viernes, 27 de enero de 2012

RECUPERAR LA MEMORIA PARA PENSAR EL FUTURO


Organizadas por el periódico Diagonal y por La Marabunta, y colaborando la revista Papeles, Viento Sur, La Comuna (Presos del Franquismo) y el Patio Maravillas, se van a celebrar unas jornadas que rescatarán la memoria de la llamada Transición en muchos de sus puntos y luchas. Este es el calendario de actividades

Miercoles 8 de febrero. 19:30 en el Patio Maravillas

Presentación de las jornadas. Intervienen:
Juan Carlos Monedero (UCM) y Mirta Núñez (UCM)
Emilio Silva (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica)
Manuel Blanco (El Garaje ediciones)
Se presentará la exposición de carteles a cargo de Ramón Adell (UNED)

Miércoles 15 de febrero. 19:30 en Centro Social Fe, 10

Del sindicalismo de base a los Pactos de la Moncloa. Intervienen
Pablo Carmona (Traficantes de Sueños)
Julián Vadillo (Periódico Diagonal)
Montserrat Galcerán (UCM y Universidad Nómada)

Miércoles 22 de febrero. 19:30 en La Marabunta

Niños robados en el franquismo y más allá. Interviene:
María José Esteso Poves (Periódico Diagonal)

Miércoles 29 de febrero. 19:30 en Centro Social Fe, 10

Prensa en el Tardofranquismo y la Transición. Intervienen:
Miguel Romero (Viento Sur)
Jose Manuel Medem (periodista)
Ángel García Pintado (Periodista y escritor)

Miércoles 7 de marzo. 19:30 en La Marabunta

Presos políticos ayer, luchadores hoy. El papel de los presos políticos en la Transición y la Ley de Amnistía. Intervienen:
Asociación de Expresos Políticos "La Comuna"

Lunes 12 de marzo. 19:30 en Centro Social Fe, 10

Feminismos en la Transición. Intervienen:
Justa Montero (Asamblea Feminista de Madrid)
Ex-colectivo autónomo de mujeres Ligadura

Miércoles 15 de marzo. 19:30 en La Marabunta

Movimiento estudiantil en el Tardofranquismo y la Transición. Intervienen:
Carlos V. Dominguez (militante estudiantil entre 1982 y 1992)
Jaime Pastor (UNED)
Manuel Garí (Viento Sur)
Olga Abásolo (Revista Papeles)

Viernes 24 de marzo. 12:00. Plaza de Lavapiés
Revista caminada recorriendo algunos de los lugares que fueron escenario de algunos hitos de la Transición

23, 24 y 26 de febrero. 21:00. Sala Turlituva
Teatro "Los vivos y los míos"

8 de febrero al 26 de marzo
Exposición de carteles de la Transición en el Patio Maravillas


LUGARES DE CELEBRACIÓN DE LOS ACTOS
La Marabunta (Calle Torrecilla del Leal, 32. Metro: Lavapiés o Antón Martín)
Centro Social Fe10 (Calle de la Fe, 10. Metro: Lavapiés o Antón Martín)
Patio Maravillas (Calle Pez, 21. Metro: Noviciado)






martes, 24 de enero de 2012

ANIVERSARIO DE LA MASACRE DE ATOCHA. 24 DE ENERO DE 1977


Hace 35 años, en un despacho de abogados del número 55 de la Calle de Atocha (muy cerca de donde vivía el periodista libertario Eduardo de Guzmán con su mujer Carmen Bueno) eran acribillados a balazos por un comando de la extrema derecha cinco abogados laboralistas pertenecientes a Comisiones Obreras (CCOO) y militantes de diversos partidos políticos de izquierdas. Resultaron heridas en dicho atentado cuatro personas más.

Todo ocurrió en la noche del 24 de enero de 1977. Cuando en el despacho laboralista todavía continuaba una actividad sindical frenética, un grupo de la extrema derecha, denominado “Comando Adolfo Hitler” de la organización terrorista Guerrilleros de Cristo Rey, penetraron armados en el despacho de abogados y ejecutaron contra la pared a los allí presentes. Los abogados Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz y Francisco Javier Sauquillo Pérez del Arco, el administrativo Ángel Rodríguez Leal y el estudiante de Derecho Serafín Holgado de Antonio resultaron muertos. Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Luis Ramos Pardo y Dolores González Ruiz resultaron heridos.

