martes, 9 de octubre de 2007

El asesino de Federico García Lorca

No cabe duda que una de las máximas instituciones en la biografía y personalidad del poeta Federico García Lorca, es el hispanista irlandés Ian Gibson. Su trayectoria como escritor es realmente dilatada y sus obras son conocidas para cualquier investigador que se quiera acercar en la materia. Varias son las obras de Gibson sobre García Lorca: La represión nacionalista de Granada en 1936 y la muerte de Federico García Lorca (1971), Guía de la Granada de Federico García Lorca (1989), Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca (1998) o Cuatro poetas en guerra que mas me interesaron fue su estudio sobre la matanza de (2007), donde no solo analiza a García Lorca sino a Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. Aunque debo de confesar que los títulos de GibsonParacuellos titulado Paracuellos, como fue, editado en 1983 y reeditado hace poco, o la obra sobre José Calvo Sotelo titulada La noche que mataron a Calvo Sotelo (1982) Con esos libros Gibson abrió unos difíciles debates sobre represión y sirvió para ir rompiendo determinados lugares comunes.
Pero la última obra de Gibson es estremecedora y viene a ampliar su amplia bibliografía sobre García Lorca. El hombre que detuvo a García Lorca. Ramón Ruiz Alonso y la muerte del poeta, es una obra profunda, dinanamica y precisa sobre los últimos momentos en la vida del poeta granadino y la trayectoria política y vital del diputado derechista Ramón Ruiz Alonso. Éste pasará a la historia como el hombre que detuvo a García Lorca y que provocó la ejecución del poeta unas horas después.
Ramón Ruiz Alonso, un salmantino afincado en Granada, había vivido durante un tiempo en Madrid. Su máximo odio era el movimiento obrero de izquierda. Su profesión de tipógrafo le valió el enfrentamiento en Madrid con las sociedades obreras afectas a la Casa del Pueblo, donde los tipógrafos eran mayoría. Su participación en periódicos derechistas de la época apuntaba al odio cainita que demostrará durante la larga represión en Granada.
Ruiz Alonso sale elegido diputado por Granada en noviembre de 1933 por Acción Obrerista, aunque posteriormente pasará a las filas de Acción Popular, partido que integrará la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) y que dirigía José María Gil Robles, llamado popularmente "el Jefe" La violencia fue la nota característica de Ruiz Alonso a su paso por el Congreso de los Diputados, donde se jactaba de diputado obrero, de derechas. Sus soflamas iban dirigidas a los obreros encuadrados en la UGT y la CNT, para que "abrieran los ojos" y vieran que la solución la marcaba la derecha que él representaba y el problema la izquierda.
La victoria del Frente Popular y las irregularidades que se producen en la provincia de Granada, donde al principio ganó la derecha, pero viendo como se desenvolvió las elecciones muchos electores se vieron coaccionados en ese voto y repetidas las mismas se produce la victoria de la izquierda, hace que Ruiz Alonso pierda su acta de diputado.
Para esas fechas Federico García Lorca es un afamado poeta y dramaturgo español. Ha recorrido mucho mundo, ha escrito grandes obras como Yerma o Bodas de Sangre y estaba a punto de estrenar La casa de Bernarda Alba. Durante la República participó de un teatro popular, con una compañía, "La Barraca". Gran amigo de políticos e intelectuales de la época, todos de izquierda, García Lorca se va ganando una enemistad en el campo enemigo. A ello se une, que en las visiones estrechas y miopes del tradicionalismo español mas rancio, no cabía su condición de homosexual. Lorca tenía un compromiso con la izquierda.
La sublevación militar le hace volver a Granada. Pero allí le esperaba la muerte. Ruiz Alonso sabía de la vuelta del poeta (las derechas granadinas le llamaban el "cabeza gorda") El 16 de agosto de 1936 Lorca es detenido (como lo había sido muchos otros ya, como su cuñado, el socialista Manuel Fernández-Montesinos Lustau, amigo, como García Lorca, de Fernando de los Ríos Urruti) y dos días después asesinado junto a un maestro y dos banderilleros anarquistas. El hombre que detuvo a García Lorca fue Ramón Ruiz Alonso. Él también fue participe de la muerte de una de las cimas de la cultura española y mundial.
Con la muerte de García Lorca los rebeldes demostraban que nada iban a respetar. Su misión era implantar el terror. Y así lo hacen.
Ruiz Alonso jamás dio una señal de arrepentimiento. Muy por el contrario negaba su participación en el crimen, aunque no en la detención.
Gracias a Ian Gibson y su exhaustivo seguimiento esos días así como al rescate de la figura de Ruiz Alonso, se ha podido rescatar uno de los episodios mas negros de la historia reciente de España. Que tomen nota aquellos que todavía no quieren recordar.
Por último dos cuestiones. Recomiendo este libro para aquellos que quieran saber más sobre el poeta y trágico final. Igualmente agradezco esta lectura a esa persona que me regaló el libro y que una vez más ha vuelto a dar en el clavo. Y ya van unas cuantas.

