Bien es cierto que el antifranquismo y la lucha contra el régimen liberticida que Franco instauró en España, es motivo de numerosas obras, ya sean históricas, ensayísticas, literarias o de otra índole. Pero la obra de Alberto Mendez Los girasoles ciegos, que ahora esta en pleno proceso de adaptación cinematográfica, es sencilla, directa y con un leiv motiv constante a lo largo de la obra. La derrota en la Guerra Civil, como el primer paso para sepultar las esperanzas de un pueblo que comenzaba a desarrollarse. Y Alberto Méndez, fallecido no hace mucho, lo hace de una manera peculiar, a través de cuatro historias, que pueden parecer inconexas, pero que tienen la derrota como punto de partida.
La primera de la historia cuenta como un capitán del Ejército franquista se pasa a la zona republicana pocas horas antes que los rebeldes tomen Madrid. Este capitán nunca se vio como vencedor, no compartía los laureles de una Victoria formada sobre el odio cainita. Y prefiere irse con los derrotados a quedarse con los verdugos. Detenido nada mas llegar a la zona republicana, ya en completa desbandada por el naufragio final republicano, es juzgado por las autoridades vencedores, fusilado pero no rematado, y huido acaba en la cárcel. Alberto Méndez define esta primera derrota en 1939 como "Si el corazón dejara de latir".
La segunda historia es de un poeta republicano muy joven, que ha dejado embarazada a su compañera y tienen un niño. Ella muere y el va huyendo en una travesía sin salida. Escribe su vida a través de un diario y poemas. El final trágico de la historia completa la segunda derrota, ya en 1940 y con el título "Manuscrito encontrado en el olvido".
La tercera cuenta una peculiar historia. Un detenido que había actuado en la retaguardia republicana es juzgado por Enrique Eymar por la muerte del hijo de este juez instructor, que pasa a la historia de España como un asesino sanguinario. Mas de 1000 muertes atesora solo Eymar en sus manos. El hijo de Eymar durante la Guerra Civil fue fusilado por delitos comunes de trafico de medicinas y estraperlo en el Madrid republicano. En la historia de Mendez, el detenido, para ganar tiempo, cuenta que el hijo de Eymar era una buena persona que fue fusilada. Eso hace que la madre del fusilado mantenga una relación con ese preso que se va librando del fusilamiento. Finalmente el protagonista confiesa todo a Eymar y su esposa, el porque del fusilamiento de su hijo. Y automáticamente la pena de muerte sobre el protagonista es ejecutada. Esta tercera historia, de 1941, la llama Mendez "El idioma de los muertos". En esta historia destacaríamos también como se muestra la vida carcelaria de Porlier, donde tantos presos políticos del franquismo penaron.
La última de las historia habla de un diácono lascivo que persigue a la madre de uno de los niños de la escuela, a la que cree viuda. El marido de esta, republicano y masón, es un topo que se esconde en su casa y que vive de traducciones (era profesor de Literatura) que después firma su esposa. La historia es contado por el diácono, que escribe una carta al obispo, por el hijo del republicano, y por el narrador. La perseverancia del diácono hace descubrir el secreto y nuevamente el final es trágico. Esta cuarta historia, datada en 1942, le da el título de "Los girasoles ciegos"
Cuatro historia con un único tema. La derrota. La derrota de una esperanza, de unas ideas, de una manera de entender la vida. Y esa derrota trae con ella la muerte. La muerte física pero también moral.
Alberto Méndez nos muestra con esta novela que también la literatura nos puede hacer partícipes de lo que fue aquella larga noche de la dictadura.
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3 comentarios:
vamos llenando la lista de libros a leer.
A este paso voy a comprarme una libreta entera para apuntarlo...
"Tomo nota" yo también (que diría aquel Brujo genial...).
Por dos veces he leido los Girasoles ciegos, es difícil comprender en estos tiempos que exitan personas de ésta grandeza de alma, los hechos relatados ciertos, hace muchos años los leí, sabia el nombre y apellido del coronel, la memoria me ha traicionado y no los recuerdos, ¿podrían sacarme de la duda?
Gracias
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