Un atentado terrorista de la extrema derecha que venía a culminar una escalada de atentados contra grupos de la izquierda. Una extrema derecha que campaba a sus anchas, que contaba con apoyo de policías y parte del Ejército y con la mirada hacía otro lado del gobierno. Armados sembraban el terror por donde quieran que pasaban. Utilizando la excusa de ETA y del GRAPO como antagonistas en la izquierda, agredían a militantes de todas las organizaciones políticas y sindicales. Un reciente documental titulado Ojos que no ven relata los crímenes de la extrema derecha desde la Transición hasta la actualidad, con una escalofriante lista de asesinados al final del mismo.

Los asesinos de los abogados laboralistas de Atocha tienen nombres y apellidos. Todos ellos militantes de partidos como Falange o Fuerza Nueva. Francisco Albadalejo, que era secretario provincial del Sindicato Vertical del Transporte (organización sindical franquista), José Fernández Cerrá, Carlos García Juliá y Leocadio Jiménez Caravaca. También participó en el atentado Fernando Leros de Tejada, que huyó del país y no puedo ser juzgado. Colaborador fue también Simón Ramón Fernández Palacio, que junto con Leocadio Jiménez habían sido combatientes de la División Azul durante la Segunda Guerra Mundial. Dos perfectos fascistas. Posteriormente también se demostró la participación de fascistas italianos en el crimen. Allí estaba Carlo Cicuttini, miembro de la organización Gladio, de carácter anticomunista y terroristas. En el juicio que se celebró algunos años después (en 1980) también declararon militantes destacados de la organización fascistas Fuerza Nueva, entre ellos sus líderes Blas Piñar, que era diputado por aquellas fechas, y Mariano Sánchez Covisa. Todo un entramado terrorista de organizaciones que se amparaban en la legalidad para ejercer sus tropelías. El resultado de todo fue algunas condenas de los criminales.

Una película de Juan Antonio Bardem titulada Siete días de enero reconstruye de forma verídica aquellos luctuosos sucesos. Un periodo difícil, una llamada “Transición” mal hecha, unos criminales franquistas que tienen impunidad y una larga de lista de muertos.

Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz, Francisco Javier Sauquillo Pérez del Arco, Serafín Holgado de Antonio y Ángel Rodríguez Leal permanecerán en la memoria de los antifascistas de todos. Como otros asesinados como Agustín Rueda, Maria Jesús Nájera, etc. Un recuerdo desde esta bitácora para ellos.

miércoles, 18 de enero de 2012

Manuel Fraga y la impunidad del franquismo

Rescato este artículo que me han enviado sobre la biografía de Manuel Fraga. La impunidad del franquismo era fiel reflejo en la figura de este político que tuvo contacto con nazis como Otto Skorzeny y que justificó y apoyó todos los crímenes del franquismo (Granados y Delgado, Grimau, Ruano, los asesinado de Vitoria, etc.)

Muere en la cama, impunemente, Manuel Fraga, icono del franquismo y
responsable de los asesinatos de Gasteiz


1963. Se hace un silencio y se escucha un grito. Alguien alza la voz: "Fascista!". Según la crónica de la época de Luis Ramírez en 'España hoy': "Fraga se abrió la chaqueta, sacó pecho y contestó: ¡A mucha honra, gracias!". El dramaturgo José Bergamín no lo desdice: "En mi vida he visto mucha gente con fama de fascista o que quería profesar el fascismo, pero sólo he conocido dos de verdad: uno fue José Calvo Sotelo, la otra es Manuel Fraga".

