Hace pocas fechas un buen amigo mío que se pasea por este blog me obsequió con un libro de José Saramago titulado Ensayo sobre la lucidez. Tengo que reconocer que a pesar de la importancia del autor jamás había leído nada de Saramago. Mi gran amigo Canichu llevaba bastante tiempo hablándome de esta novela. Y tengo que reconocer que tras su lectura me ha parecido una obra mas que recomendable.
La obra sería la segunda parte de Ensayo sobre la ceguera, aunque se puede leer de manera independiente. En la primera parte Saramago nos traslada a una ciudad, que nunca identifica, donde todo el mundo se queda ciego.
Pero esta segunda parte (la primera no la he leído) tiene una fuerte carga política. Esa misma ciudad se enfrenta a unas elecciones municipales, donde concurren los denominados Partido de la Derecha, Partido del Centro y Partido de la Izquierda. El pueblo tiene una reacción frente a esas elecciones de hacer una masiva utilización del derecho al voto, pero depositando este en blanco. Un tanto por ciento corto vota a los partidos políticos, de los cuales sale ganador el partido de la derecha.
Desde ese momento, el gobierno monta toda una campaña, mostrando que tal acción es una conspiración, problamente dirigida por grupos anarquistas u otros de tendencia "extremista".
Saramago nos traslada aquí a todo lo que significa el universo estatal para encontrar siempre un culpable a una situación de la que el solo es responsable. Ejercer el voto es legitimo, pero el voto en blanco no gusta y se toma como una conspiración. Manipulan datos, dan informaciones completamente deformadas con vista a encontrar esos culpables que no existen. El gobierno del Estado abandonan la ciudad. Hay divisiones entre ellos de como llevar la crisis.
Dentro de los personajes de la obra destacaríamos el alcalde de la ciudad, que finalmente ve como se esta manipulando todo y, a pesar del partido de la derecha, no duda en ningún momento en ponerse con el pueblo ante una injusticia tal. Mas teniendo en cuenta que se produce un atentado en la ciudad, en la que culpan a los grupos que supuestamente organizaron el voto en blanco, pero en realidad esta llevado a cabo por los servicios secretos del Estado. Por otras parte el comisario de policía que lleva adelante la investigación montada por el Ministro del Interior y que se da cuenta, igualmente, de que se esta manipulando los datos para llegar a culpar a gente inocente.
Todo lo que nos muestra Saramago esta mas cerca de la realidad que de la ficción novelística. Porque solo hay que recordar como los Estados han manipulado datos para llevar a cabo sus campañas y sus invasiones. No olvidemos la manipulación que el Pentágono llevó a cabo para justificar la Guerra en Iraq o la que el PP realizó tras el 11-M y toda la teoría conspiranoica posterior. Todo pruebas evidentes de la descomposición de un sistema que pretende presentarse como "el mejor de los posibles" y que no duda de tachar en terrorista a todo aquel que pone en duda su statu quo. Porque los enemigos que se genera el Estado han sido forjados por ellos mismos. El caso de Al Qaeda y de Osama Bin Landen es bastante evidente entre muchos más. Sus verdaderos enemigos, aquellos que buscan un mundo mejor y mas justo, son perseguidos con la mayor fiereza o condenados al ostracismo por los grandes emporios de los mass media de la sociedad capitalista.
Desde luego que la obra de Saramago es muy recomendable. Es de lectura fácil, ágil y amena. Los comentarios son marcados por comas y no por guiones aparte. A pesar de ello nunca se pierde el hilo de la lectura. Y aunque hacen referencia a datos de la primera parte de la novela, en ningún momento te pierdes en los datos porque lo explica todo.
Para terminar dos cuestiones. La primera agradecer a mi amigo Canichu que me obsequiara con esta obra. Muchas gracias compañero. Ha sido una lectura muy interesante. Y lo segundo recomendar a todos aquellos que quieran la lectura de esta obra del portugués José Saramago.
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3 comentarios:
sabía que te gustaría. La primera parte no es tan política, es más bien social, pero alguna puntada política sí da también. Un saludo.
Saramago. Ése gran lúcido, esa enorme persona.
Yo lo siento mucho, pero dejé la novela a la mitad. El estilo pedante en falsete me estaba endemoniando, y aunque el concepto del que parte me parece genial, me parece que por el camino se le rompe. Pero sí, como idea es genial
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