lunes, 19 de febrero de 2018

VALORACIÓN DE UN PELÍCULA. “EL JOVEN KARL MARX”


Tenía muchas ganas de ver esta película dirigida por Raoul Peck, el director haitiano que ya nos había sorprendido hace unos años con un film sobre el congoleño Patrice Lumumba. Y tengo que reconocer que fui a ver El joven Karl Marx con determinado recelo, ya que los temas históricos, si no están bien explicados, pueden caer en errores de concepción para quien acude a ver la película.
            Tengo que reconocer que el producto final me ha gustado mucho. Me parece una buena película, muy bien ambientada y que relata de forma muy próxima el contexto histórico que movió la vida de Marx desde su huida de Alemania al cierre del periódico La gaceta renana hasta la publicación del Manifiesto del Partido Comunista. Son cuatro años, entre 1844 y 1848 donde se forjó la personalidad y parte de las teorías políticas del socialista alemán en coalición de amistad con el también alemán Friedrich Engels.
            No voy a desgranar aquí aspectos concretos de la película que, desde luego, recomiendo a todo el que lea esto que vaya a verla. Digamos que trabaja bien el origen tanto de Marx como de Engels y la rebelión de ambos personajes en sus circunstancias. Marx, filosofo alemán de origen judío venido a menos casado con Jenny von Westphalen que huye del entorno aristocrático, y Friedrich Engels, alemán e hijo de un propietario de fábricas en Inglaterra que le hizo estar cerca de la explotación y plasmarla en sus escritos de primera mano, llegando a casarse con una trabajadora despedida por su padre de la fábrica.
            Este texto lo quiero concebir más como unas pinceladas hacía cuestiones que la película no remarca o deja en suspenso y que también son necesarias para darle un poco más de coherencia a la historia. Me centraría en algunos aspectos básicos, que son adyacentes a la propia película: Proudhon, Weitling, Bakunin y las Ligas.
            Por el contrario de lo que pudiera parecer, la figura de Proudhon, que aparece muchas veces en la película, no queda en mal lugar. Un peligro que se corre si la visión del autor es puramente marxista. Muy por el contrario el personaje de Marx y Engels admiran la figura de Proudhon (como en realidad sucedió) y la eleva al primer personaje que desarrolla una teoría científica de la economía y de la crítica capitalista. Sin embargo esta cuestión es necesario que se ponga en palabras de Marx. Proudhon, efectivamente, fue uno de los economistas más brillantes de la primera mitad del siglo XIX con obras de tan profundo calado como ¿Qué es la propiedad?, La idea general de la revolución en el siglo XIX o Sistema de las contradicción económicas o filosofía de la miseria. Posteriormente Proudhon aportaría al socialismo obras como El principio federativo o La capacidad política de la clase trabajadora. Y esto teniendo, que a diferencia de Marx, Proudhon es de origen obrero. Es un artesano que se ha formado, prácticamente, de forma autodidáctica. No ha pasado por ningún aula universitaria. A pesar de que Marx admira en la película a Proudhon, no deja de ser curioso el modo en el que se relata la supuesta superioridad intelectual de Marx sobre Proudhon. Siendo justos a la verdad, gran parte de la teoría económica marxista parte de los presupuestos proudhonianos. Otra cuestión es la sintetización o los sesgos que le dio el pensamiento marxista. De hecho, la respuesta de Marx a Proudhon con su Miseria de la filosofía no refuta en ese momento las cuestiones económicas proudhonianas. Habría que esperar a un Marx más maduro para que esas ideas fuesen superadas y, desde luego, con el telón de fondo de la lucha que llevará con Bakunin. En este último caso, aunque fuese de forma menos sistemática, si se supera parte de los preceptos económicos proudhonianos cuando Bakunin antepone el colectivismo al comunismo marxista.
            Sin embargo la película no es injusta con Proudhon. Queda en buen lugar y es admirado por Marx aunque no congratule en los postulados organizativos proudhonianos. Quizá los que quedan peor parados, en este caso, son algunos proudhonianos o el achacar que el proudhonianismo no tiene un carácter internacional.