En Europa lo ven prácticamente igual: "Escuche con atención, amigo: usted es buena persona, tanto que raya en la ingenuidad. Monsieur Fraga es un fascista, nació fascista y morirá fascista. Y no obtendrá nada de los gaullistas. Le dice alguien que ha estado luchando contra el fascismo toda su vida". Son palabras de Jean de Lipkowski, responsable de Asuntos exteriores de la UDR francesa. Palabras citadas por Jorge Vestrynge en el libro "Memorias de un maldito" (1999).
Fraga acompanya el dictador i pare polític Francisco Franco
De idéntico parecer era la familia de Luis Cernuda, el poeta que inmortalizó los versos "recuérdalo tú y recuérdalo a los otros". Cuando en plena dictadura le pidieron al ministro franquista permiso para que el poeta pudiera asistir al entierro de su madre desde el exilio mexicano, Manuel Fraga Iribarne les espetó: "¡Que se quede donde está! ¡Ya tenemos bastantes maricones en España!". Poco antes, a las mujeres de los mineros en lucha de la cuenca del Nalón de Asturias en 1962, las tildó de “piojosas”. Habían sido rapadas en el cuartel de la Guardia Civil, humilladas y paseadas por las calles de Langreo y reiteradamente golpeadas.

De Palomares a Ruano

En 1966, el ministro estrella de Franco (1962-1969) remojó sus genitales nucleares en Palomares, después de que un B-52 norteamericano perdiera cinco bombas de hidrógeno sobre la localidad almeriense. En bañador, 'inasequible al desaliento', anunció a diestro y siniestro que no había pasado nada. Pero Palomares resulto ser, después, el accidente nuclear más grave sucedido nunca en el Estado español: el 29% de la población fué contaminada por plutonio.
Iribarne es va banyar a Palomares per intentar demostrar que un accident militar no havia contaminat la platja
Cómo contaminada de mentiras, fue, en 1969, la muerte en comisaría del joven estudiando Enrique Ruano, que inspiró la canción “Que volen aquesta gent” de Maria del Mar Bonet. Fraga ató en corto la campaña de prensa impulsada por ABC -a través del periodista-policía Alfredo Semprún- para presentarlo como un 'suicidio. El ministro llamó personalmente el padre del estudiante muerto, lo amenazó y le dijo que abandonara toda protesta: le recordó que tenía otra hija de la que preocuparse. Ya se sabe que la diferencia entre mafia y fascismo es, precisamente, que no hay diferencias. Aquel mismo año, Fraga fue el encargado de dirigir la campaña del régimen "25 años de paz" y seis años después, el 24 de enero de 1969, se encargó de anunciar el estado de excepción que llenó las prisiones de luchadores obreros.

De Granados y Delgado a Puig Antich, currículum de muerte

Fraga también está, según todas las investigaciones, detrás la decisión de ejecutar a los anarquistas Francisco Granados y Joaquin Delgado, asesinados por el garrote vil trás un juicio de pantomima en 1963. Un crimen que Fraga justificó por radio y televisión. Con palabras quizás no tan exactas como las que tuvo que escuchar un reportero de Reuters el 20 de mayo de 1974 en Londres. El periodista requería a Fraga, nombrado embajador en el Reino Unido el 1973, con qué legitimidad se constituiría el nuevo gobierno. Siempre torrencial, fuera de sí gritó: “¡Con la legitimidad de las metralletas!”. Antes, en febrero de 1974, Fraga ya había recibido al director de una revista: “Usted no ha venido a verme; ha venido a interceder por Puig Antich”. Obviamente Fraga no movió un dedo. El 1975 tampoco le tembló la mano ni la voz cuando un grupo de la oposición le pidió a la embajada londinense que intercediera por los que serían los últimos fusilados del franquismo, militantes de ETA y del FRAP. El diálogo habla por si solo:

- Usted, como catedrático, estará en contra de la pena de muerte?
- A cierta gente, yo no la fusilaba. Se la tendría que colgar por los cojones –respondió Fraga.

