lunes, 21 de diciembre de 2015

EL REY O LA DESACELERACIÓN DE LA HISTORIA

Artículo publicado en la edición digital del periódico Diagonal

Hay muchas formas de abordar de la Historia de España. Esa es la riqueza de la ciencia histórica. Lo podemos hacer a través de sesudos trabajos de investigación, de buceos en archivos, bibliotecas y hemerotecas. Lo podemos hacer, igualmente, en libros más livianos, más divulgativos. También se puede poner al alcance del gran público a través de una buena novela histórica que conjugue los hechos reales con la libre creación del escritor. Y también se puede hacer a través del teatro.
Esta última opción es la elegida por Alberto San Juan en el Teatro del Barrio para hacer un repaso a la vida de Juan Carlos I. Y lo hace él mismo, por el texto que ha creado, junto a dos grandes actores: Guillermo Toledo y Luis Bermejo.
La obra comienza con el rey Juan Carlos I (Luis Bermejo), sentado en su trono real, con cara espasmódica mientras comienzan a aflorar los recuerdos de su historia. A partir de ahí, con tecnicas como el flash back, la biografía lineal y la aparición de diversos personajes para contar la historia de España, se construye la que ha sido la historia del Rey. Una historia que tiene hechos contrastado y otros hipotéticos. Que conjuga la historia política política con la personal, la económica con la de alianzas, etc. Y todo a través de la figura de Juan Carlos I, el elegido por Franco para sucederle.
Esta obra de Alberto San Juan trata temas que nadie se atreve a trabajar. Incluso desde el propio mundo académico. Que Franco dio un golpe de Estado en julio de 1936 y tras una Guerra Civil y años de plomo de dictadura impuso a fuego y sangre su mandato personal a los españoles es algo que ya no hay que poner en duda. Pero el mantenimiento de la dictadura franquista no solo hay que reducirlo a la manu militari del dictador. Los juegos de despacho, las alianzas políticas, los movimientos de pieza para mantenerse en el poder son fundamentales para entender esa larga dictadura. Porque el problema de cualquier dictadura es como hacerla pervivir, como conseguir la sucesión. Y Franco lo tenía claro. Había que emparentar la dictadura con la casa Borbón. Y por ello elegió a Juan Carlos. El exilio de Juan de Borbón en Estoril sirvió para que éste tejiese y moviese sus redes con la finalidad de poder llegar al trono de España. Juan de Borbón tomó contacto con la oposición antifranquista pero también con Franco. Y era evidente que el dictador no se fio nunca de áquel que le dio un apoyo explicito durante la Guerra Civil. Pero eligió a su hijo. En 1948, Juan Carlos se traladó a España y fue educado por orden de Franco. No era oficial pero ya tenía en mente su sucesor. Los intentos de Juan de Borbón por retornar al trono, la batalla perdida de Javier de Borbón y Carlos Hugo de Borbón-Parma (los carlistas) o las bravuconadas de Carlos VIII, eran inútiles pues el destino ya estaba marcado.
La obra de Alberto San Juan narra con indudable buen criterio histórico pero gran carga de humor y dramatismo esta elección. Así como la formación en la España franquista de Juan Carlos, el incidente que acabó con la vida de su propio hermano Alfonso y como poco a poco Juan Carlos se fue haciendo con un hueco en esa España gris de la represión para alcanzar el trono.
Alrededor de estos personajes principales (Juan Carlos, Franco y Juan de Borbón), van surgiendo con el tiempo otros que juegan un papel fundamental en el desarrollo de la política española. Luis Carrero Blanco, Henry Kissinger, Garrigues Walker, etc. Juan Carlos fue elegido sucesor de forma oficial en 1969, aunque desde la Ley de Sucesión de 1947 era vox populi.
La obra no deja hilo suelto. La hipótesis del asesinato de Carrero Blanco como consecuencia de las malas relaciones con Estados Unidos queda plasmada. Tampoco olvida la obra, como no podía ser de otra manera, a la España derrotada de la Guerra Civil. Aquí juega papel fundamental la figura de Chicho Sánchez Ferlosio, representado por Guillermo Toledo. Muestra también la obra como fue una dictadura que nació asesinando y murió asesinando. Desde como Franco presume ante Juan de Borbón que ha ganado la guerra y ha fusilado a miles hasta la recreación de la muerte de Salvador Puig Antich (que luego planeará durante algunos momentos de la obra) y el recuerdo a los últimos fusilados del franquismo el 27 de septiembre de 1975.
Pero la obra no para con la muerte de Franco. Siguiendo la propia frase del dictador que “todo esta atado y bien atado”, se aborda la Transición. Y se plantea esa Transición como ese pacto de élites del franquismo con una oposición antifranquista, para mantener las bases fundamentales del sistema. Dos figuras son centrales en este periodo en la obra. Adolfo Suárez y Felipe González. El primero como el mejor baluarte para mantener los privilegios de la dictadura, para que asegurarse a través de la Ley de Reforma Política (1976), la Ley de Amnistía (1977) o la Constitución (1978) que no va a haber juicios contra la dictadura. De hecho, la figura del Rey, el designado por Franco, se tiene que mantener. La figura de Felipe González viene a finiquitar el proceso. Gana el PSOE en 1982, la figura del Rey se comienza a desgajar de la imagen de la dictadura. Se inaugura la cultura del pelotazo.En sucesivos dialogos los personajes de la muestran que para mantener toda esa estructura hay que dar prevendas. Ahí queda explícito los supuestos negocios del rey, los acuerdos con países donde la democracia brilla por su ausencia. Y abordan también el polémico 23-F, el golpe de Estado, donde se vuelven a poner encima de la mesas hipótesis plausibles pero que de momento, debido a la imposibilidad de acceder a la documentación, no se puede demostrar.
El final de la obra es la muerte del Rey y su traslado a El Escorial. Será el último rey que se entierre allí.
 Estamos ante una gran obra de teatro. Por muchos aspectos. Porque pone el dedo en la llaga de muchos asuntos espinosos de la historia de España de los últimos 70 años que no se ha querido abordar. Porque ofrece una visión crítica de la historia de la Transición y no la dulce imagen que se ha intentado trasmitir. Y porque se pone en tela de juicio a lo que se considera cuasi sagrado por muchos sectores: la institución monárquica. Junto a esto le unimos una magnífica puesta en escena y tres grandes actores. Solo queda felicitar a Alberto San Juan, Guillermo Toledo, Luis Bermejo y a todo el equipo del Teatro del Barrio. Cuando dicen que el llamado régimen del 78 esta en proceso de descomposición, es fundamental poder ver obras como esta. Nos ayuda a entender muchas cosas que no solo tiene que estar en conocimiento de los historiadores sino de la gente en general.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

CUANDO LOS MILITARES SE SUBLEVARON POR LA LIBERTAD

Artículo publicado en la edición digital del periódico Diagonal, escrito por los historiadores María Losada Urigüén y Julián Vadillo Muñoz, en el aniversario de la sublevación de Jaca de diciembre de 1930.

En 1956, la colección Temas Españoles, en su entrega 64, ofrecía un folleto sobre los sucesos de Jaca de diciembre de 1930. Temas Españoles fue una colección impulsada por el franquismo entre 1952 y 1978 donde se ofreció la imágen del régimen en numerosas cuestiones relacionadas con la historia, la cultura y el folklore en España. Este cuadernillo lo escribió el comisario de policía Eduardo Comín Colomer, una de las pocas personas que durante el franquismo escribió sobre el movimiento obrero, evidentemente con la visión propia del franquismo. Teniendo como tenía los archivos incautados a las organizaciones obreras a su alcance no le fue difícil acceder a ellos y dar rienda suelta a su imaginación.
En dicho folleto, el comisario Comín Colomer, habla de la sublevación de Jaca de diciembre de 1930, como una suerte de conspiración francmasónica y comunista, en un momento de caos político que antecedió a otro momento de más caos, la Segunda República española. Esta fue la visión que durante mucho tiempo se mantuvo en el imaginario de una sociedad que el franquismo absorbió. Hoy quizá, más que estas visiones estrambóticas, lo que queda de Jaca es un manto de olvido. Cuando estamos en un momento de aniversario del hecho, merece la pena rescatar el acontecimiento.