            La figura que peor parada sale en la película es, sin duda, la del alemán Wilhem Weitling, que desarrolló la teoría comunista bastantes años antes que Marx, a partir de libros como La garantía de la armonía y la libertad o El evangelio del pobre pescador. La estrategia de Weitling de la creación de Ligas que articulase un movimiento más general, si queda plasmada en la película, pero se achaca al propio Weitling una personalidad egocéntrica que le impide ver más allá de su propia persona y sus seguidores. Un personaje que queda muy esquematizado en la película, así como la estrategia de constitución de la Liga de los Comunistas, impulsada por Marx y Engels, pero que, en ningún caso, se convirtió en un movimiento hegemónico entre los trabajadores. Muy por el contrario, fue minoritaria. Y esta cuestión si que no la refleja la película. En realidad las aportaciones doctrinales de Marx y Engels son enormes, pero sus aportaciones organizativas fueron fracasos estrepitosos. El movimiento obrero francés siguió siendo proudhoniano hasta la Comuna de París de 1871, para posteriormente bascular entre el marxismo de Lafargue-Guesde, el socialismo de Jaurès o el sindicalismo revolucionario (y el anarquismo) de Pouget y Pelloutier. El movimiento obrero británica, por las teorías de Owen primero y de los fabianos después, tuvo un sesgo muy alejado de la revolución que concibió Marx. En Alemania, si bien el marxismo tuvo un importante impulso, la creación del SPD y las criticas que Marx ejerce al programa de Gotha o al posterior de Erfurt alejan a la poderosa socialdemocracia alemana  de los preceptos más puros del marxismo. Por no hablar en lugares como España o Italia donde el influjo del anarquismo fue mucho mayor. En el caso de España hasta el final de la Guerra Civil en 1939 y en el caso de Italia hasta la década de 1910. Esa Liga de los Comunistas que se ve presentando en la película no tuvo mucha influencia. Y aunque ya no aparece, la influencia de Marx en el AIT (Asociación Internacional de los Trabajadores) fue realmente importante en muchas secciones, pero en otras mantuvo pulsos en los que no salió ganando, lo que al final acabó por romper la propia Internacional.
            Por último, la figura de Bakunin aparece de forma exponencial, pues aunque estuvo en el París de 1844-1845, y allí conoció a Marx, no es en este momento cuando entre ambos se entabló una rivalidad y un debate de amplio calado en el movimiento obrero internacional. Aunque si hay un detalle interesante, cuando Marx en una discusión que mantiene con Weitling, hace referencia a Rusia (aprovechando la presencia de un ruso en la reunión) para hacer ver que la revolución que él promueve no se podría realizar en lugares como Rusia, que sería más propicio para las teorías más básicas de Weitling.
            Aunque la película tiene momentos que roza la hagiografía, es, desde luego, un film que merece la pena. Porque el director tampoco esconde una cosa. Es una época donde la lucha de egos es fundamental para entender algunas cuestiones. Y Marx no fue ajeno a esa lucha de egos. En muchas fases de la misma, al presentar Marx sus teorías, se presenta así mismo como un genio y su círculo más próximo el adulan. De eso no estuvo exento ninguno de los revolucionarios de la época. Tenía sus círculos de confianza y tenían sus egos.
            Un aspecto muy interesante de la película es la cuestión de género. Las figuras de Jenny von Westphalen y de Mary Burns forman parte también de la historia del movimiento revolucionario del siglo XIX. Y se plasma en la película la lucha de las mujeres en las fábricas de Inglaterra. Me ha faltado una figura que habría sido interesante de introducir (aunque la citan en una ocasión): la figura de George Sand, seudónimo utilizado por Amantine Aurore Lucin Dupin, que en aquella época también tuvo contacto con todos estos revolucionarios.
            Aun así tampoco se puede negar una cosa. Karl Marx y Friedrich Engels contribuyeron de forma decidida al avance del movimiento revolucionario de la época. Efectivamente, eran auténticos genios y lectores ávidos que sacaron conclusiones revolucionarias ante el avance del capitalismo y de la revolución industrial. Como lo fue Proudhon, como los fue Weitling, como lo fue Bakunin. Merece la pena rescatar sus figuras y llevarlas a la gran pantalla. No estaría de más una trilogía sobre Marx o abordar una película que narre la vida de Proudhon o Bakunin. La de este último da para una auténtica novela.