Máximo responsable de la matanza de Gasteiz

El 3 de marzo de 1976, ya nombrado ministro de gobernación al ejecutivo protofranquista de Arias Navarro, comanda personalmente la represión al movimiento obrero autónomo de Gasteiz, que provocó la muerte de cinco trabajadores en el ataque policial a la iglesia de Zaramaga, mientras se celebraba una asamblea abierta. Fraga, el ministro más activo de Franco, fue quién ordenó abrir fuego real, quién va a popularizar entonces aquello de “la calle es mía” y quien manipuló chapuceramente el relato de los hechos. Fraga teorizó que "la responsabilidad íntegra era de los que continúan sacando gente a la calle", pero la visita propagandística al hospital para ver a los heridos no va salirle bien. "Qué vienes, a rematarlos?" preguntó el hijo de un herido. Otro familiar le cerró la puerta. "Fascista", le llamaron, "hijo de puta".
Fraga i Martín Villa van visitar els ferits de Gasteiz en un País Basc on es desfermava la revolta
Gritos que todavía resonaban en 2006, con motivo del 30 aniversario de los asesinatos impunes de Gasteiz. Entonces Lluís Llach -que compuso 'Campanades a mort' en tributo- declaró: “todos sabemos que aquello fue un acto de terrorismo de estado, ejecutado por responsables ministeriales todavía vivos, todos lo sabemos perfectamente; (…) para nosotros nunca habrá transición hasta que se pida perdón a las víctimas de Gasteiz; los perseguirá nuestra memoria por siempre jamás”.
La basílica de San Francisco de Asís es va quedar petita pel funeral dels morts de Gasteiz, amb més de 50.000 persones

Ni antes ni después ni durante Fraga retrocede. Sólo tres días después de la matanza, en rueda de prensa, Fraga levanta el brazo y escupe. "El que no haya aprendido la lección de Vitoria, él verá lo que hace (...) el que quiera plantear la lucha, la tendrà. Con todas sus consecuencias. ¡Dejémonos de pamplinas!" brama. Y se deja de pamplinas sólo dos meses después: el 9 de mayo en Navarra. Reincidiendo en la violencia estatal, llegan los muertos de Montejurra, el intento del estado franquista –con Fraga urdiendo la trama ultraderechista en conexión con los servicios secretos- para trabajar la cultura del terror y desactivar los anhelos del cambio político y social que se incubaban en el carlismo autogestionario. De aquella época es otra cita bíblica de Fraga Iribarne: "el mejor terrorista, el terrorista muerto". En 1983 Fraga ficha a Rodolfo Eduardo Almirón, ultra de la siniestra Triple A argentina, como jefe de seguridad de Alianza Popular. Nada extraño: en 1964 Fraga se dirigía por carta a Otto Skorzeny, miembro de las Wafen-SS residente en Pollença (Mallorca) y directamente vinculado en la red Odessa de fuga de antiguos dirigentes nazis.
Un document oficial signat per Fraga Iribarne com a ministre de la dictadura franquista

De Pinochet a Guatemala pasando por Banzer

Franquista resistente, fundador de AP y el PP y a la vez ‘padre de la constitución’, el tiempo mediocre de la farsa de la transición y el camuflaje de la reconversión no van arreglar nada. Franquista de pura cepa, en 1986 propone una ‘marcha sobre Gasteiz’, al estilo mussoliniano de la marcha sobre Roma, para forzar un golpe de estado. En 1999 dice a los militares guatemaltecos responsables de 34 años de genocidio: “Teniente Fraga a las órdenes de todos ustedes. En España desde 1936 hasta la muerte del Generalísimo transcurrió una transición social muy importante: la larga paz”. En el 2000 visita al exdictador boliviano Hugo Banzer y a la salida declara: “Me honra mantener una vieja amistad con el General, por quien tengo admiración”. Tres días más tarde defendía a Pinochet públicamente.

Siempre opuesto abiertamente al esclarecimiento del caso GAL, el 2002, en un documental sobre la guerra sucia en el País Vasco, calificó como “movimiento de autodefensa” el terrorismo de estado con conexión ultraderechista (Batallón Vasco Español, ANE, ATE) de la transición política española y añadió, enigmáticamente, que "volvería a producirse en los próximos tiempos”. Cuatro años después, en una entrevista a ‘El Pais’ el 30 de abril de 2006 afirma no arrepentirse para nada del fusilamiento de Julian Grimau. Fraga fue el encargado de anunciar la ejecución, firmó personalmente la condena –Franco lo requirió a todos los ministros- y tildó al dirigente comunista del PCE cómo “ese caballerete”. De nuestra cultura y nuestro país ya había dicho, el 1968, "Cataluña ... la ocupamos en 1939 y estamos dispuestos a ocuparla tantas veces como sea necesario".