La oposición a la dictadura de Primo de Rivera

Cuando en septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera Orbaneja dio un golpe de Estado con el beneplácito del rey Alfonso XIII e instauró la dictadura, el futuro de aquellos que en los años precedentes habían intentado dar un giro a la política española estaba marcado. Aun así fueron distintas las actitudes. Mientras republicanos, anarquistas y los escasos comunistas que existían fueron perseguidos y sus centros clausurados, los socialistas se integraron en algunas estrucutras de la dictadura, como los Comités Paritarios (según los ugetistas siempre que estos fueran elegidos democráticamente) y Francisco Largo Caballero llegó a auparse a una consejería de Estado.
Las organizaciones perseguidas fueron protagonistas de numerosos intentos de derrocamiento de la dictadura y de la monarquía. Los sucesos de Vera de Bidasoa de 1924, la “Sanjuanada” en 1926 y numerosas conspiraciones que se fraguaban en el exilio pusieron como protagonistas a republicanos y anarquistas que estaban a la cabeza de dichas conspiraciones. Personajes como Marcelino Domingo, Miguel de Unamuno, Santiago Ramón y Cajal, Manuel Buenacasa, Mauro Bajatierra, Eduardo Barriobero, etc., pasaron a ser protagonistas del periodo. Personalidades que luego jugaron un papel primordial en la Segunda República. A la altura de 1928, los socialistas comienzan a abandonar sus posiciones colaboracionistas y se unen a la oposición antimonárquica. Esto dio lugar a que el 17 de agosto de 1930 naciese el Pacto de San Sebastián, inicio del proceso de la Segunda República. Participaron todas las fuerzas menos los anarquistas, aunque estos siguieron el proceso muy de cerca y participaron de acciones del mismo como veremos. Cuando Primo de Rivera dimitió y se estableció la llamada “Dictablanda” de Berenguer, la suerte la monarquía estaba echada. Solo faltaba saber el precio que iba a costar su proclamación.

La sublevación de Jaca

La unión de las fuerzas antimonárquicas posibilitan el empuje de sectores que durante mucho tiempo buscaban un cambio de régimen. Los militares españoles habían sido un colectivo que habían aunado en su seno desde sectores ultraconservadores hasta sectores progresistas. A pesar que desde 1907 y la Ley de Jurisdicciones había puesto a los militares en la política española como protagonistas, siendo el rey el cabeza de ellos, siguieron existiendo en el ejército sectores de miltiares republicanos, retomando una tradición iniciada en el siglo XIX, que no dudaban en la conspiración para alcanzar sus objetivos. Alguno de esos militares fueron francamente avanzados, como el caso de Fermín Galán, por sus enormes conocimientos de la política española y su ideología política a caballo entre el republicanismo y el anarquismo.
Esta efervescencia revolucionaria llevó a un grupo de militares en Jaca a sublevarse contra la monarquía. Una sublevación en consonancia con el comité revolucionario surgido a raiz del Pacto de San Sebastián. Entre esos militares estaban el propio Fermín Galán, Ángel García Hernández, Salvador Sediles y Miguel Gallo. Galán llevaba tiempo preparando el movimiento en contacto con sindicalistas y anarquistas aragoneses, entre ellos el escultor Ramón Acín (fusilado por los franquistas en 1936). El objetivo era una sublevación militar con el respaldo del movimiento obrero declarando huelga general para colapsar el régimen monárquico.
Pero los planes no salieron bien. El gobierno y la Dirección General de Seguridad, encabeza por Emilio Mola, estaban al tanto de los movimientos revolucionarios. El levantamiento antimonárquico se fue aplazando y al final Galán y su grupo decidió sublevarse el 12 de diciembre de 1930. Casares Quiroga, integrante del Comité Revolucionario, se desplazó hasta Jaca para persuadir a Galán que era pronto para el levantamiento, pero como dijo él mismo “llegó a horas intempestivas” y se quedó dormido, produciendose la sublevación que tuvo un desenlace fatal. La idea era una sublevación general el 15 de diciembre, pues en Madrid había un entendimiento entre militares como Ramón Franco, el Comité Revolucionario y el movimiento anarquista. Galán decidió anticiparse unos días.
Una vez que se produce el movimiento tomó todos los centros neurálgicos de Jaca, proclamó la República, se nombró alcalde a Pío Díaz Pradas y se izó la bandera tricolor confeccionada por el sastre Lucas Biscós. El objetivo posterior era ir hacía Huesca, pero las tropas de Galán fueron lentas a la hora de movilizarse y eso dio tiempo al gobierno de Berenguer de reaccionar. Las columnas gubernamentales salieron al encuentro de las tropas de Fermín Galán desde Zaragoza y Huesca. Hubo enfretamientos con la Guardia Civil y el día 13 de diciembre, en el santuario de Cillas, se produce el encuentro entre las tropas de Galán y las gubernamentales. Hay enfrentamiento y Galán mandó el alto el fuego a sus tropas. Estas obedecieron pero las tropas gubernamentales siguieron descargando fusilería. Los sublevados comienzan a huir. Galán se negó. El golpe había fracasado. En el pueblo de Biscarrués, Fermin Galán y el resto de militares, se entregaron.

Consejo de Guerra

El domingo 14 de diciembre de 1930 se celebró el consejo de guerra presidido por el general Arturo Lezcano. Duró tan solo 40 minutos. Fermín Galán y Ángel García Hernández fueron condenados a muerte y ejecutados ese mismo días (a pesar de ser domingo) en el polvorín de Fornillos (Huesca). El resto de militares, como Salvador Sediles, fueron también condenados a muerte, pero con la proclamación de la República fueron indultados.
Desde ese momento las figuras de Galán y García Hernández pasaron al imaginario colectivo del republicanismo y de los antimonárquicos. Cuando el 14 de abril de 1931 se izó de forma oficial la bandera tricolor, ya eran conocidos como “los mártires de las República”.
Quedan para la historia la idea y la acción de esos dos militares que intentaron cambiar el curso de los acontecimientos con una idea de libertad.

Fermín Galán, protagonista

Fermín Galán Rodríguez nació en San Fernando, Cádiz, en 1899. Creció en un ambiente castrense. Con once años ingresó en el Colegio de Huérfanos de Guerra de Guadalajara. Se licenció en la Academia de Infantería de Toledo en 1918 y pronto fue destinado a Marruecos. Allí vivió la guerra en primera persona y fue formándose una opinión contraria a la dictadura de Primo de Rivera. Fruto de este desencuentro fue “La barbarie organizada”, libro de protesta que escribió en 1925.
Su disconformidad con la dictadura se materializó en su intervención en la insurrección de la Noche de San Juan, en 1926. Fue detenido por su implicación e internado en la cárcel de Montjuic. Allí estableció contacto con militantes de extremas izquierdas y anarquistas. Aprovechó su encierro para documentarse ideológicamente y, animado por sus amigos libertarios, escribió “Nueva Creación”, la síntesis de su pensamiento.
Galán basculaba entre el anarquismo y las extremas izquierdas republicanas. Reivindicaba una república federal y social que tenía sus bases en el sindicato y el municipio. En su opinión, ésta debía servir de transición hacia una nueva sociedad cuyos principios serían la educación racional, la igualdad legal para ambos sexos y la búsqueda del equilibrio entre el respeto a la libertad individual y el bienestar general.
En diciembre de 1930 lideró el Levantamiento de Jaca y trató de proclamar la República en aquella plaza. Su fracaso terminó con su fusilamiento y el de su compañero Ángel García Hernández. Tras este hecho surgió el mito de los “Protohéroes de la República”. Durante el Advenimiento de la II República, el recurso a su imagen fue recurrente en el ámbito popular, pero no se consolidó como un verdadero referente en el imaginario del nuevo régimen. En el escenario político sus únicos herederos eran las extremas izquierdas libertarias. Éstas monopolizaron su memoria durante el primer bienio y la utilizaron para criticar la obra parlamentaria de un gobierno republicano-socialista que apostaba por una “revolución legal” por encima de la idea de una república social y sindical, por la que se había levantado Galán.
A partir de 1934 los nuevos gobiernos republicanos empezaron a deshacer la obra reformadora de los años anteriores. Las izquierdas republicanas y los socialistas -ahora en la oposición- se contagiaron de la frustración de las extremas izquierdas y comenzaron a radicalizar sus posturas, como evidencia el movimiento de octubre de 1934. Paulatinamente, la imagen de los mártires volvió a un primer plano. Perdidas las urnas, se volvía la mirada a la legitimidad del recurso a la actuación revolucionaria violenta, de la que Galán era el paradigma. Esto evidenciaría una falta generalizada de costumbres democráticas en la España de los años 30, pero también la existencia de una idea común en la izquierda en torno a la esperanza republicana. Un símbolo de su unidad en la creencia de que la república era más que un régimen político, un compromiso de transformación de la sociedad. Y esta esperanza comenzaba a reavivarse.

