Hace poco adquirí por un precio realmente insignificante la obra de Julio Llamazares Luna de lobos. Publicada en 1985, es la primera novela de este escritor leonés, que después, en 1987, tuvo una adaptación cinematográfica con guión del propio Llamazares.
Estamos ante una novela corta (apenas estamos hablando de 153 páginas) que cuenta la historia de unos soldados del Ejercito de la República, que una vez que se hunde el frente en Asturias y toda la zona es tomada por los rebeldes de Franco, inician una lucha por sus ideas, pero sobre todo por sus propias vidas en un entorno que cada vez es mas hostil. Esta contada por uno de los protagonistas, Ángel, maestro de su pueblo leones, La Llánava, y militante de la CNT. Junto a él otros compañeros de lucha como Ramiro o Gildo. La obra comienza en el año 1937, cuando la zona ha sido tomado completamente por los sublevados y se extiende hasta 1946, cuando los guerrilleros tiene que buscar la forma de salir de aquella zona que se ha convertido en una auténtica ratonera.
Entre medias la tristeza por la muerte de algunos, la lucha contra el enemigo franquista, su vida de supervivencia, el desarraigo de gente que podían haber sido los impulsores de una sociedad mejor y mas justa y que sin embargo se ven abocados a un deambular por el monte sin saber como puede acabar todo. Y como, a medida que el tiempo va pasando, las esperanzas de una intervención internacional en España que haga girar el curso de los acontecimientos se van frustrando.
Y Llamazares nos recupera varias cosas. La primera que hubo hombres y mujeres que no se plegaron nunca ante lo que les imponía. Que no iban a tolerar, bajo ningún concepto, que sus vidas estuviesen dictadas como en un cuartel. En segundo lugar la lucha por la vida, por la supervivencia, de una personas que buscaban metas mas amplias de libertad y que se encuentran en el peor de los escenarios para ello. Igualmente el sufrimiento personal de los protagonistas, alejado de todo lo que quieren y la impotencia que les hace sentir el paso del tiempo.
Pero lejos de lo que el autor nos quiere trasmitir a través de su obra (que no es poco), el hablar de esta pequeña novela viene muy a cuento con todo lo generado a través de la llamada "memoria histórica" Porque había quien quería equiparar a los guerrilleros españoles que lucharon por sus ideas frente al totalitarismo franquista, como terroristas, bandidos o sencillamente equiparándolos con etarras. Una tergiversación y una manipulación sin ningún tipo de fundamento, pero gracias a los medios de comunicación del poder puede tener mucha aceptación.
Historiadores e investigadores como Secundino Serrano, Hartmut Heine, Benito Díaz Díaz, Eduardo Pons Prades, Francisco Moreno, José María Azuaga, etc., nos han mostrado que la lucha guerrillera, que la lucha de esos hombres y mujeres que no aceptaron el franquismo fue una lucha justa. Que aquellos luchadores (anarquistas y comunistas en su mayoría) creían sinceramente en una sociedad mejor y que la única forma de conseguirlo era una colisión frontal con el régimen. No nos corresponde a nosotros decir si aquella estrategia fue positiva o negativa. Eso ya lo valoraron las organizaciones en la que militaban. Pero nunca se les podrá negar su valentía, heroísmo y abnegación por unas ideas y por una sociedad justa. Los guerrilleros o maquis se movieron en zonas como Andalucía, Castilla, Asturias y León, Galicia, etc. Sus acciones era de sabotaje y de acción directa contra instituciones y personas muy vinculadas al régimen. Muchos de esos guerrilleros, hasta 1936, no habían tenido un arma en sus manos. Sin embargo una guerra les apartó de sus cometidos. Profesores, maestros, ferroviarios, jornaleros, etc., no dudaron en coger las armas y defender su vida frente a la bota que la quería aplastar.
Aquí encuentro uno de los puntos principales de la novela de Llamazares (por cierto que la zona donde se mueven los protagonistas de Llamazares ha sido ampliamente documentada por Secundino Serrano en sus obras sobre el maquis en León) Acercarse a las actividades de los maquis en España desde la perspectiva histórica e historiográfica quizá queda demasiado demasiado acotada y no es tan conocida. Pero que sea la literatura quien lo aborde hace que el público tenga mayor acceso a ella. Esta novela es recomendable por eso. Porque sabe trasmitir al atmósfera de los que fueron derrotados en la Guerra y de los que no se plegaron ante la imposición. Y eso condensado en apenas pocas páginas y con bastantes recursos literarios que hace su lectura amena y ligera.
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