La Galicia caciquil

No cabe todo el olvido condensado en una pieza. Impulsor de la Galicia más caciquil y regionalista, designador de Aznar como sucesor y adulador de los golpistas del 23F ("personas llenas de buena voluntad"), constructor de un sistema férreo de censura desde la Xunta de Galicia, urdidor de la corrupción en el voto de los inmigrantes gallegos dispersados por el mundo, minimizador del holocausto nazi, feroz con el feminismo, comprador de doctorados honoris causa a universidades de países pobres, numerosas biografías -alguna inmediatamente retirada por las falsedades que incorporaba- han intentado maquillar su pasado y presente, incluso el desastre del Prestige que va arruinar la costa da morte gallega. Autopresentandose como el tercer gran prohombre del conservadurismo español eterno: Cánovas, Jovellanos y él. La historia concreta y despeja la crónica de un personaje que fué el último gobernador fascista de Europa. Así lo califica el periodista gallego Gustavo Luca de Tena, autor del lúcido ‘Retrato de un fascista', publicado el 2002 por Kalegorria.

Argentina investiga hoy

Tiempo a contratiempo, este mismo enero, la justicia argentina a través de la magistrada María Servini reactiva las investigaciones sobre los crímenes del franquismo. Solicitaba al ejecutivo español los nombres de los ministros y jefes de las fuerzas represivas entre 1936 y 1977. El Estado no ha respondido todavía, pero apelando a los principios de justicia universal la Comisión de Recuperación da Memoria Histórica da Coruña entregó por voluntad propia los datos referidos a Manuel Fraga. En la documentación facilitada, sintetizan que "Manuel Fraga tendría que formar parte de la causa que la jueza Merini tiene abierta en Argentina para investigar los crímenes del franquismo, puesto que desde el Consejo de Ministros fue partícipe y cómplice de toda la política represiva: fusilamientos, encarcelamientos, campos de concentración, despidos, exilio, Tribunal de Orden Público, graves violaciones de los derechos humanos, expedientes a periodistas, cierre de medios y asesinato de trabajadores ".

Todo está escrito en las paredes e inscrito en los dolores acumulados. Cruel rigor de impunidad, cuando se hurga, la memoria siempre quema. Quizás hoy, por eso, resuenan tanto, como nunca antes, los versos que Mario Benedetti dedicó a Ronald Reagan cuando murió. Y que concurren hoy, puntualmente a la cita de la justicia, no a la memoria de Fraga Iribarne, sino a la memoria de todas sus víctimas. Negadas. Silenciadas. Olvidadas. Tres veces asesinadas ya: por órdenes de Fraga, por la transición de la amnesia y por el olvido de la presunta democracia. En el año 2000 el Estado que reconocía a Fraga como senador negó que los asesinatos de Gasteiz fueran víctimas del terrorismo. De Estado.

'Recuérdalo tú y recuérdalo a los otros' escribía Cernuda. Un país con memoria, incluso un país normal, no recordaría hoy con loas, cantarelles y elogios el nombre siniestro del verdugo, que es a la vez presidente honorífico del PP, padre constitucional e incontinente defensor de la 'legitimidad de las metralletas' que ganó la transición. 'Fraga, pasión por la libertad' ha dicho Mariano Rajoy: qué asco!. Un país con una mínima memoria vindicaria otros nombres. Tantos. Para empezar, los de los cinco obreros asesinados impunemente a Gasteiz, para empezar: Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro, José Castillo y Bienvenido Pereda. Memoria alternativa contra el fraude de la historia oficial, todos ellos han vuelto hoy para quedarse.