lunes, 14 de diciembre de 2015

DE CONSTITUCIONES Y TRANSICIONES

Artículo publicado en la edición digital del periódico Diagonal

Estos días se ha celebrado el 37 aniversario de la Constitución de 1978. Salvo excepciones, todo ha sido parabienes para el texto aprobado el 6 de diciembre de 1978. A tenor de un par de artículos publicados el pasado 6 de diciembre en el diario El País me ha hecho reflexionar sobre este texto constitucional y la naturaleza de la Transición española. Pedro Sánchez, candidato del PSOE a la presidencia del gobierno, y Pablo Iglesias, candidato de Podemos, esgrimían sus argumentaciones sobre el texto.
            El candidato del PSOE hacía una defensa de la Constitución haciendo un llamamiento a actualizarla en el siglo XXI y que tuviese el mismo respaldo mayoritario que tuvo el texto actual hace ya casi cuatro décadas. Un texto, el de Sánchez, que responde a la perfección al papel que ayer y hoy le tocó y le toca al Partido Socialista.
            El texto de Iglesias es más interesante. Lo es porque aborda la historia y pone antecedentes dignos para un hipotético futuro constitucional o proceso constituyente. Y aunque el artículo de Iglesias si habla de un pacto entre las élites franquistas y una parte de la oposición democrática, lo cierto es que no deja de reconocer importancia a la constitución de 1978 y coloca a movimientos como el 15-M en el resultado de la traición que se ha producido a ese pacto constitucional. Por eso hace un llamamiento a un nuevo gran acuerdo.
            Sin embargo, ambos textos adolecen de una perspectiva histórica, de un análisis profundo de la razón de la Constitución de 1978. En el caso de Sánchez porque no deja de ser la posición del establishment. En el caso de Iglesias porque quizá no quiera dar una vuelta de tuerca más a su análisis, que empieza bien pero acaba mal.
            Para la analizar el proceso que se inicia con la muerte del dictador (del que este año se ha cumplido 40 años) habría que mirar más atrás en el tiempo. Esa legitimidad democrática de la que se jacta el candidato socialista forma parte de la ilegitimidad franquista. A estas alturas, cabe hacerse una pregunta: ¿Quién marcó los tiempos de la Transición? ¿Quién puso sobre la mesa la hoja de ruta que desembocó en el proceso de 1978? La respuesta es muy simple: los franquistas. Y no lo voy interpretar, sino que me voy a valer de una obra publicada en 1973 por Rafael Calvo Serer titulada La dictadura de los franquistas 1. El “affaire” del Madrid y el futuro político. Una obra poco conocida, publicada en París, cuando Calvo Serer ha caído en desgracia por el tema del diario Madrid y su enfrentamiento con Fraga Iribarne. Calvo Serer podría ser una de esas figuras representativas de ese franquismo, amoldado desde el inicio a sus estructuras, convertido en figura señera de la intelectualidad franquista, y en que la etapa final del régimen comienza a buscar una salida al mismo.
            No es intención aquí hablar de Calvo Serer. Para acercarnos un poco a su figura y su vinculación al franquismo recomiendo la obra de Gregorio Moran El maestro en en erial donde ubica a toda esa intelectualidad franquista. Lo importante a rescatar aquí de Calvo Serer es una parte del final de libro arriba citado. Calvo Serer en ocho puntos plantea cual puede ser la salida de la dictadura franquista. Estos ocho puntos son los siguientes:
  1. Nombramiento de presidente del gobierno: Para Calvo Serer esa Transición la tendría que encabezar un militar.
  2. Ley de prensa: Ofrecer un pluralismo social y político del país sin caer en manifestaciones revolucionarias y estableciendo límites en materia de prensa y sanciones administrativas.
  3. Independencia de los tribunales
  4. Estatuto de las organizaciones políticas: Reivindica la actuación de Charles De Gaulle en 1958 cuando reformó la constitución que condujo a la V República y que a pesar de los problemas salió reforzado.
  5. Libertad de las Cortes: Mira hacía un sistema que prime a la mayoría y castigue a la minoría parlamentaria sobre la base de un partido socialdemócrata y otro conservador.
  6. Amnistía para los vencedores y los vencidos
  7. Sindicación profesional única y asociación libre obrera
  8. Sometimiento a referéndum de la modificación constitucional


            Sorprende como lo que marcaba Calvo Serer en 1973 se iba a cumplir casi a la perfección entre 1976-1978. Ciertamente no hubo un presidente militar pero si un vicepresidente. El sistema mayoritario electoral se impuso entre un partido socialdemocrata (PSOE) y otro conservador/liberal (UCD, luego AP, luego PP). Esa amnistía a vencedores y vencidos se plasmó en la Ley de Amnistía del 15 de octubre de 1977 que no significó sino un punto y final para exonerar a la dictadura de sus crímenes. El modelo de sindicación no dejó de ser un calco del franquista, adaptado por los Pactos de la Moncloa, donde la diferencia partía de la diversidad sindical pero siempre dentro de los límites marcados por el nuevo sistema. Y efectivamente esa constitución se sometió a un referéndum un 6 de diciembre de 1978 saliendo el “sí”. Un “sí” conseguido tras una campaña que poca alternativa daba con un argumento falaz: o esta Constitución o vuelta a la dictadura.
            Calvo Serer fue un franquista que propuso estos tempos, que otros franquistas como Suárez, José María Areilza, Manuel Fraga Iribarne, etc., pusieron en marcha. Ellos marcaron los ritmos de la Transición. Franco designó al jefe de Estado. A partir de ahí comenzó a gravitar el proceso de Transición que Calvo Serer ya prevía en 1973. La verdadera base de la Transición fueron unos franquistas adaptándose a las circunstancias para no perder su posición y salvar su vinculación a un régimen que cometió crímenes contra la humanidad, y una izquierda, representada por el PSOE y el PCE en su mayoría, que cedió. Unos porque se convertían en una alternativa y para ello eliminaron cualquier conato de oposición en el exilio (Congreso de Suresnes, 1974). Otros porque se creían ser una alternativa y tanto cedieron que quedaron completamente descolgados de unas estructuras que no les fueron benevolentes. Algunos culpan exclusivamente al carrillismo, pero en realidad fue el camino de toda una organización. Aquellas posiciones que no cedieron y no se plegaron lo pagaron caro. Los republicanos quedaron fuera del mapa político (no les dejaron presentarse en las primeras elecciones de 1977. Cuando se presentaron en 1979 el sistema y la Constitución ya estaban en marcha). Los anarquistas sufrieron por una estructura sindical emanada del Pacto de la Moncloa que le fue hostil, por una criminalización de su modelo sindical y por unos problemas internos que acabaron condenándolo al ostracismo. La extrema izquierda se difuminó. Esa Transición les salió a pedir de boca a los franquistas. Tanto es así, que cuatro décadas después de la muerte del dictador la impunidad del franquismo sigue vigente y con argumentos legales, como la ya citada Ley de Amnistía. Y todo esto no quiere decir que los que lucharon en aquella época, que buscaron un mundo mejor, no consiguiesen torcer un poco la historia para que no fuese como algunos la marcaban. Todo lo contrario. Hay que reconocer el empuje y lucha de toda una generación.
            Pero tanto al artículo de Iglesias y, sobre todo, al de Sánchez, les hace falta mucha pedagogía histórica. Pablo Iglesias habla de proceso constituyente pero sin descifrar si ese proceso significa una nueva constitución o reformar la que tenemos. Pedro Sánchez si habla de reforma. Pero es difícil reformar algo que no ha funcionado durante 37 años. En ese tiempo, los artículos fundamentales de la constitución han sido sistemáticamente violados: derecho al trabajo, derecho a la vivienda, etc. Aunque una cosa si tiene el PSOE y es que sabe lo que es reformar una constitución. Lo hizo en su artículo 135 y tardó, junto con el PP, una tarde en hacerlo.
            Estos días se celebra el 37 aniversario de la Constitución de 1978. Pero casi nadie a recordado que un 9 de diciembre, pero de 1931, las cortes republicanas aprobaban la Constitución de 1931. No voy a entrar en una comparación de constituciones (tema muy interesante) y tampoco en mostrar que significó la experiencia republicana con sus acierto y sus errores y problemas estructurales, que los tuvo (frente a los que la demonizan y a los que la consideran la arcadia feliz). Lo que si podemos hacer tras leer su texto es concluir que aquella vieja constitución republicana si significó una ruptura con el pasado monárquico. La del 6 de diciembre de 1978 no. Básicamente porque la primera lo cambió casi todo. Y la segunda partió con el sucesor de Franco como Jefe de Estado y porque fueron las élites de una dictadura que tumbaron la democracia los que dieron paso a una nueva democracia. Difícil y extraña ruptura.

