lunes, 6 de agosto de 2012

La represión franquista en el norte de Burgos. La Torca Palomera

Hace unos días estuve en la zona norte de Burgos, en el Valle de Sedano. Es un lugar que ya he visitado en más de una ocasión. Un bonito paraje, con un clima magnífico en verano, rodeado de varios pequeños ríos, y justo al lado del Cañón del Ebro. Entre las poblaciones más importantes se encuentran Sedano, Orbaneja del Castillo, Covanera (donde está el Pozo Azul), Cortiguera (donde se rodó la película "El disputado voto del señor Cayo") y un largo etcétera. Un lugar como Sedano donde el escritor Miguel Delibes escribió una parte importante de su obra.
Pero no hace mucho que me enteré de la dimensión que la represión franquista tuvo en la zona. Una zona donde apenas hubo Guerra, pues prácticamente cayó en manos sublevadas en las primeras horas del levantamiento contra la República.
Cerca de estas poblaciones se encuentra el pueblo de Valdenoceda. Allí se estableció una prisión donde el trato a los presos fue vejatorio.  Hasta 151 presos republicanos fueron ejecutados, según el registro civil, en esa prisión. Sus cadáveres fueron enterrados en una fosa común del cementerio del pueblo. Un señor mayor del pueblo, ante la pregunta de donde se encontraba la cárcel, dijo: "Un poco más abajo, tras esa curva. Cuando yo era pequeño iba allí con el cura del pueblo, para que les diera la extrema unción a los presos. La mayoría de ellos morían de hambre". Unas condiciones extremas que hacen de la prisión de Valdenoceda una de las más terribles y crueles de la dictadura franquista. Gracias a la Asociación de Familiares y Amigos de Presos Republicanos de Valdenoceda, se han podido rescatar ya 112 cadáveres y se han identificado 21 de los mismos. Un esfuerzo que ha desarrollado la sociedad civil y esta asociación de presos.
Pero el horror franquista no solo se concentró en Valdenoceda. En el mismo Valle de Sedano la represión contra los leales a la República y los revolucionarios fue cruel. En el kilómetro 13 de la carretera de Sedano a Covanera se procedía a la ejecución de republicanos. Pero al parecer esas fosas están exhumadas.
Quizá lo más duro y crimnal se da en un paraje perdido de la población de Mozuelos de Sedano. Entre una alineación de pinos se encuentra un lugar llamado "La Torca Palomera". Se trata de una sima de unos 60 metros de profundidad y un hueco de 15x5 metros. Según la gente que ha bajado por el agujero (que es muy amplio) el olor es insoportable, pues en su fondo se acumula basura. Numerosas actividades espeleológicas se han realizado en La Torca Palomera.
Pero lo que mucha gente desconoce es que en el fondo de esa torca reposan los restos de numerosos republicanos y revolucionarios. El modo de ejecución de los falangistas de la zona no pudo ser más cruel. Llevaban vivos a los leales y les lanzaban al vacío. Según algunas fuentes (como la de Jesús Gutiérrez Flores en Guerra Civil en Cantabria y pueblos de Castilla) fueron lanzados unos 40 militantes de izquierdas a la sima. Pero es probable que fuesen muchos más, teniendo en cuenta que un dirigente fascista de la zona (del pueblo de Ribera de Masa) dijo. "Ahí caben todos los de este valle", refiriéndose a los republicanos y antifascistas de la zona.
Cuando visitas el lugar no puedes sino pensar en el modus operandi de los falangistas. Al parecer cargaban un camión con los sentenciados. Los dirigían hasta la torca y allí les lanzaban al vacío. Según testimonios del vecino pueblo de Sedano, en una ocasión un falangista fue agarrado por un leal cuando éste fue lanzado al vacío, acabando los dos en el fondo de la torca. Los reaccionarios de la zona se apiadaban del falangista sin pensar que allí se estaba cometiendo un auténtico crimen contra la humanidad.
Esa profunda sima nos viene a recordar muchas cosas. Lo primero que el actual Estado en España permite que los cuerpos de personas que defendieron la libertad se encuentren sepultados a 60 metros de profundidad y tapados por la basura. Es una manera de entender las cosas. Es el modo que España, tras sus vergonzosos pactos de silencio, paga la lucha por libertad. Consecuencias conscientes de una transición mal hecha. O mejor dicho. Realizada por los herederos de la dictadura y con un determinado sector de la izquierda que prefirió sentarse en la mesa con los verdugos y mirar hacía otro lado con las víctimas.
Por otra parte que lo que el franquismo cometió, lo que los secuaces de Falange perpetraron, fue un crimen contra la humanidad. Y esos crímenes nunca prescriben. Las diferencias entre los ejecutados en Auschwitz, los de Sbreniça, los de Ruanda o los de la España franquista son mínimos. Todos crímenes contra la humanidad. Y la mejor prueba es lanzar a una persona viva al vacío, como ocurrió en La Torca Palomera. La gran diferencia es que muchos de esos crímenes han sido juzgados por tribunales internacionales. Sin embargo en España se guarda completa impunidad de lo que sucedió.  De la ilegitimidad del régimen franquista proviene la legitimidad del actual, que se atreven a llamar democracia.
Y aunque el olvido se quiera imponer hay algunos que nos resistimos a ello. Así que me permití el ejercicio individual de hacer un pequeño homenaje a los que allí están. Cogí una bandera republicana (la de los leales y por la que lucharon mis abuelos) y una enseña anarquista (que es mi ideología y la de muchos que están en el fondo de la sima) y las coloqué en la valla de espino que cierra el paso a la torca. Algo con una carga simbólica, para que se sepa que algunos ni olvidamos ni perdonamos los que pasó. Como se dice en muchos sitios: "Somos los nietos de los que no pudisteis matar".
No deja de impresionar cuando piensas que hace 70 años, en ese mismo lugar que ahora cubre un silencio que calma, en un entorno inmejorable y bonito, se cometieron los más terribles horrores y crímenes. "No remováis el pasado" dicen muchos. Sin embargo, los que se remueven, son, por ejemplo, los cadáveres de los luchadores por la libertad que se encuentran en el fondo de La Torca Palomera. Mientras ellos estén en el fondo de la sima, mientras miles y miles de cuerpos estén en fosas desaparecidas,  mientras no se reconozca el crimen que se cometió en este país, la lucha antifranquista no habrá terminado. Y por ellos, por los que lucharon y murieron por ello, tenemos el deber moral de buscar y conseguir un mundo más justo. Esa es la verdadera misión de lo que se denomina "memoria histórica"