3 comentarios:

Cuboderubik dijo...

Te ha faltado tiempo para trazar el paisaje en el blog eh? jejeje! Me impacta tu capacidad de redacción.

Sin duda, ha sido una entrevista muy pero que muy enriquecedora. Ante todo: la pasión vitalista de Gibson y su capacidad para contagiarla. El sentimiento en sus palabras. No me extraña absolutamente nada que le atraiga Lorca de esa manera casi "telúrica", como el mismo reconoció.

(En una conversación de tú a tú entre historiadores, la contraseña es un par de blocs de notas perdidos entre cafés y otras fechas...).

Canichu, el espía del bar dijo...

Te ha faltado comentar algo de la obra póstuma "El Público", que la cite o no Gibson tú conoces. Un par de datos por si te interesan. Un Poeta en New York se salvó gracias a que al estallar la guerra lleva el original a la casa de un intelectual amigo suyo en Madrid que no se encontraba presente (te busco el nombre si te interesa). Lorca se lo dejó a su secretaria y rehusó quedarse en Madrid creyendo que en su pueblo natal, con su familia y amigos de toda la vida, estaría más seguro. Se fue al día siguiente, cometiendo el error más fatídico de su vida. El tal amigo, que es muy conocido pero ahora no recuerdo el nombre, pero por cuestiones de gustos persoanles tengo información de él (referida en vidas de Lorca), era un republicano de derechas que optó por irse al extranjero, al exilio, en la primera ocasión. Efectivamente eso hizo y al ver lo que le dejó su amigo Lorca cogió el original y se lo hizo enviar por correo a través de una embajada. Le llegó cuando encontró un sitio estable donde estar y fue él quien se dedicó a publicarlo en el extranjero a sabiendas de su valor cultural, literario y del mito que la prensa comenzaba a forjar por el asesinato reciente de su amigo. Por otra parte, el otro dato que te doy es una entrevista que hicieron hace tiempo a Gibson en Lo Más Plus, donde dijo que cuando conoció al asesino de Lorca este creía que Gibson simpatizaba con su acción y con Franco, por lo que decía que hablaba orgulloso y jactándose, así como que en el pueblo aún le tenían miedo incluso gente joven.

Mauricio dijo...

Canichu, leeté el libro de Gibson. Esta genila. Por cierto, que la obra "El Público" la conseguí hace tiempo, cuando me lo comentaste. Me gusto. Es una gran obra de teatro. Muy intimista. Aunque no es postuma. La terminó en 1930. Lo que no he encontrado es referencia de su estreno.
La historia de "Poeta en Nueva York" no la conocía. La verdad es que en este libro Gibson habla sobre todo de Ruiz Alonso y de los últimos días del poeta. Tiene otras obras donde desarrolla mejor la vida de Lorca.