martes, 6 de febrero de 2018

DEUX SOCIALISTES FRANÇAIS: PAUL LAFARGUE (1842-1911) ET JEAN JAURÈS (1859-1914)

PAUL LAFARGUE (1842-1911)

La figure de Paul Lafargue est une de plus représentatives du socialisme française et international.
            Lafargue est né à Santiago de Cuba le 15 janvier 1842. Il était d’origine française puisque l’ascendance de Lafargue était des plus complexes.
            Quand Paul Lafargue avait 9 ans, il est retourné en France et il a étudié au Lycée de Bordeaux. Après, il a été étudiant de médecine à Paris de même que George Clemenceau, ensuite Président de la République, qui était camarade de cours.
            Lafargue a commencé sa collaboration politique en 1864 quand il s’est déclaré défenseur de la pensée de Pierre Joseph Proudhon, anarchiste de Besançon et créateur de la théorie politique du fédéralisme et économique du mutualisme, et il a écrit dans le journal La Rive Gauche.
            En 1865 il a voyagé à Londres et il a connu Karl Marx. En ce moment Lafargue a adopté l’idéologique marxiste et il s’est marié avec la petit fille de Marx, Laura.
            Après Lafargue s’est installé à Bordeaux et il a participé á la formation et au développement du mouvement ouvrier bordelais. Après la débâcle de la Commune de Paris (1871), Lafargue s’est exilé en Espagne et il a participé à la formation des premières structures marxistes dans notre pays. Lafargue a établi une amitié avec des personnalités comme Pablo Iglesias (fondateur du Parti Socialiste en 1879), Francisco Mora (fondateur de la Première International en Espagne), Anselmo Lorenzo (fondateur de la Première International en Espagne et des idées anarchistes) ou José Mesa.
            En septembre 1872, il est retournée en France et ensemble avec Jules Guesde et Jean Deville, ils ont formé le POF (Parti Ouvrier Français). Théoricien du marxisme, Lafargue a été élu député en 1893 par la ville de Lille.
            Lafargue et le POF étaient défenseur de la participation en solitaire du mouvement ouvrier dans la lutte électorale. Il a polémisé avec l’autre grand dirigeant du socialisme français : Jean Jaurès. Aussi, Lafargue a polémisé avec le syndicaliste révolutionnaire Émile Pouget, idéologue du sabotage comme arme d’action syndicale.
            En 1901 le POF et les groupe d’Edouard Vaillant ont fondée le Parti Socialiste français. Pendant beaucoup d’années le parti s’appellera SFIO (Section Française de l’International Ouvrière).
            Le 25 novembre 1911, Paul Lafargue et sa femme, Laura, sont morts (ils se sont suicidés) dans leur maison à Draveil, proche à Paris. Une décision personnelle contre le vieillissement et le manque de contribution à la cause socialiste.

            Comme théoricien du marxisme, Lafargue est auteur de beaucoup de textes. Les principaux sont Le droit de la paresse, La propriété, origine et évolution ou La légende de Victor Hugo.     

JEAN JAURÈS (1859-1914)

L’histoire du socialisme français est riche en événements et en personnages très importants pour le socialisme international.
            Mais la figure du dirigeant socialiste Jean Jaurès est passée à l’histoire pour son engagement pour la paix conformément aux principes socialistes internationaux. La meilleure définition de Jean Jaurès est la suivante : un humaniste patriotique.
            Jean Jaurès est né le 3 septembre de 1859 à Castres, un petit village du sud de la France. Si on analyse sa biographie on se rend compte qu’il a été un élève brillant. Á Paris, il est rentré à l’École Normale Supérieure en 1878 et plus tard, en 1881, il a été nommé professeur au lycée d’Albi.
            Dans le domaine politique, il a été élu député à l’Assemblée Nationale comme candidat républicain du Tarn en 1885. Postérieurement, en 1889, il s’est engagé dans la politique locale à Toulouse et il a défendu la lutte  des mineurs de Carmaux, en grève pour l’amélioration de leurs conditions de travail. À ce moment, Jean Jaurès a adhéré aux idées socialistes et en 1893 il a été élu députe socialiste d’Albi-Carmaux.
            Pendant l’affaire Dreyfus, il s’est engagé dans la défense du militaire juif avec son livre Les preuves. En 1902 il est retourné à l’Assemblée Nationale et il a défendu l’union des forces de gauche. Pour la diffusion des idées socialistes il a fondé le journal l’Humanité (aujourd’hui journal du PCF) en 1904 et en 1905 il a travaillé pour l’union de la SFIO.
            Jaurès a été un fervent défenseur  de la paix et le socialisme et pour cette raison, le 31 juillet de 1914 il a été assassiné au Café de Croissant par l’ultranationaliste Raoul Vallain.
            Les principales oeuvres de Jean Jaurès sont Les preuves (en défense de Dreyfus),  L’Armée nouvelle (en défense de la paix) et Histoire socialiste de la Révolution française.