jueves, 2 de agosto de 2012

Josep Alomá. Una utopía. Una esperanza

Este es el texto-guión de la presentación del libro La Idea. Negre sobre blanc. Articles de Josep Alomá, que realicé en el Centro Cultural Blanquerna de Madrid, junto con Heleno Saña, Pablo Herrero Hernández y Ramón Gras i Aloma, nieto del anarquista tarraconense.
Un bonito acto para una figura importante en la historia del movimiento libertario.

Nos encontramos ante la vida y la obra de un personaje extraordinario. La vida de un militante anarquista de gran transcendencia y que sin embargo hoy es casi desconocido para el gran público. Este es el primer daño que ha hecho los cuarenta años de dictadura franquista y el silencio impuesto por unos Pactos de Silencio.
            Pero últimamente estamos recuperando muchas figuras trascendentales del movimiento libertario que nos está aproximando cada día a lo que era en realidad la CNT, la FAI, las Juventudes Libertarias, Mujeres Libres o los Ateneos libertarios. Poco a poco nos vamos aproximando a la realidad y alejándonos de clichés y lugares comunes a los que el anarquismo estaba sometido.
Destacaría algunas cosas de Alomá que parecen poco comunes y que sin embargo en la época eran importantes. Lo que quiero hacer es ubicar una figura en una época de forma somera
Por ejemplo la importancia que Alomá le da al deporte. Se ha querido presentar de un movimiento obrero ajeno al deporte. Y es algo completamente falso. Casos como el de Guadalajara, donde la UGT sacaba el periódico deportivo La Zancadilla o en Alcalá de Henares, donde la CNT nace al amparo de una sociedad ciclista, la Unión Ciclista Alcalaína (UCA), no son casos aislados. Numerosas sociedades obreras deportivas surgen a lo largo y ancho de la geografía nacional. Destaquemos también que Ángel de Guzmán, hermano de Eduardo de Guzmán (redactor de La Tierra y director durante la Guerra de Castilla Libre) fue campeón de atletismo. Por no hablar de los numerosos equipos de fútbol que surgen alrededor de grupos y sociedades anarquistas (en Argentina, Uruguay o Croacia hay ejemplos de sobra). O las Olimpiadas Populares que se impulsaron desde la Internacional Socialistas o las Espartaquiadas desde la Internacional Comunista. También los grupos excursionistas, muy del gusto de los grupos anarquistas y ateneos libertarios. El cuerpo y el cuidado del mismo a través del deporte estuvieron presente en las sociedades obreras