lunes, 30 de noviembre de 2015

UN GRAN NEGOCIO LLAMADO FRANQUISMO

Último de los artículos publicados en el dossier del periódico Diagonal sobre el 40 aniversario de la muerte de Franco

El 21 de agosto de 1942 Franco dijo lo siguiente en un discurso en Lugo: “Nuestra Cruzada es la única lucha en la uqe lo ricos que fueron a la guerra salieron más ricos.”. Cierto es cuando comprobamos como grandes familias de este país (los Gómez-Acebo, Aguirre Gonzalo, Banús, Fierro, Oriol y Urquijo, etc.) medraron a la sombra del dictador. Pero no solo se benefició a esas familias. El propio Franco hizo su fortuna a partir del golpe de Estado contra la República. Como ha mostrado el historiador Ángel Viñas, Franco comenzó la Guerra con el sueldo congelado y la acabó con 32 millones de pesetas de la época (el equivalente actual a 388 millones de euros). Para Viñas esta fuente de riqueza podría venir por la donación de café que Gentulio Vargas (dictador brasileño) dio a Franco y éste se enriqueció personalmente en su venta.
Y es que el entramado de corrupteles y enriquecimientos del franquismo parte desde su origen. El golpe de Estado de julio de 1936 no habría sido posible sin la ayuda financiera que el baquero Juan March brindó a Franco. La compra de armamento, los negocios con nazis y fascistas, tuvieron a March como un protagonista. A cambio consiguió de Franco el monopolio bancario y financiero. La fortuna de Juan March creció durante el franquismo, con la fundación de empresas que medraron a la sombra del régimen y que aun existen. Los March siguen presentes en consejos de administración de empresas importante de España (ACS, Acerinox, Prosegur, etc.). March fundó en 1951 FECSA (Fuerzas Eléctricas de Cataluña), que se hizo con el monopolio de la producción eléctrica catalana. Sobrevivió al franquismo y fue una de las impulsoras de la central nuclear de Ascó hasta su absorción por parte de Endesa. Una empresa que reportó enormes beneficios a los March.
Junto a estos incrementos de riqueza hay que analizar como se realizaron algunas obras públicas del franquismo. Las imágenes de Franco inaugurando pantanos, pueblos reconstruidos, canales de riego o el faraónico Valle de los Caídos, tiene detras una triste historia. De una parte de concesiones de empresas adictas al régimen. De otra la utilización de mano de obra esclava de presos políticos.
Investigado por historiadores como José Luis Gutiérrez Molina, el Canal del Guadalquivir utilizó mano de obra esclava. Hasta 2000 presos políticos trabajaron en estas obras bajo el auspicio del llamado Patronato de Redención de Penas por el Trabajo, utilizado para aminorar las condenas. Mano de obra expuesta a un peligro vital, sin ningún tipo de garantía y que reportó al Estado enormes beneficios. Alrededor del Canal se instalaron autenticos campos de concentración, nada envidiable a la Alemania nazi. La Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones también se benefició de esa mano de obra esclava.
Pero el monumento por excelencia que encarnó la utilización de presos políticos y que no solo benefició al Estado sino a empresas privadas, fue la construcción del Valle de los Caídos. Franco eligió el emplazamiento de Cuelgamuros para realizar una faraónica construcción donde hacer su propia tumba. La concesión de la construcción del Valle de los Caídos recayó sobre las siguientes empresas: San Román, filial de Agromán, Estudios y Construcciones Molán y Banús. Posteriormente se uniría Huarte y Cía.
Todas estas empresas utilizaron mano de obra esclava. Presos republicanos. El periodista Rafael Torres cifra en 20000 los presos republicanos que participaron en la construcción del Valle de los Caídos. Para el también periodista Fernando Olmeda en el Valle trabajaron 141 batallones de presos. Isaías Lafuente dio un paso más y cuantificó los beneficios del franquismo por la utilización de esa mano de obra: 130.000 millones de pesetas (unos 780 millones de euros). Esa mano de obra esclava fue la base del beneficio económico de las empresas. Si un trabajador les costaba 10,50, el preso político solo recibía 50 céntimos, tal como ha explicado en más de una ocasión Nicolás Sánchez-Albornoz, que estuvo preso en el Valle de los Caídos en 1947 y que huyó de España.
Los grandes empresarios de esta construcción fundaron incluso entidades bancarias posteriores como el Banco Guipuzcoano de José María Aguirre Gonzalo, uno de los fundadores de Agromán. También José Banús que se benefició de distintas concesiones del régimen en construcciones como Puerto Banús. Allí todavía sus descendientes explotan el beneficio del turismo de alto standing (entre ellos la familia real saudí)
Muchas de estas empresas siguen existiendo hoy en día. Los beneficios que consiguieron en su momento beneficiándose de mano de obra esclava sigue cotizando en el IBEX-35. Durante el franquismo se inaugura las puertas giratorias. Ministros de Franco, que por las concesiones que hacían a determinas empresas, acababan sentados en los Consejo de Administración de esas mismas empresas. Algunos de esos ministros y altos cargos franquistas consiguieron también importantes puesto en la banca española.
En 1993, el periodista Jesús Hermida entrevistaba a la plana mayor del PP. Un PP pujante que apuntaba a la Moncloa. En ese programa televisivo se sacó la conclusión que dicho partido era una derecha moderna, sin vínculos con el franquismo. Allí se sentó José María Aznar, Mariano Rajoy, Rodrigo Rato, Javier Arenas, etc. Pero a pesar de ese intento de desvinculación del franquismo, lo cierto es que muchos de esos políticos habían crecido al calor del régimen y sus familias se beneficiaron las concesiones del mismo. Ramón Rato, padre de Rodrigo Rato, había fundado con Millán Astray y Dionisio Ridriejo, Radio Nacional de España, así como propietario del Banco del Norte y el Banco Murciano. Y el propio Aznar era nieto de Manuel Aznar, uno de los periodistas de cabecera del régimen franquista y que también formó parte del Banco Urquijo.
A todo esto habría que sumar los beneficios que la propia familia del dictador tuvo y tiene. Propiedad adquiridas durante la dictadura que hoy siguen reportando beneficio, ya sea por su explotación o su venta, a los descendientes del dictador.
  El franquismo no solo fue una maquinaria represiva sino también una gran empresa y un negocio que la actualidad sigue reportando beneficios.

lunes, 23 de noviembre de 2015

EL FRANQUISMO EN LOS LIBROS

Artículo publicado en el periódico Diagonal con alguna de las obras que han trabajado el franquismo

