viernes, 18 de diciembre de 2020

FUTBOL Y MOVIMIENTO OBRERO. RESEÑA DE UN LIBRO PARA LEER EN VERANO

 


Artículo publicado en el diario digital El Obrero

Puede parecer una relación imposible y sin embargo es un binomio que va unido. Incluso en muchas etapas de la historia puede ser difícil desgajar el deporte del movimiento obrero. Aquí nos vamos a centrar más en el fútbol, un deporte amado por millones de personas y denostado por otros tantos. Es evidente, que unir determinados conceptos a veces se antoja complicado, más teniendo en cuenta que el mundo del fútbol no deja de ser un negocio donde se mueve miles y miles de millones: el concepto de la mercantilización del deporte. Sin embargo, lejos del negocio que para algunos se ha convertido, el deporte no deja de ser deporte. Una actividad física de enorme importancia. Es más, en el caso del fútbol, ya solo su concepción de deporte de equipo hace que la cooperación entre los jugadores sea parte esencial de la finalidad de este. Conjuntar a once jugadores (o siete o cinco, si hablamos de las variantes de Futbol 7 o Futbol Sala) es un ejercicio de juego de equipo realmente importante. Pero también de valores, de apoyo mutuo entre los jugadores, de entendimiento humano entre las personas que componen el equipo.

                No es el objeto de este pequeño texto reivindicar los valores cooperativos del fútbol. Para lo amantes de este deporte su historia es igual de importante y esconde muchas cuestiones que son desconocidas para el gran público, sean aficionados o no. Recientemente, la editorial Los libros de la Catarata ha publicado un libro con el título Fútbol y anarquismo, escrito por Miguel Fernández Ubiría, con prólogo de Carlos Taibo y epílogo del exfutbolista Ángel Cappa. Tengo que reconocer, que como aficionado al fútbol y socio-seguidor de unos de los equipos de este país, este título no podía pasar desapercibido en mi biblioteca. Además, se viene a unir a una lista de libros sobre estos temas que, algunos más clásicos y otros más recientes, colocan al fútbol como un eje vertebrador de las ideas revolucionarias y de izquierdas. Así, a bote pronto, podíamos citar el libro de Eduardo Galeano El fútbol a sol y sombra o el más reciente de Quique Peinado Futbolistas de izquierdas, donde recupera unas caras del fútbol poco conocidas. Podíamos destacar también el interesante trabajo del historiador Alejandro Quiroga con el título Goles y banderas. Fútbol e identidades nacionales en España. No son los únicos. En breve verá la luz un libro que promete ser muy interesante: Venidos del frío de Manuel Vega y Francisco Herranz que analizará distintas generaciones de futbolistas de la URSS.

                No es el propósito aquí hacer un estado de la cuestión, que tiene multitud de libros que trabajan estos temas, sino centrarnos un poco en el libro de Fernández Ubiría y destacar sus virtudes. Yo tengo que reconocer que muchas de las cosas que el autor nos cuenta en el libro las conocía. Unir dos de mis pasiones como es el fútbol y la investigación del movimiento anarquista te lleva a estas cosas. Pero leyendo las páginas del libro te das cuenta de que este libro está escrito para los profanos, para aquellos que aun gustándoles el fútbol (quizá la gente más joven) no conoce estas historias. O, incluso, para aquellos que son enormemente críticos con la práctica de este deporte desconoce historias de interés de equipos que marcaron una época o que la siguen marcando.