Para recordarnos, desde la dignidad de los vencidos, que mientras Fraga muere en la cama, ellos viven, maldicen y perviven todavía. Hoy, más que nunca. Y ahora mismo; contra el horror del olvido, la desvergüenza de la hipocresía y la crueldad de la impunidad. Con Walter Benjamin gritando contra el viento: "mientras ellos sigan ganando, ni los muertos se salvarán". Y con los versos de Brossa -Final!- del 20N de 1975 resonando por todas partes: "Tenías que haber tenido otro fin/ te merecías, hipócrita, un muro a / otro vallado. Tu dictadura, / tu puta vida de asesino, / qué incendio de sangre! Podrido verdugo..."


lunes, 9 de enero de 2012

LA CONTRIBUCION DEL ANARQUISMO A LA DEFENSA MADRID. 75 ANIVERSARIO


Mi último artículo publicado en el periódico CNT. Un recuerdo a la contribución del Movimiento Libertario en la Defensa de Madrid

“El momento actual es grave. Acaso suene pronto la hora de que todos, absolutamente todos cuantos tenemos el valor de llamarnos antifascistas en Madrid, tengamos que demostrar con hechos nuestro amor a la ideología que defendemos”.
Con este texto se abría un artículo del periódico CNT el 4 de noviembre de 1936. Ese día se había constituido un nuevo gobierno presidido por Francisco Largo Caballero donde se incluían a cuatro libertarios. Juan Peiró para el Ministerio de Industria, Juan López al Ministerio de Comercio, Federica Montseny al Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales y Juan García Oliver al Ministerio de Justicia. Y con su voto en contra se acuerda el traslado del gobierno de España de Madrid a Valencia.
Las tropas de Franco tenían la mira puesta en la capital de España. Muchas veces en un conflicto o una batalla, el símbolo es mucho mas importante que la estrategia. Y ese era el caso de Madrid durante la Guerra Civil. Estratégicamente había puntos más importantes para la España republicana (como por ejemplo la siempre postergada toma de Zaragoza) Pero Madrid era la capital. Madrid era un símbolo. Al igual que en Barcelona, en julio de 1936 los trabajadores y trabajadoras aplastaron la sublevación en el Cuartel de la Montaña. Desde entonces Madrid resistió. Y Franco no cejó en un empeño de conquistarla.
A favor de los sublevados estaba cuatro columnas que lo acechaban por todos los frentes y una Quinta Columna que causaba estragos en la retaguardia republicana. Pero en contra tenían todo el entusiasmo del pueblo madrileño que no se iba a dejar arrebatar tan fácilmente la capital.
Esa huida del gobierno a Valencia viene aparejada con la constitución de la Junta de Defensa de Madrid, donde la CNT en la Consejería de Industria de Guerra con Amor Nuño, secretario general de la Federación Local de Sindicatos Únicos de Madrid y en Información y Enlace con Mariano García Cascales de las Juventudes Libertarias. Pero esa huida del gobierno al Valencia es tomada por los anarquistas madrileños con el popular grito de ¡Viva Madrid sin gobierno!
Nadie creía que Madrid se podía mantener. Al frente de la defensa militar se quedó José Miaja, que presidía la Junta de Defensa, y Vicente Rojo, con diferencia el mejor militar de toda España en aquel momento.
El pueblo de Madrid se hecho a la calle. Las organizaciones obreras organizaron la defensa. El frente era el propio Madrid. Toda la ciudad estaba rodeada de trinchera. Durante el mes de octubre las fuerzas sublevadas habían alcanzado las puertas de la capital. La Casa de Campo, las inmediaciones de Príncipe Pío, etc., era escenario de encarnizadas batallas. La Quinta Columna, compuesta por falangista y derechistas, torpedeaban en el interior la labor de defensa. Para el control en la retaguardia fueron fundamentales las organizaciones obreras.
Cuando parecía que en aquella madrugada del 6 al 7 de noviembre Madrid iba a caer, la habilidad defensiva de las fuerzas antifascistas, el entusiasmo del pueblo y el haber interceptado las pretensiones de los sublevados, sirvieron para resistir y aguantar a Madrid en zona republicana.