La figura de Franco y la dictadura franquista ha sido uno de los periodos de la historia que más se ha trabajado en los libros. Investigaciones históricas, artículos, ensayos, novelas, obras de teatro, etc., han tenido al franquismo como protagonista. Ya fuese su época o personajes protagonistas de la misma, ya fuese sobre integrantes del aparato franquista o de oposición al mismo.
Los temas trabajados van desde la biografía hasta las instituciones, desde la vida cotidiana hasta las organizaciones políticas, desde la oposición hasta la represión, etc. Una amalgama de obras para la que haría falta muchas páginas y un buen estado de la cuestión.
También el tratamiento del franquismo en historia ha significado un campo de batalla para las llamadas corrientes revisionistas. El revisionismo viene a determinar que la dictadura franquista significó un avance, aminora las cifras de represión y concede a Franco el logro de haber modernizado el país y haber evitado su entrada en la Segunda Guerra Mundial. Los supuestos de ese sector revisionista parten de la idea de que una hipotética victoria de la República en la Guerra Civil habría conducido a España a modelos políticos similares a las democracias populares en Europa del Este. Sin embargo, como dice el historiador Paul Preston, lo que hacen los llamados revisionistas no es sino un ejercicio de recuperación de las historias sobre el régimen franquista desarrolladas durante el franquismo. Incluso esos autores deforman a otros como el británico Burnett Bolloten, cuya obra La Guerra Civil española: Revolución y contrarrevolución, tiene aspectos interesantes y muy documentados pero en otras ocasiones tiene un exceso de anticomunismo que le hace sacar conclusiones ucrónicas.
Quizá un primer aspecto interesante sobre el franquismo sería ver como se ha tratado la figura del dictador. De entre las obras que se destacarían en este aspecto destaca por encima de todas Franco: Caudillo de España del historiador británico Paul Preston. Posiblemente la más completa biografía, actualizada no hace muchas fechas, donde se hace un repaso a toda la vida de Franco en diversos aspectos y destacando, sobre todo, el político-militar. Pero no es la única. Juan Pablo Fusi y su Franco: autoritarismo y poder personal aporta aspectos ideológicos del dictador. O la de Enrique Moradiellos Francisco Franco: crónica de un Caudillo olvidado. Sobre los aspectos psicológicos del dictador habría que destacar la obra de Enrique González Duro Franco. Una biografía psicológica. Obras como las recientes de Ángel Viñas con el título La otra cara del Caudillo. Mitos y realidades en la biografía de Franco, viene a romper algunos lugares comunes de la vida del dictador. Para la polémica quedan obras como las de Stanley Payne (Franco. El perfil de la historia o Franco. Una biografía personal y política junto a Jesús Palacios), el historiador norteamericano que con el paso del tiempo ha ido variando su posición historiográfica y se le ha situado como una de las personalidades visibles del revisionismo. Fuera de este circuito habría que situar obra de franquistas declarados como Luis Suarez Fernández (Francisco Franco y su tiempo), la del autraliano Brian Crozier (Franco. Una biografía) o historietógrafos como Pío Moa.
Otras obras sobre el periodo nos han acercado al origen de la fortuna de la familia Franco. Aquí es parada imprescindible los libros de Mariano Sánchez Soler. Empezando por Los Franco SA, donde repasa el origen y la trama de corruptela de la familia, siguiendo con Villaverde, fortuna y caída de la casa Franco o Ricos por la patria donde repasa las empresas que medraron y se enriquecieron al calor y el apoyo del franquismo y que mantuvieron esa posición una vez muerto el dictador en el proceso de Transición democrática. Interesante también su Los banqueros de Franco.
Siguiendo esta estela pero hablando también de la utilización de mano de obra esclava se encuentran la obras de algunos periodistas como Fernando Olmeda y su El Valle de los Caídos: una memoria de España, la de Rafael Torres Los esclavos de Franco o de la Isaias Lafuente Escalvos por la patria. En todas se analiza como el franquismo utilizó mano de obra esclava para sus obras públicas y diversas empresas que medraron con el franquismo se beneficiaron de tal situación. Aquí cabría también el trabajo de José Luis Gutierrez Molina sobre el canal de presos en el río Guadalquivir, inserto en la obra colectiva coordinada por Jaume Sobraqués, Carme Molinero y Margarida Sala Una inmesa prisión. Los campos de concentración y las prisiones durante la Guerra Civil y el franquismo.
Las raíces ideológicas del franquismo han sido analizadas por diversos historiadores. Julio Aróstegui lo hizo de forma brillante en un libro coordinado por el mismo con el título Franco: la represión como sistema donde si bien el franquismo tiene conceptos propios del fascismo no se le puede incluir como tal en esa categoría a tener aspectos que le distinguen. Una cuestión continuada por la obra de Ismael Saz Fascismo y franquismo. Stanley Payne también abordó en alguna obra estas cuestiones (El fascismo). También en estos aspectos se pueden destacar algunos trabajo de Ferrán Gallego.
Es la represión la parte del franquuismo la que más páginas ha tenido. Muchas provincias han escrito libros sobre la represión ejercida en su zona. Y hay historiares que han desarrollados trabajos de mucho valor e interés: Francisco Moreno Gómez, Francisco Espinosa Maestra, Mirta Núñez Díaz-Balart, Manuel Álvaro, Juan José del Águila, etc. Como compendio general habría que destacar la obra de Julián Casanova Morir, matar, sobrevivir: la violencia en la dictadura franquista o el de Ángeles Egido, centrado en la mujeres, El perdón de Franco. La represión de las mujeres en el Madrid de posguerra. Destacaríamos también el reciente libro de Miquel Izard Genocidas, cruzados y castradores. Terror y humillación en nuestro pasado. Para la polémica quedaría obras como la de Julius Ruiz La justicia de Franco.
  Los temas sobre el franquismo son inabarcables. Económicos, sociales, culturales, el papel de la Iglesia, de las organizaciones de oposición, de las instituciones, de las familias del franquismo, etc. Tan inabarcables que podemos decir que aun hoy conocemos muy poco de un periodo óscuro en la historia de España.

jueves, 19 de noviembre de 2015

CRONOLOGÍA DE UNA DICTADURA

Coincidiendo con el 40 aniversario de la muerte de Franco, vamos a dedicar una serie de post sobre el franquismo. En esta primera entrega se hace una cronología del franquismo. No están todas la fechas, sino las que se han considerado más destacadas.

Un régimen que duró casi 40 años atesora muchos acontecimientos. Aquí solo vamos a desentrañar algunas de esas fechas.

18 de julio de 1936: Golpe de Estado contra la República. Francisco Franco se subleva en Canarias. Con ello se dio inicio a la Guerra Civil.

29 de septiembre de 1936: La Junta de Defensa Nacional aupa a Franco como Jefe del Gobierno de la zona sublevada. Es el inicio de su dictadura personal.

19 de abril de 1937: Creación del partido único FET-JONS

30 de enero de 1938: Franco se convierte en jefe de Estado y Gobierno, asumiendo plenos poderes. Ese mismo año se constituyó el Fuero del Trabajo (9 de marzo) y el Tribunal Supremo (27 de agosto)

9 de febrero de 1939: Se aprueba la Ley de Responsabilidades Políticas. Por ella es delito con carácter retroactivo (Hasta el 1 de octubre de 1934) haber pertenecido a organizaciones de izquierdas o contrarias al régimen. En la práctica se buscaron las responsabilidades con fecha muy anterior al 1 de octubre de 1934.

1 de abril de 1939: Parte de guerra que da por finalizado el conflicto. Comienzo oficial de la dictadura en todo el territorio.

5 de agosto de 1939: Ejecución en las tapias del cementerio de Madrid de las 13 rosas

1 de marzo de 1940: Aprobación de la Ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo.

12 de junio de 1940: España pasa de neutral a no beligerante en la Segunda Guerra Mundial. Franco se aproxima al Eje. Se entrevista con Hitler en Hendaya en octubre de 1940 y con Musolinni en Bordhiguera en febrero de 1941

15 de octubre de 1940: Fusilamiento de Luís Companys en los fosos de Montjuich, tras ser entregado al gobierno franquista por los nazis.

9 de noviembre de 1940: Fusilamiento del periodista socialista Julián Zugazagoitia, por el mismo procedimiento que Companys.

13 de julio de 1941: Comienzan a salir destacamento de la División Azul, como colaboración con las fuerzas nazi-fascistas.

Septiembre de 1941: Nace el INI, a imitación del modelo industrial italiano.

4 de julio de 1942: Fusilamiento en Paterna del cenetista Juan Peiró Belis, tras ser entregado a Franco por las autoridades nazis

Septiembre de 1942: La salida de Serrano Suñer del gobierno marcó el inicio del cambio de estrategia del franquismo para separarse del Eje, ante la derrota de estos. Los sucesos de Begoña sirven para depurar a las filas falangistas.

10 de octubre de 1943: Comienzan a regresar destacamentos de la División Azul. Se mantienen integrantes en la llamada Legión Azul en los frentes nazi-fascistas.

19 de octubre de 1944: Intento de entrada en España por guerrilleros españoles por el Valle de Arán.

17 de julio de 1945: Promulgación del Fuero de los Españoles.

12 de diciembre de 1946: La ONU condena al gobierno de Franco

18 de abril de 1947: Aprobación de la Ley de Bandidaje y Terrorismo

26 de julio de 1947: Ley de sucesión a la Jefatura del Estado. España se declara Reino. Carlistas y alfonsinos buscan la sucesión

28 de agosto de 1948: Franco acuerda con Juan de Borbón que el hijo de este se educará en España. Llega a Madrid el futuro Juan Carlos I.

1 de marzo de 1951: Huelga de tranvias de Barcelona. Crece la conflictividad social en el país.

22 de marzo de 1952: Se pone fin a las cartillas de racionamiento y comienza la liberalización económica.

Agosto-Septiembre de 1953: Se firma el concordato con Vaticano. EEUU firma los primeros acuerdos con el régimen de Franco y se establecen bases militares.

15 de diciembre de 1955: España entra en la ONU con apoyo de EEUU

25 de febrero de 1957: Comienza el Plan de Estabilización Económica, por la ayuda que ofrece EEUU

30 de agosto de 1957: Es asesinado por la policía el guerrillero anarquista José Luís Facerías

Octubre de 1957: Comienza la guerra del Sidi-Ifni

17 de mayo de 1958: Se promulga la Ley de Principios del Movimiento Nacional. En septiembre de ese año España se incorpora a la OECE, al FMI y al BM.

2 de abril de 1959: Se inaugura el Valle de los Caídos. El 31 de julio de ese año se fundó ETA y el 21 de diciembre visita España el presidente norteamericano Eisenhower.

5 de enero de 1960: Es asesinado por la policía el guerrillero anarquista Quico Sabaté.