La clarividencia que tuvo el anarquismo para saber discernir los momentos históricos concretos que les tocó vivir. Es falsa idea de un movimiento obrero malo y otro bueno. La CNT es la organización más pragmática en la historia de España. Una  organización sindical que busca la mejora de la clase obrera y tiene una finalidad revolucionaria (Alomá en sus artículos toca el tema de las cajas de resistencia proponiendo modelos más avanzados, de las bolsas de trabajo, de mejoras del obrero y la defensa del mismo, de la construcción de hospitales, etc. Visión sindical y social) Durante la República la CNT fue crítica con la misma y sin embargo había contribuido a traerla de forma mas que evidente. Alomá también refleja eso. Durante la Guerra Civil buscando la victoria frente al fascismo y sin peder su concepción revolucionaria de la sociedad. Alomá refleja en sus artículos ambas cuestiones.

La cuestión de la colaboración política de la CNT con las instituciones republicanas. ¿Dónde se sientan las bases de dicha cuestión? Alomá fue consejero en el Consejo Municipal de Tarragona de Cultura. La unión como una base para alcanzar la victoria. Y la generosidad de la CNT ante esos postulados para alcanzar la victoria. Ya en el Congreso de Zaragoza de mayo de 1936, la CNT había partido de la idea de pacto revolucionario con la UGT. Incluso, históricamente, la CNT no había sido reacia a la participación y colaboración con otras fuerzas políticas. Durante la dictadura de Primo de Rivera había llegado a numerosas inteligencias con los republicanos. Una relación con estos que fue de amor/odio a lo largo de la historia. Igualmente había llegado a varios pactos con la UGT o durante las jornadas cantonales de 1873 habían llegado incluso a participar de gobierno locales. Lo único que la CNT no había debatido fue la correlación de fuerzas. ¿Qué pasa ante un triunfo de revolución libertaria (mayoritaria) con las fuerzas políticas y sindicales de izquierda que no están en la misma línea que los libertarios? Y ahí se impuso el pragmatismo y la generosidad del anarquismo. Colaborar con el resto de fuerzas para derrotar al enemigo común: el fascismo. El problema vino cuando no todos tuvieron la misma dignidad y sí mucha falta de escrúpulos.

La gran preocupación de Alomá fueron los niños. Por dos razones. Eran las víctimas inocentes de una Guerra. Y por la educación. El fue Delegado del CENU. El anarquismo siempre le dio a la educación mucha importancia desde distintas visiones. Alomá es ferrerista. Y Sigue el ideario de Malato – instrucción-educación – Muy importante. Incluso el primer artículo de Alomá tras la dictadura es sobre educación. Pero hubo más opciones que la de Ferrer. Los modelos de Mella, Tolstoi, etc. También fueron referencias para otros libertarios.

Aloma tuvo la dignidad de no dejarse aplastar por nadie. Critica a la contrarrevolución de algunos sectores del antifascismo español. En especial al PSUC y a la Esquerra. La actitud criminal que tuvieron contra el anarquismo fue dolorosa para Alomá y para los anarquistas, que siempre buscaron la unidad.
La derrota en la Guerra Civil y el aniquilamiento de la Revolución, sepulta a toda esta militancia. Muchos pasaron cárcel. Muchos otros fueron al exilio. Y una amplia mayoría fueron ejecutados. Una generación de trabajadores, de obreros, preocupados por un mundo mejor. Una conciencia de clase y una cultura política como la libertaria que el franquismo intentó aniquilar en todos sus puntos. Todo lo construido por el anarquismo se intento pulverizar (red de sindicatos, ateneos, grupos anarquistas, escuelas, etc.). La eliminación física toma tintes de represión inquisitorial. Un crimen de lesa humanidad cometido en España que todavía está esperando una reparación.

Gracias al esfuerzo de Ramón Gras i Alomá hemos recuperado a una de esas figuras. Todavía queda trabajo para recuperar muchas otras.

Julián Vadillo Muñoz


Nota: En la foto se ven Miguel Valdes (PSUC), Joaquín Fort (ERC) y, en segunda fila, Josep Alomá (CNT)