                El libro tiene una estructura precisa y concreta. Los orígenes del fútbol, donde el autor con muy buen criterio y con conocimiento de causa (se nota que es buen aficionado a este deporte) nos indica como se populariza un deporte que no nació como tal. Posteriormente, lo que hace es un recorrido histórico por los distintos países donde ha localizado equipos que se pueden incluir dentro de la categoría de “anarquistas” por su origen o por su estructura. Por estas páginas desfilan el Argentinos Juniors, cuyo primer nombre fue Mártires de Chicago, el Basáñez de Uruguay, el RNK Split (muy buena apreciación del autor, pues hay un error constante de confundir este equipo con el Hadjuk Split), el Red Start de París, etc. Luego incluye también una categoría de equipos que sin ser anarquistas o tener orígenes anarquistas, sí que tiene una estructura interna diferente o una masa social crítica con el modelo social capitalista. Aquí estaría el afamado Sankt Pauli de Hamburgo (recomiendo aquí la lectura del libro de Carles Viñas y Nacho Parra sobre este equipo), por su fuerte vinculación antifascista y contra la homofobia, el Corinthians Paulista que a través de personajes como Sócrates introdujo la llamada “democracia corinthiana”, el Rayo Vallecano de Madrid por el fuerte compromiso de su afición con las causas sociales en el barrio y en general o, históricamente, el Júpiter Fútbol Club de Barcelona, del que se tiene constancia de la afición que a él tenía libertarios como Buenaventura Durruti. Son diversos equipos de Alemania, Argentina, Chile, Brasil, España, Croacia, Inglaterra, etc., los que desfilan por este interesante texto.

                Resaltaré aun más. Me ha gustado mucho el capítulo dedicado al futbol alternativo y futbol popular, que en los últimos años nos esta completando un mapa del aficionado a este deporte que nos indica que las cosas en el futbol se pueden hacer de otra manera. Por la cercanía, me ha gustado mucho la cita al Atlético Club de Socios o la existencia de otras experiencias, que no dejan de ser famosas, como FC United of Manchester. También equipos de accionariado popular como es el caso del AFC Wimblendon. También que rescate que no solo existe las ligas nacionales, la Champions League, la Europa League o la Copa Libertadores. Muchos de estos equipos han estructurado sus propias ligas e, incluso, campeonatos internacionales. Otros participan de las ligas oficiales de sus distintas federaciones solo que su funcionamiento es muy distinto. Pero lo que si hay cada vez más son aficionados que acuden a los estadios con una bufanda de su equipo y otra con los colores verde y amarillo, símbolo de la lucha contra las sociedades anónimas.

                Quizá, como toda reseña de un libro, podríamos poner algunos matices al libro. El primero el título pues quizá el anarquismo está a lo largo del libro mezclado con otras iniciativas. Resalta muy bien la importancia del movimiento anarquista en la fundación de muchos equipos de futbol pero no todos los equipos de futbol que aparecen en el libro son de origen anarquista. Sería una apreciación. Por otra parte, si destacar que quizá hay una cosa que no se ha incidido en todos los casos o se podía haber tocado en otros. Es la cuestión de la masa social. Históricamente (y actualmente también), ha habido equipos cuyas directivas tenían una concepción de este y, sin embargo, su afición y masa social era diametralmente opuesta. El caso de Rayo Vallecano es más que paradigmático. Pero históricamente también ha existido. Recuerdo que cuando hacía mi tesis doctoral localicé numerosos carnés de la UGT y de la CNT madrileña y junto a ellos carné de socios del Atlético de Madrid. No dejaba de ser el club colchonero un equipo de Cuatro Caminos, barrio obrero por excelencia donde la fuerza sindical era importante. Pero es que esos trabajadores, junto a su militancia, eran aficionados al futbol, y el Atlético no dejaba de ser el equipo del barrio. Esto es algo por investigar, al igual que las directivas republicanas que tuvo el Madrid FC (el actual Real Madrid), con personajes como Rafael Sánchez-Guerra o Antonio Ortega. Es verdad, que el final de la Guerra Civil y la victoria de las fuerzas franquistas demolieron estas cuestiones y el rol de estos equipos cambió por completo.

                Son puntualizaciones que no empañan un gran trabajo. Hay que felicitar a Miguel Fernández Ubiría por haber recopilado este buen montón de equipos de futbol que nos indica que las cosas se pueden hacer de otra manera. Hay agradecer al autor el esfuerzo de plasmación de unos equipos y sus orígenes, muchos de ellos desconocidos para el gran público. Si tiene oportunidad no dejen de leer esta magnífica obra. Los aficionados al fútbol estamos de enhorabuena con ella.