Este mes se cumple años de la matanza de Badajoz. Perpetrada por las tropas franquistas, lo ocurrido en la Plaza de Toros de Badajoz pasa por ser uno de los crímenes mas horrendos de la Guerra Civil.
A mediados de agosto el acoso de los sublevados contra esa zona, aun en zona leal a la República, era agobiante. Columnas que habían salido de Andalucía y otras procedentes de Madrid intentaban frenar el avance. Al frente de ellas se encontraban Ildefonso Puigdéngola Ponce de León y José Cantero Ortega. Por los sublevados actuó Juan Yagüe , Carlos Asensio y Carlos Castejón. El primero fue el auténtico ejecutor de las matanzas. Falangista reconocido, Yagüe comenzó a conspirar contra la República desde los entrenamientos a los que ejercía a sus tropas en Llano Amarillo. Aunque hubo una resistencia tenaz, con una participación de las fuerzas obreras de la zona, que eran numerosas, Badajoz cae en manos de los sublevados. Tal como ha escrito el historiador Francisco Espinosa, aquella era la "Columna de la Muerte", pues por donde paso arrasó con las vidas humanas.
Lo peor estaba por llegar. Los presos de todas las ideologías que habían combatido a las tropas sublevadas fueron hacinados en la Plaza de Toros de la ciudad y ametrallados. Las cifras de muertos fueron enormes. Hay varias cifras. Por ejemplo Cesar Martínez Lorenzo sitúa los muertos en unos 1500 y Ricardo Sanz habla de mas de 3000. Jay Allen, periodista norteamericano que estaba en Badajoz en esas fechas habla de unos 1800. Sobre este corresponsal habla ampliamente Paul Preston en su magnifico libro Idealistas bajo las balas. Corresponsales extranjeros en la guerra de España.
Sea como fuere, y dejando la guerra de cifras, la matanza de Badajoz es uno de los hechos mas ignominiosos de la pasada Guerra Civil. Hoy asistimos atónitos como un sector de esos pseudohistoriadores incluso niegan la matanza de Badajoz. No se puede llegar a ser mas miserable.
Los que sobrevieron a la matanza, los que lograron huir, se convirtieron una columna de gente que huía en dirección a Madrid, para evitar el horror que sus hermanos y compañeros estaban sufriendo en la ciudad.
Pero lo ocurrido en Badajoz era lo común en las zonas que los franquistas entraban. En Córdoba, en Granada, en Sevilla, en Guernika, etc., se producen matanzas masivas. En Málaga lo mismo.
A la cabeza de muchos de estos crímenes se encontraba Queipo de Llano. Sus locuciones desde Radio Sevilla se caracterizaron siempre por la violencia en la verborrea de este militar. Catalogaba a los milicianos como "maricones" y decía que al llegar a Málagas las milicianas anarquistas y comunistas sabrían lo que era un hombre. Solo palabras como esta demuestra que tipo de personas estaba en la zona sublevadas.
Se podrá hacer toda la demagogia que se quiera. La represión en la retarguardia franquista fue cruel, criminal y asesina. En la retarguardia republicana existió represión, pero tras un momento álgido, las organizaciones obreras y revolucionarias controlaron todo tipo de represión. Por mucho que les pese a la derecha, tan solo pueden hablar como fusilamientos masivo en la retaguardia republicana del caso del Paracuellos, del que ya hablaremos en su momento, pero del que desde luego todavía hay mucho que investigar. Igualmente de la represión en general en la retaguardia republicana, pues al hacer estudios serios y concienzudos las cifras disminuyen de forma brutal mientras que en las del lado sublevado no hacen mas que engordar, por mucho que les pese a muchos.
Lo que pasó en Badajoz es algo que no se tiene que olvidar. Es el mejor ejemplo de la España que Franco fomento. Una España llena de cadáveres donde él pondría su trono.
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3 comentarios:
Ni que mencionar tiene tampoco que, dentro de la salvajada que supone siempre el acto atroz de matar a otro ser por buscar soluciones diferentes al alcance del bienestar en nuestra vida social, y pasados los primeros meses de guerra civil donde imperó el descontrol en buena parte de las matanzas acometidas, la zona republicana comenzó a intentar legislar y condenar las ejecuciones políticas y descontroladas (las que se ejercían sin los procesos jurídicos legales establecidos), aunque no lo legrasen íntegramente. Mientras que en la zona de los golpistas se legisló la legitimización de los grupos sociales a represaliar y ejecutar. Y esto no es una conjetura, sino un hecho rasteable en numeroso volúmenes de Historia, en archivos, en actas, en procesos militares y judiciales y en leyes.
Acertado comentario, que viene a cuento para también decir que fue bajo la supervisión de Juan García Oliver, ministro anarquista de Justicia, cuando se atajó mas todos los actos desproporcionados en la zona republicana.
Después de leer a fondo libros sobre este tema , he llegado a la conclusión de que si hubo una columna de la muerte (Yagüe, Castejón) en la que predominaban legionarios y mercenarios marroquíes, que fue dejandi un rastro de sangre , hasta que casi desaparece en Madrid ,la mayor parte de sus componentes. H.R. Southworth, Preston, P. Vilar, Jackson y la mayor parte de historiadores espaañoles : Viñas, Santos Juliá, Casanova así lo corroboran, es más el propio Pio Moa (que me repugna) refiriéndose en un comentario al libro que lleva el mismo nombre reconoce al menos que hubo fusilamientos durante varios días. En Badajoz no fue el único caso de matanza, existe un documnental la columna de los 8.000, en el que se habla sobre el ataque de legionarios contra unos 8.000 republicanos que una vez ocupado Badajoz huían hacia territirio libre de la ocupación de los golpistas sublevados
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