paseo del Val, 12. Centro Comercial Boisán II)


domingo, 1 de abril de 2012

GUADALAJARA: LA PRIMERA DERROTA DEL FASCISMO


Reproducimos aquí el artículo de Juan Pablo Calero en el último número de periódico Diagonal (número 171) sobre la Batalla de Guadalajara. En el 75 aniversario de la primera derrota del fascismo en el campo de batalla.

En la primera quincena de noviembre de 1936 el paseo militar del Ejército de África, el único que merecía ese nombre en el maltrecho ejército español, se había estrellado contra la firme voluntad de resistencia del pueblo madrileño. Ni la ayuda logística de las potencias fascistas, ni la “quinta columna” de la que fanfarroneaba el general Emilio Mola, ni la estrategia diseñada por los oficiales rebeldes habían sido capaces de superar las trincheras del río Manzanares.

El general Franco se había visto obligado a modificar su acción táctica para tomar Madrid, a cuya población civil castigaba con inmisericordes bombardeos; fracasado el ataque frontal, optó por distintas maniobras envolventes para tomar la capital de la República. Pero ni la ofensiva del norte (Boadilla del Monte-Aravaca), ni la del sureste (Batalla del Jarama) habían alcanzado sus objetivos. Al filo de la primavera de 1937 al general Franco sólo le quedaba asaltar Madrid desde el nordeste, desde Sigüenza.

Era el frente más lejano a la capital, unos 130 kilómetros, pero el más accesible: ante las estribaciones del Sistema Central que rodean Sigüenza se extendía La Alcarria, una extensa y despoblada meseta que llegaba hasta Torija, donde comenzaba un valle que, en suave pendiente, atravesaba Guadalajara y Alcalá de Henares y llegaba hasta Madrid. La Carretera de Aragón actuaría como eje del ataque y el ferrocarril de Madrid a Barcelona, que discurría por un valle paralelo, serviría de vía de apoyo al avance.

El único problema al que se enfrentaba el general Franco era la falta de soldados, pues sus tropas habían sufrido un serio desgaste en las batallas de Madrid y del Jarama; así que los generales rebeldes no tuvieron más remedio que aceptar que el protagonismo de la conquista de Madrid recayese en el italiano Cuerpo de Tropas Voluntarias (CTV) del fascista Benito Mussolini.

Frente a ellos se encontraban pequeñas unidades republicanas, nutridas sobre todo con campesinos de la comarca, que defendían las conquistas que la columna confederal de Cipriano Mera había realizado en los primeros días de la Guerra Civil. A pesar de la insistencia de Mera, el cálculo conservador de los oficiales leales había impedido el avance de los milicianos hasta tierras aragonesas, y al finalizar el verano de 1936 el frente se había estabilizado al sur de Sigüenza. Y desde allí iban a partir las columnas de fascistas italianos y rebeldes españoles.

El 8 de marzo de 1937 la División italiana Fiamme Nere penetró con facilidad a través de las débiles líneas defensivas republicanas, mientras que las unidades franquistas del general José Moscardó alcanzaban Cogolludo. Al día siguiente, la división Penne Nere reforzó el ataque y en las primeras horas del día 10 las tropas fascistas entraban en Brihuega: la guerra célere de los blindados italianos estaba dando excelentes réditos al ejército rebelde. Al día siguiente el frente se estableció entre Jadraque y Trijueque, un pueblecito próximo a Torija y último bastión republicano en el camino hacia Madrid. Para conquistarlo, el día 13 de marzo entraron en combate dos nuevas Divisiones fascistas: Dio lo vuole y Littorio. Madrid, otra vez, parecía estar perdido.

Sin embargo, la decidida respuesta de los soldados republicanos de la 14 División, de Cipriano Mera, de la 11 División, de Enrique Líster, y de las Brigadas Internacionales, coordinada por el coronel Vicente Rojo, no sólo fue capaz de defender Torija, sino que contraatacó con éxito derrotando a las orgullosas Divisiones italianas y a las columnas franquistas de apoyo. Se recuperó casi todo el terreno perdido, se capturó abundante material bélico, que permitió certificar la intervención extranjera en apoyo del general Franco, se apresó a numerosos fascistas italianos y, sobre todo, se demostró que los defensores de la causa del pueblo podían resistir y sabían vencer.

Una victoria por la que se pagó un precio muy alto. En Trijueque, muy especialmente, y en los pueblos ocupados por los franquistas durante la batalla la rabiosa impotencia de los fascistas desató una dura represión sobre milicianos y campesinos. Hay que destacar el caso de Brihuega, capital de la comarca de La Alcarria y centro del anarquismo provincial: si en 1870 se había organizado una pionera Sociedad adherida a la Internacional, en 1936 el Sindicato local había estado representado en el Congreso que la CNT celebró en el mes de mayo y en julio se había establecido una dinámica colectividad agrícola. Aunque la mayoría de los anarcosindicalistas pudieron abandonar el pueblo antes de que irrumpiesen los fascistas, una treintena de ancianos y familiares de los cenetistas briocenses fueron fríamente asesinados.

La batalla de Brihuega fue la primera derrota de un fascismo que hasta entonces parecía invencible. Los campesinos de La Alcarria, los milicianos madrileños y los voluntarios antifascistas italianos y alemanes pagaron por ella un alto precio: el de la libertad y la dignidad humana.

Juan Pablo Calero

Pd: Foto de Cipriano Mera