Junio de 1962: Se celebra la reunión de Munich. El llamado contubernio fue acusado por las autoridades franquistas como reunion de comunistas y anarquistas, cuando ninguno de esos grupos participó.

10 de julio de 1962: Entran en el gobierno los tecnócratas del Opus Dei para aplicar el Plan de Desarrollo.

1 de abril de 1963: Creación del Tribunal del Orden Público como continuación del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo.

Abril/Agosto de 1963: En abril es ejecutado el comunista Julián Grimau y en agosto los anarquistas Francisco Granados y Joaquín Delgado.

25 de febrero de 1965: Por las movilizaciones estudiantiles son expulsados de la Universidad Agustín García Calvo, Enrique Tierno Galván y José Luis López Aranguren.

17 de enero de 1966: Caen unas bombas en Palomares (Almería)

Julio de 1969: Estalla el escandalo Matesa de corrupción

22 de julio de 1969: Juan Carlos I es proclamado sucesor de Franco por las cortes franquistas.

3 de diciembre de 1970: Proceso de Burgos contra integrantes de ETA

11 de julio de 1973: Se constituye un nuevo gobierno donde Franco deja el testigo de la presidencia del gobierno a Luis Carrero Blanco

20 de diciembre de 1973: ETA asesina a Luis Carrero Blanco. Comienza el Proceso 1001 contra dirigentes de CCOO

2 de marzo de 1974: Son asesinados a garrote vil el anarquista Salvador Puig Antich y el preso común Heinz Chez (Georg Michael Welzel)

27 de septiembre de 1975: Fusilamiento de dos integrantes de ETA y tres de FRAP. Últimos fusilamientos del franquismo.

20 de noviembre de 1975: Muere Francisco Franco.

22 de noviembre de 1975: Juan Carlos I asume la jefatura del Estado.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Parte del discurso de presentación del libro "La bicicleta. Memoria del fusilamiento de Felipe Loeches, jornalero, concejal y republicano"

Este es un extracto de la pequeña presentación que hice el pasado 29 de octubre en el aula 6 de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá de Henares, con motivo de la presentación del libro de Urbano Brihuega Moreno "La bicicleta. Memoria del fusilamiento de Felipe Loeches, jornalero, concejal y republicano". La presentación contó con la participación de Antonio Castillo Gómez, Vicedecano de la Facultad, Manuel Ibáñez Izquierdo, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alcalá de Henares, Manuel de la Rocha, diputado del PSOE y el autor Urbano Brihuega Moreno.

Agradecimientos tanto a la Facultad de Filosofía y Letras de la UAH como a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica del Alcalá de Henares por la invitación.
Conozco a Urbano desde hace muchos años. Desde que yo era el representante de alumno en el Consejo Escolar del CP Cardenal Cisneros y él era, entonces, concejal en el Ayuntamiento de Alcalá. Luego, con el paso de los años, volvimos a coincidir en cuestiones de la historia de Alcalá: el polvorín de Alcalá, la figura de Nacarino, el movimiento obrero complutense, etc. Ya son bastantes años. Y ha sido un placer conocer a alguien como Urbano.
¿Como llega el libro a mi?. En la charla de abril sobre la República. Urbano habló de él allí. Y poco despuñes me pasó el libro para su lectura del libro . Desde el primer momento consideré que ese libro tenía que publicarse. En conversación con otro integrante de la Asociación de Alcalá, me comprometí a buscar esa editorial. Y pensé en Queimada, una editorial anarquista sensibilizada con las cuestiones de memoria. Les puse en contacto, avale el libro y ha visto la luz. Urbano me pidió el prólogo de la obra y yo lo acepté, como no podía ser de otra manera. Es un trozo de la historia de nuestra ciudad.
Mi conocimiento de Felipe Loeches. Felipe Loeches es trasversal a la historia del movimiento obrero en la Segunda República y la Guerra Civil. Representó al movimiento obrero mayoritario en nuestra ciudad complutense. Felipe Loeches sale en mi tesis doctoral. Fue concejal por la UGT durante la Guerra. En 1937 fue integrante de la Junta Calificadora de Incautación de Fincas. Este organismo, aprobado por el gobierno de la República, lo conformaban los 19 consejeros municipales (concejales) y representación política. Por el Comité del Frente Popular estaban Jesús Orozco Pérez, Francisco Morales Peche, Francisco Leonardo Mena y Francisco Cumplido Trillo. Por la CNT Aurelio García Martínez y por la UGT Felipe Loeches Gismero.
Felipe Loeches sale en la Causa General. Sale por su supuesta participación en el asesinato de su sobrino Estanislao Loeches. Sale también en la declaración de Antonio Yebra, un detenido que dice que participó en un crimen en la carretera de Pastrana, junto a Máximo Rabadán y Bernabé García. A algunos les basta estos datos para decir que fueron culpables. Lo hicieron los tribunales franquistas. Y hoy lo siguen haciendo muchos de eus exégetas. Pero nunca hablan del estado de excepción, las torturas y de como funcionaban los consejos de guerra. La información de la Causa General hay que cogerla con pizas con pinzas. Hay que ponerla en debate con otras fuentes (registros civiles, municipales, judiciales, etc.) No hay que negar la represión republicana (existió), pero hay que explicarla y analizarla. Como la franquista. La justicia al revés del franquismo se encargó de incriminar a quienes nada habían hecho. De juzgar por rebelión a quienes defendían la legalidad republicana. Felipe Loeches fue uno de los ejemplo de ello.
El libro de Urbano es muy bueno. Bueno y necesario. La UAH debería de tener entre su programa de asignaturas optativas una de historia de Alcalá de Henares. Y para mí, una de las lecturas obligatorias sería La Bicicleta.
No voy a desentrañar el libro. Eso le toca al autor. Pero si me gustaría destacar algunas cuestiones nodales que el libro aborda y son de obligado estudio para entender la represión franquista.
1. La antes citada justicia al revés. ¿Cuál fue el delito de Felipe Loeches? Ser socialista. Haber defendido la legalidad republicana. Él es la primera víctima.
2. La situación de la familia de los derrotados. La Bicicleta es un testimonio. Es un libro de la memoria. Y es el hijo del fusilado el que habla y nos cuenta. La miseria, el hambre, la falta de oportunidades. Esa España Nueva de Franco era, como dice el historiador Miquel Izard (Genocidas, cruzados y castradores. Terror y humillación en nuestro pasado) “asesina, carcelaria, esclavista, integrista, cutre, totalitaria, oscurantista, misógina, hipócrita, corrupta y corruptora”. De todo esto nos habla el libro. De los crímenes, de la vida en la cárcel, de los esclavos de Franco en las obras faraónicas y batallanos de trabajadores, del poder de la Iglesia, de la manu militari del fascismo triunfante, de la corrupción. Hay autores como Enrique González Duro que han hablado de las pervivencias del franquismo hoy en muchos ámbitos, pero Paul Preston habla de uno fundamental: la corrupción. El franquismo fue un entramado de corruptelas.
3. La situación de la mujer. Modesta (la esposa de Felipe Loeches) fue el ejemplo de la situación de la mujer. Para definir esto me quedo con el prólogo que Rosa Regás escribió para la obra de Roura Un inmenso prostíbulo. Mujer y moralidad durante el franquismo. Dice así Rosa Regás: “La recuperación de la memoria histórica no consiste únicamente en descubrir las tropelías y los delitos cometidos por los vencedores en los años, sobre todo, de la primera posguerra que la dictadura escondió, sino también y de una manera muy especial en desvelar el grado de represión de todo tipo que se utilizó para controlar la población de una manera especial la de los mas desfavorecidos precisamente por ser los más vulnerables., es decir, las mujeres. Un ejercicio, el de la recuperación, que nos compete a todos y que supone también desenmascarar a los que aun hoy intentan justificar el golpe de Estado y la dictadura con datos falsos e interpretaciones insólitas. Tal vez sea este el precio que pagamos por una transición que no desterró a los vencedores ni sus ideas de la sociedad democrática que se iniciaba con ella y que por lo tanto ha dejado un camino abierto y un trabajo ingente por hacer para que las generaciones de hoy y las futuras conozcamos lo que lo que supuso la represión de un régimen fascista y religioso como el que se adueñó de España sin el consentimiento de los españoles durante 40 años y que todavía no ha acabado de ser desterrado de nuestros libros ni de nuestra historia”
- Necesitamos conocer. La ciudad tiene un deudo para con los que buscaron un mundo mejor. La derrota de la República no fue solo la de un régimen democrático (el primero pleno en España) sino la derrota de muchas ideas innovadoras. Fue la gran derrota del movimiento obrero. Hoy nadie recuerda en la ciudad a Felipe Loeches. Como a ningún concejal fusilados en el cementerio de Alcalá y de Madrid. No hay nada que les recuerde. Alcalá no tiene ningún lugar de la memoria. No hay política activa de la memoria. Es el mundo académico y la sociedad civil quienes se preocupan y trabajan este tema. Esto es una asignatura pendiente. Tienen que tomar nota las autoridades.
 Gracias Urbano por este libro. Felicitaciones.

lunes, 26 de octubre de 2015

OTRA HISTORIA DEL SUEÑO TRUNCADO

El jueves 29 de octubre, a las 19:00, se presenta en el aula 6 de la Facutad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá de Henares, el libro de Urbano Brihuega Moreno La Bicicleta. La historia de Felipe Loeches Gismero, concejal socialista de Alcalá de Henares, fusilado en Madrid en 1943. Aquí pongo el prólogo que he escrito para esta obra. 

