En algún momento de este blog ya hemos tratado la figura de Ramón J. Sender a través de su recopilación de artículos sobre Casas Viejas, uno de los sucesos ocurrido durante el primer bienio republicano de represión contra campesinos anarquistas, insatisfechos con las medidas adoptadas por la corta reforma agraria del gobierno.
Con Siete domingos rojos Ramón J. Sender nos traslada a otro escenario de las luchas obreras, esta vez a través de una novela. El escenario son las luchas obreras de Madrid a través personajes definidos, donde muestra todas la miserias y reivindicaciones de los trabajadores.
Una huelga, con todos los preparativos y acciones sobre las misma, así como la represión generada que acaba con varios sindicalistas muertos por disparos de la policía, la cruel Ley de Fugas, los actos de sabotaje para la presión sindical, el amor y las desdichas, son los temas centrales en la novela. Personajes como Star García, Amparo García del Rio, Luis Samar o Villacampa son los portadores de todas esas ideas, de todas esas esperanzas y de todas esas desilusiones.
Y hay varios aspectos que son realmente interesantes. Por ejemplo el tratar las luchas obreras en Madrid. La capital de España siempre ha tenido esa imagen de ciudad hermética, donde se desarrollaban los grandes negocios. Las investigaciones de las luchas obreras se reservaban para sitios emblemáticos del propio movimiento obrero como zonas de Andalucía, Zaragoza o Barcelona. Pero Madrid también fue centro de luchas obreras. En Madrid se fundó la Internacional, en Madrid surgió el PSOE y muchos de los hitos del anarquismo español se desarrollan en Madrid. Sender en este sentido es original, aunque ya lo había puesto en práctica con su obra Orden Público.
Igualmente podemos extraer de la obra que el propio autor se siente defraudado por lo poco que ha hecho la Segunda República por los trabajadores. Él, como muchos otros, se sintieron muy ilusionados con la llegada del nuevo régimen, por el que incluso habían luchado. Pero las expectativas no se cumplieron y por ello arremeten contra una República que no ha cambiado en muchos vicios anteriores. Por ejemplo, durante un momento del texto habla de la ley de fugas que se le aplica a cuatro anarquistas. Y así define la acción del Estado bajo cualquiera de sus formas, contra los trabajadores:"El Estado tiene leyes para todo. Un anarquista, un comunista, si matan, son asesinos; si roban, ladrones. El Estado tiene leyes para todo. Cuando quiere matar a alguien lo saca al camino, le pega dos tiros en nombre de la seguridad del Estado y luego se presenta ante los jueces y dice: - Se quiso escapar y no tuvimos mas remedio que hacer fuego." La República no ha mejora esa situación y eso es lo que Sender denuncia.
Pero con esta obra Sender comienza a mostrar su cambio de ideología. Siempre vinculado al anarquismo, el crecimiento paulatino de los comunista les hace sentirse atraído hacia ello. En la propia obra lo muestra. A muchos anarquistas los pone en sus discursos como niños pequeños, con ideologías impulsivas o excesivamente idealistas, frente al practicismo revolucionario de personajes como Samar, pues todavía a los comunistas de partido como Murillo los pone como excesivamente ortodoxos. Sender combiaría con armas y bagajes el anarquismo por el comunismo. Después cayó en desgracia de los comunista.
Un último aspecto a reseñar en la obra de Sender, entre otros muchos, es como muestra ese Madrid que se moviliza por sus mejoras y por una sociedad mejor. Con ello Sender viene a mostrar a través de la novela lo que en realidad esta pasando. Madrid, feudo histórico del sindicalismo moderado representado por algunas sociedades obreras de la UGT, esta viviendo una transformación. La CNT esta creciendo en influencia y el sindicalismo de la acción directa, es decir, el resolver las cosas directamente con los patronos, sin ninguna intermediación, se esta imponiendo. Y eso esta arrastrando a muchos socialistas. Aunque la novela no lo muestra, estudiando el movimiento sindical madrileño podemos comprobar como la frontera entre la UGT y la CNT, en algunos momentos era mas difusa de que lo nos pensamos. Y sin olvidar que Sender también habla de la importancia que la Federación de Grupos Anarquistas de la FAI esta tomando en Madrid.
En definitiva la obra de Sender es bastante buena y muestra el marco de las luchas sindicales de Madrid durante la República. Quizá se pueda hacer un poco larga y puede que de la sensación de obra desestructurada. Pero desde luego, una vez imbuido en su lectura engancha, convirtiéndose en una gran obra de este periodista y novelista aragonés.
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1 comentario:
buena pespectiva sobre el tema, me ayudo de mucho en una tarea ;) gracias
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