Junto a los sindicatos libertarios hay que destacar la labor de sus unidades milicianas. Cipriano Mera se convierte en un hombre fundamental en esta resistencia. Anarquistas como Benigno Mancebo, Feliciano Benito, Lorenzo Iñigo, etc. Toda una serie de anarquistas que antes de la sublevación militar habían hecho de la CNT una de las organizaciones sindicales mas poderosas en algunos sectores laborales de la capital. Igualmente su participación en los grupos anarquistas de la FAI que dinamizaron la propaganda anarquista durante todo el periodo republicano. Cuando les tocó defender la capital frente al ataque del fascismo estuvieron a la altura de la circunstancias.
Igualmente las plumas de Eduardo de Guzmán, de Nobruzán y sobre todo de Mauro Bajatierra hicieron tanto por la Defensa de Madrid como las balas en las trincheras.
Pero hay que recordar que en auxilio de esa defensa, que duró semana, acudió Buenaventura Durruti y su columna. Desplazándose desde su cuartel general en Bujaraloz (Zaragoza) Durruti llegó a la capital para reforzar con sus milicianos la tarea que los madrileños y madrileñas estaban llevando a cabo. La misión que las organizaciones obreras, incluidas las libertarias, estaban desarrollando. El empuje que la Brigadas Internacionales habían mostrado. Y Durruti, que consideraba Zaragoza un objetivo prioritario, bajo a Madrid a defender la capital. Y allí encontró la muerte por una bala el 20 de noviembre de 1936. Un duro revés para el movimiento libertario y para la causa antifascista. Un tributo que el anarquismo dio a la Defensa de Madrid.
Algunas lecturas malintencionadas de determinados documentos han vinculado a la CNT y a Amor Nuño como los protagonistas y ejecutores de las matanzas de Paracuellos del Jarama en noviembre de 1936. Los presos derechistas que se encontraban en Madrid iban a ser trasladados a otras prisiones de la España republicana. Pero en el camino del traslado, a la altura de Paracuellos del Jarama y de Soto de Aldovea, muchos de ellos fueron ejecutados. La aparición de un documento en los Archivos de la CNT en la Fundación Anselmo Lorenzo llevó a afirmar que la CNT estaba detrás de la matanza, junto con las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Es fácil hoy echar la culpa al movimiento libertario y a los sovietistas de este asunto. Pero cuestiones puramente histórica desechan esta hipótesis. En primer lugar el documento establece una división de presos y efectivamente en el primero de ellos se habla de “ejecución inmediata”. Una ejecución, que con el pánico ante la posible entrada de tropas de Franco y la unión de todos estos derechistas a las filas franquistas, se hizo en el mismo Madrid. Es el segundo grupo de catalogación que dice “traslado a Chinchilla” donde se cortocircuita el acontecimiento. Esos son los presos que son ejecutados en Paracuellos. Y sobre ellos el documento no habla de ejecución de ningún. Igualmente los Batallones de Etapas, que realizaban los traslados de los presos, no estaban en manos de los libertarios, sino que eran de obediencia comunista. Orden Público está también en manos de la JSU. Es una temeridad achacar la culpabilidad sobre una persona o una organización. Probablemente en la Junta de Defensa todos supieron lo que sucedió. Pero no tenían casi capacidad de maniobrar. Igualmente se pasa por alto que todas estas sacas son frenadas por los anarquistas. García Oliver emite un decreto de clausura de prisiones de partidos y sindicatos. Acuerdo que es acatado por Orden Público en Madrid. Y con la llegada de Melchor Rodríguez, militante de la CNT y de la FAI, a la Dirección General de Seguridad no se produce ninguna saca más.
Y a pesar de todos los inconvenientes, de todas las dificultades, de tener todo en contra, Madrid permaneció en zona republicana. Franco no pudo tomar la capital. No sería el último intento de los sublevados. Lo volvieron a intentar en 1937, en las batallas del Jarama y de Guadalajara. También fueron vanos los esfuerzos. Madrid cayó por agotamiento. Nunca fue tomado por ninguna batalla por los sublevados. Siempre que lo intentaron, fracasaron. Madrid siempre resistió.
Y la labor del movimiento libertario, de los hombres y mujeres de la CNT, de la FAI, de las Juventudes Libertarias y de Mujeres Libres resultó fundamental para esta defensa. Un tributo, que hoy, 75 años después de los acontecimientos, es de recibo que se recuerde.
Julián Vadillo Muñoz