El 25 de mayo de 1943 era fusilado en las tapias del cementerio de Madrid (el Cementerio del Este) Felipe Loeches Gismero. Junto a él eran ejecutados ese día 11 personas más: Francisco Alonso García, Juan Aguera Bello, Mauricio Díaz Garnacho, Eusebio García Terrero, Mauricio Garnacho Vos, Sixto Hurtado Hurtado, Francisco Prado Pérez, Francisco Rajado Pérez, Moisés Sánchez Gallego, Antonio Sánchez Román y Balbino Vaquero Hurtadoi.
Felipe Loeches fue uno de tantos obreros vinculado al movimiento obrero. Natural de Alcalá de Henares, se afilió a la UGT en el año 1929 y fue uno de los más brillantes militantes obreros que tuvo la sociedad complutense. Un obrero que luchaba por los obreros. Su vinculación a la Casa del Pueblo situada en la entonces calle Pablo Iglesias de la ciudad se ceñían a instruir a la clase obrera para que se respetasen sus derechos. Y por ello se afilió al movimiento obrero que mayor raigambre tuvo en la ciudad: el socialismo.
Felipe Loeches es uno de los protagonistas de mi tesis doctoral, hoy libro, que versó sobre el movimiento obrero en Alcalá. Allí vemos como con el inicio de la Guerra Civil, Felipe Loeches tiene una participación activa en favor de la causa republicana. Y en la ciudad llegó a ostentar importantes cargos de representación. A finales de 1937 forma parte de la Junta Calificadora que tenía que estimar la incautación de tierras y el régimen de explotación de la mismas. En dicha Junta participaron los 19 consejeros municipalesii más la representación del Frente Popular y de las organizaciones sindicales. Por la CNT lo hizo Aurelio García Martínez y por la UGT, Felipe Loeches Gismeroiii.
Pero el propio Felipe Loeches llegó a representar a la UGT en el Ayuntamiento complutense. SU nombramiento se produjo el 26 de junio de 1938 y mantuvo el cargo hasta el final de la Guerra Civiliv.
Pero la derrota republicana en la Guerra Civil fue también la derrota de Felipe Loeches. Detenido tras la contienda en su intento de salida de España acabó en el campo de concentración de Albatera. Trasladado a Madrid en 1941 es juzgado en consejo de guerra sumarísimo el el 16 de abril de 1942 y condenado a muertev. Aunque durante un tiempo siguió penando en prisiones entre Madrid y Alcalá de Henares, finalmente fue ejecutado en el cementerio del Este en la fecha que indicábamos más arriba.
No es el único concejal alcalaíno ejecutado en el cementerio de Madrid. Allí también fueron ejecutados el concejal de Unión Republicana, Epifanio Chavarría Samper el 28 de enero de 1941, el anarcosindicalista Leandro García Martín el 24 de febrero de 1940 y el comunista Casimiro Illarraza Inoso el 27 de junio de 1940. También, aunque no fue concejal, su compañero de sindicato, el maestro Ángel García Gómez fue fusilado el 30 de abril de 1940vi.
Y no será los únicos concejales alcalaínos ejecutados por los vencedores. En la fosa del Cementerio Municipal de Alcalá de Henares se encuentran los cuerpos del ugetista Basilio Yebra, del militante de las JSU, Agustín Anuarbe Pardo y del comunista Manuel Muñoz Murcia. Todos ellos ejecutados el 28 de abril de 1939 en Alcalá de Henares junto a otros militantes de izquierdas.
No es pues la historia de Felipe Loeches única. Pero única es la obra que hoy se le brinda. Y no ha podido caer en mejor pluma que la de Urbano Brihuega Moreno. Autor y personaje comparten muchas cosas. Creen en los mismos ideales. Ambos han sido concejales y representantes del Ayuntamiento alcalaíno. A ambos la ciudad de Alcalá les importa.
Urbano nos tiene acostumbrados a rescatar figuras y la historia alcalaíno. LO ha hecho con otro socialista alcalaíno, Andrés Saborit. Nos acercó a la historia de la educación en la ciudad entre 1873 y 1939. Nos rescató una figura legendaria, la de Fernando Nacarino Moreno. Un trabajo este último que vino a complementar el libro que Alejandro Remeseiro y yo mismo publicamos en 2009 sobre la explosión del polvorín en Alcalá de Henares en 1947. Nacarino es uno de los protagonistas de aquella historia. Una memoria que se apagó en 2007.
La obra sobre Nacarino guarda una similitud con esta de Felipe Loeches. Urbano lo que hace es redactar un trabajo por boca de otra persona. El protagonista de la obra sobre Felipe Loeches Gismero es su hijo. A través de su memoria Urbano realizado un importante ejercicio de recuperación de memoria histórica. Y lo hace con un leiv motiv: una bicicleta. El bien más preciado (como diría una canción revolucionaria) del hijo de un proscrito tras la guerra. La historia de Jesús Loeches, es la historia de miles de familias tras la Guerra Civil. Sin destripar un ápice del libro, Jesús Loeches nos muestra la dificultad y las carencias de los derrotados tras la guerra. Un padre fusilado, una madre fallecida de tuberculosis y de hambre, unos falangistas que no paraban de cobrarse una contribución de sangre, una ciudad silenciada y reprimida y un joven que quiere salir adelante con ideales y sin olvidar el pasado.
Porque por debajo de toda la historia que nos cuenta Urbano subyace lo que significó para la sociedad alcalaína (y para la española en general) la represión y el totalitarismo franquista. Voy a tomar prestado un párrafo del libro del historiador Fernando Hernández Sánchez, que sintetiza muy bien lo que es la dictadura franquista y donde tienen que poner énfasis aquellos que se dediquen a estudiar esta parte de la historia de España: “Cualquier análisis que olvide que el franquismo fue una dictadura totalitaria, emparentada en su origen con los fascismos, cuyas prácticas policiales y judiciales se encontraban al margen y en contra de toda homologación con las admisibles en un estado de derecho, errará en la valoración del comportamiento de los actores políticos que se opusieron a ella.”vii.
El libro de Urbano se ajusta perfectamente al párrafo anterior. No obvia lo que fue el franquismo. Y lo presenta a través de la figura del hijo de un concejal fusilado. De uno de esos tantos hombres que buscaron un mundo distinto, una sociedad diferente, y pagó con su vida esa lucha.
Hay que agradecer profundamente a Urbano Brihuega que haya recuperado esta figura. Que la haya sacado del ostracismo, de las tinieblas en las que la sepultó el franquismo. Un gran ejercicio de recuperación de memoria histórica. Felipe Loeches Gismero es una víctima del franquismo. Jesús Loeches también. Y como víctimas del mismo, y siguiendo el camino trazado en otros países del que todavía carece el nuestro, tenemos que pedir verdad, justicia y reparación para ellas.
Gracias Urbano por rescatar a Felipe Loeches a través de su hijo
i Núñez Díaz-Balart, Mirta y Rojas Friend, Antonio. Consejo de guerra. Los fusilamientos en el Madrid de la posguerra (1939-1945), Compañía Literaria, Madrid, 1997. Pág. 160.
ii En enero de 1937, por un decreto ministerial del gobierno de la República, los Ayuntamientos pasaron a denominarse Consejo Municipales y sus integrantes consejeros (concejales). La composición de dicho consejo estará formada por todas las organizaciones integrantes del Frente Popular.
iii Vadillo Muñoz, Julián. El movimiento obrero en Alcalá de Henares, Silente ediciones, Guadalajara, 2014. Pág. 389.
iv Lledó Collada, Pilar. Alcalá en Guerra, Brocar, Alcalá de Henares, 1999. Pág. 264. Ver también: http://www.fpabloiglesias.es/archivo-y-biblioteca/diccionario-biografico/biografias/15302_loeches-gismero-felipe
v AHGD. Causa 58793
vi Núñez Díaz Balart, Mirta y Rojas Friend, Antonio. Op. Cit, Págs. 179, 189, 190 y 199.
vii Hernández Sánchez, Fernando. Los años de plomo. La reconstrucción del PCE bajo el primer franquismo (1939-1953), Crítica, Barcelona, 2015. Pág. 9

lunes, 19 de octubre de 2015

MARÍA DOMÍNGUEZ REMÓN. UNA MUJER HECHA A SÍ MISMA

Publicado en la edición digital del periódico Diagonal

El 7 de septiembre de 1936 era fusilada en el cementeriod e Fuendejalón María Domínguez Remón. Obrera, periodista, literata, republicana, socialista, primera mujer alcaldesa en la Segunda República. Alguien desconocida para las actuales generaciones y que sin embargo marcaron una época.
Su historia la ha rescatado el documental María Domínguez. La palabra libre dirigido por Vicky Calavia y que se va a proyectar en la XVIII Muestra Internacional de Cine realizado por Mujeres que se celebra en Zaragoza entre el 17 y el 24 de octubre. Una Muestra que reune más de 25 proyecciones entre largometrajes, ficción, documental y cortos. El documental de María Domínguez se podrá ver el viernes 23 de octubre en el Centro de Historias (Plaza de San Agustín, s/n) y charlar con su directora.
Vicky Calavia es gestora cultural, programadora, documentalista, realizadora y productora. Tiene una amplia trayectoria en diversos proyectos y documentales, pero para Vicky Calavia la historia de María Domínguez “la enamoró”. Un personaje desconocido: “Es curioso que no había datos sobre ella siendo quien era”. La fase de elaboración del documental no fue sencilla. Había pocos datos del personaje. Sin embargo a través de bibliófilos como Javier Barreiro, de las historiadoras y biógrafas Julita Cifuentes y Pilar Maluenda o por escritoras como Rosa Montero, se pudo rescatar al figura de María Domínguez. “Lo que me gustó de María Domíngue fue su libertad y su clarividencia”. Porque María Domínguez trató temas revolucionarios en su época pero no que no han perdido actualidad (feminismo, igualdad de género, divorcio, etc.). Y algo “que me dejó completamente impresionada fue que era autodidacta”, sentencia. Y es que a diferencia de otras mujeres de la época (Federica Montseny, Hildegart Rodríguez, Victoria Kent, Clara Campoamor, etc.), María Domínguez se autoformó. Era de origen humilde pero su familia no tenía ninguna vinculación política. No pertenencí a esa “aristocracia obrera” de la que se formó una buena parte de militantes obreros entre finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX. Sin embargo ese ansía de formación le llevó a estudiar, a ser maestra, a escribir. Una de esas señas de identidad de la cultura obrera. Este deseo de conocimiento le llevó a conocer y a comprender. “Ella se da cuenta por sí misma de la injusticia y la desigualdad”, nos comenta Vicky. Fue una luchadora nata por la libertad y “por eso titulé el documental como La palabra libre” dice Vicky.
El documental, a través de pequeñas píldoras, nos muestra de forma sencilla quién era María Domínguez. A destacar una cosa. Fue la primera alcaldesa de un pueblo elegida democráticamente. Alcaldesa de Gallur (Zaragoza) entre el 29 de julio de 1932 y el 6 de febrero de 1933. Vicky Calavia define su gestión municipal como recta y honesta. “En seis meses saneó las cuentas del Ayuntamiento”. Otro tema, el de la transparencia y las cuentas municipales, muy actual.
Sin embargo el final de María Domínguez fue triste. Como el de miles de personas en España que se opusieron al golpe de Estado de julio de 1936. Fue fusilada en septiembre de 1936 y poco existe que recuerde su figura. Una calle en Zaragoza, otra en Gallur, el nombre del Colegio Público de Gallur, una placa en el cementerio de Fuentejalón. Todo conseguido desde la segunda mitad de la década de 1990, por iniciativas particulares o por instituciones como la Fundación María Domínguez (http://www.fundacionmariadominguez.com/), que ha colaborado de forma activa para que este documental se hiciese realidad.
La acogida del documental ha sido excelente. Ha dado a conocer la figura: “Se suele hacer debates con el público”, nos comenta Vicky Calavia. Algo fundamental para poner nuevamente encima de la mesa la figura y la obra de María Domínguez.

María Domínguez. Autodidacta, maestra, luchadora

El personaje de María Domínguez es uno de más de lo que pensamos el por qué no ha llegado a nuestros días como referencia.
María Domínguez nació el 1 de abril de 1882 en el pueblo de Pozuelo de Aragón, en el seno de una familia muy humilde. El destino de María iba a ser las tareas agrícolas y el cuidado de la casa. Pero desde pequeña su pasión por el conocimiento le hace romper con los moldes de la sociedad imperante. Aprende a leer y a escribir. Aunque se le concertó un matrimonio de conveniencia, María no quiso apartarse del camino que ella se había trazado. La relación con su marido Bonifacio Ba Cercé fue nefasta. Fue una mujer maltrada y decidió romper los vínculos con alguien al que no quería y que no la respetaba. Se marchó de su pueblo ante el escándalo de la separación y se instaló en Barcelona. Allí trabajó, vivió sola y se formó. Escribió su primer artículo para el periódico republicano El País. En ese momento, a la altura de 1914, María Domínguez decide estudiar, instalandose en Zaragoza donde estudia en la Escuela de Artes y Oficios de la capital maña y trabaja cosiendo medias. Se vincula en ese momento con los círculos republicanos de la capital aragonesa y comienza escribir en El ideal de Aragón. A pesar de que ya había comenzado a trabajar como maestra no tenía la titulación, matriculándose en la Escuela Normal de Pamplona y consiguiendo el título de Magisterio. Pero en 1918 María Domínguez cae enferma. Se traslada nuevamente a Zaragoza y tiene una vida discreta.
En 1922 su marido, del que llevaba separa muchos años, fallece. Oficialmente viuda vuelve a contraer matrimonio con el militante socialista Arturo Segundo Romanos. A partir de ese momento María Domínguez se ve influenciada por las ideas socialistas. Instalados en Gallur, comenzaron a desarrollar una intensa actividad en el desarrollo del movimiento obrero y socialista de la zona. María comenzó a colaborar en el semanario socialista Vida Nueva de Zaragoza donde escribía con su nombre o con el seudónimo de “María la Tonta”.
La inestabilidad del Ayuntamiento de Gallur le llevó a dimitir en pleno y eso provocó que el Gobernador civil conformase una Gestora Municipal con María Domínguez al frente. La gestión municipal de María Domínguez fue corta pero intensa. Aplicó la legislación republicana, constituyó bolsas de trabajo (en la linea de las disposiciones ministeriales de Largo Caballero), etc. Pero se preocupó por la educación en Gallur. Instituyó una escuela unitaria (de niños y niñas), reportó una partida económica para la limpieza de la escuela (y que no la hiciese los maestros y los niños), acondicionó las dependencias educativas, etc. Se resumen como una buena gestión municipal. Pero las gestoras municipales eran transitoras, así como los gobiernos municipales que se habían formado en abril de 1931 pero donde solo se presentó una candidatura. Es por ello que las gestoras quedaron disueltas para proceder a elecciones municipales parciales, dejando María Domínguez el cargo el 6 de febrero de 1933.
En ese momento María Dominguez vuelve a la escuela. Ese año publicó, gracias al impulso que otra mujer, Hildegart Rodríguez Carballeira, su libro Opiniones de mujeres en la editorial Castro. Aquí se nos revela una María Domínguez feminista, defensora de la ley de divorcio, de la igualdad, del perfeccionamiento democrático, etc. Algo que no pasó inadvertido a Hildegart Rodríguez que le dedicó un extenso prólogo a la obra, solo unos meses antes de su trágico final.
El golpe de Estado de julio de 1936 sorprende a María Domínguez y a Arturo Segundo en Gallur. Se refugian el pueblo natal de María, Pozuelo de Aragón, casa de su hermana. Pero poco después fueron detenidos por los golpistas y encarcelados. El 7 de septiembre de 1936 fueron sacados de la cárcel y asesinados en las tapias del cementario del pueblo vecino de Fuentejalón.
Desde entonces un manto de silencio rodeó la figura de María Domínguez. Esta mujer hecha a si misma, como dice Vicky Calavia, no solo fue asesinada por los golpistas. La historia la condenó al olvido, al ostracismo, que es la peor de las muertes.
Ahora, gracias a la obra biográfica de Julita Cifuentes y Pilar Maluenda, y al documental de Vicky Calaviam, podemos saber quien fue María Domínguez Remón, la primera alcaldesa en la Segunda República.