domingo, 29 de julio de 2007

La Monarquía y la opinión pública

Parece mentira todo lo generado por la portada de la revista El Jueves y por la palabras del senador del PNV, Iñaki Anasagasti. Y no solo por el hecho en sí, sino por todo lo que ha rodeado estas polémicas. Y sobre todo porque vuelve a poner encima del tapete, hasta que punto se puede criticar a los Borbones en España.
Dejando a un lado el lenguaje soez que se ha podido generar por el acontecimiento, no deja de ser preocupante las reacciones de defensa a la familia real y la censura de cualquier vestigio de opinión que ponga en tela de juicio su historia y su trayectoria.
Vamos por parte. Los Borbones en España no han simbolizado ni mucho menos un sector garante de la defensa de ningún tipo de libertades y de progreso. Valga estas palabras como previa. Recordando su historia desde su entronización como familia dinástica en España en 1714, nos encontramos con personajes de esa familia tales como Carlos IV, que se rodea de personajes tan nefastos como Godoy repleto de ambiciones, a Fernando VII rey despótico que quería insistentemente el retorno a las monarquías absolutas que tras las revoluciones inglesa, americana y francesa no son sino vestigios de un pasado ominoso. Para Fernando VII sus ¡Vivan las cadenas! lo dice todo de su personalidad. Su muerte provoca la ruptura en la familia entre los partidarios de Carlos María Isidro como sucesor del rey muerto y los partidarios de Isabel II, que es quien gana la partida, iniciándose así la querella carlista que desangró España en tres guerras civiles durante el siglo XIX y que siguió actuando durante el siglo XX. Y de Isabel II para que hablar. Personaje siniestro que es depuesto por una revolución democrática en 1868. Y como aquí no hablamos de nada relacionado con asuntos del corazón, dejemos a un lado sus aventuras amorosas que pondrían en tela de juicio determinadas lineas sucesorias. Su hijo Alfonso XII regresa al poder en 1874, contrae matrimonio con la hija del duque de Montpensier, María de las Mercedes. Personaje el duque que estaba detrás de la conspiración que asesinó a Prim en 1871 y que estaba ansioso de poder. La figura de Alfonso XII debido a las películas sobre el personaje quedó completamente encumbrada. Pero bajo su reinado auspició los gobiernos de Cánovas del Castillo y las persecuciones contra los trabajadores que pedían mejoras en sus condiciones y en la sociedad. Los internacionalistas son prohibidos y perseguidos, siendo condenados al exilio. Su prematura muerte en 1885 lleva al poder su segunda mujer, que actúa como regente hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII. Este, que comienza su reinado en 1902, pasa por ser un Rey que auspicia las guerras de Marruecos donde iban los hijos de los trabajadores a morir por intereses que les eran ajenos. Tenía toda una corte ociosa en un país que no avanzaba ni económica ni políticamente como lo hacían otros países europeos. Es el Rey que manda al paredón a Francisco Ferrer Guardia, que da poder inusitado a la Iglesia Católica, que frena cualquier movimiento de mejoras y de reformas y que finalmente, en un alarde de autoritarismo sin parangón da todo el poder a un dictador, Miguel Primo de Rivera, en 1923. Y tampoco vamos a valorar la vida sentimental de Alfonso XIII.
Tal es el resentimiento que el pueblo español tuvo contra este Rey (abuelo del actual) que si él en 1923 decidió tener una monarquía sin democracia, en 1931 el pueblo español decidió tener un democracia sin monarquía.
El exilio de la familia real durante la Segunda República española no fue óbice para conspiraran contra ella. Sin ir mas lejos, al que después encumbraran como defensor de la democracia y cosas similares, como fue Juan de Borbón, se presentó dos veces voluntario para combatir al lado de Franco contra la República.
La ambición de Franco les impidió tomar nuevamente el poder, pero desde entonces medraron a la sombra del dictador, que en 1947 decretó a España como Reino (tras un referéndum farsa) y en 1968 designo al hijo de Juan de Borbón, Juan Carlos de Borbón, como sucesor a Franco. Y esto es histórico y rigurosamente histórico. Y seguimos sin entrar a valorar otros aspectos, como la muerte de hermano del Rey actual en una cacería o las querellas que se generan tanto con Alfonso de Borbón, casado con la nieta de Franco Carmen Martínez Bordiu, como la de los descendientes carlistas de Carlos Hugo de Borbón Parma (divididos posteriormente) que se pasó con armas y bagajes al campo de la oposición democrática en un claro intento demagógico de presentar al carlismo como la alternativa democrática monárquica.
Situado ya Juan Carlos de Borbón, podemos valorar su jefatura de Estado. Esta la toma el 22 de noviembre de 1975. Y por el contrario de lo que piensa mucha gente, su primer gobierno es continuista con la linea franquista y ratifica en el mismo a Carlos Arias Navarro. Inicia entonces un proceso pseudoreformista donde en ningún momento se plantea la legalización de ninguna organización de la oposición. Pero la situación social y la creciente conflictividad en varios sectores tiene que hacer cambiar de estrategia si Juan Carlos quiere seguir al frente de la Jefatura de Estado. El proceso pseudoreformista se quedad corto y hay que iniciar un proceso reformista. Aquí entra en escena Adolfo Suárez. Ahora si se plantean la legalización de algunas organizaciones de la clandestinidad que estén dispuestas a aceptar el statu quo de la monarquía. Juan Carlos tiene que ser el jefe de Estado. Por ello muchos partidos políticos históricos van rompiendo con el republicanismo o con sus concepciones revolucionarias para aceptar la nueva situación. Aquí esta la legalización del PSOE y del PCE, ya en 1977. En esas primeras elecciones no existe ninguna candidatura republicana. Todas están vetadas. Y organizaciones como la CNT, que al ser sindical y decretarse la libertades sindicales, es legalizada (último sindicato en hacerlo ya en mayo 1977) son sometidas a un hostigamiento sin igual que la catapulta a rupturas.
Cuando se produce las elecciones de 1977 no son constituyentes, pero redactan la Constitución. Y ella viene explicita la monarquía. Y eso es lo que votan los ciudadanos en el referéndum de 1978 bajo la falsa premisa de "sin constitución vuelve la dictadura" Solo un sector del PSOE propone la República. Esos 14 diputados nunca más volvieron a serlo. De hecho, entre los republicanos, se les conocía como "los 14 valientes"
Tras todos estos recovecos, Juan Carlos ha logrado salvar su poder y su institución. Una vez que ha desinflado toda fuerza de oposición monárquica, se puede legalizar los partidos que se les opone haciendo alarde de "libertad de expresión"
Y llegamos al 23 de febrero de 1981. Aquí se encumbra al Rey de forma desproporcionada como garante y defensor de la democracia. ¿Cuales eran las razones que llevan al golpe de Estado? Muchas son las teorías. Quizá un golpe de mano para endurecer la democracia donde había complotados varias personas de las que quizá nunca sepamos el nombre y nos sorprendería. Mas preguntas. ¿Por que no existe ninguna foto en color de los alrededores del congreso de los diputados ese día? Puede que algún soldado del rey estuviera por allí y al llevar una boina de color llamativo solo el blanco y negro lo puede ocultar. ¿Por que el Rey sale a la una de la mañana a decir lo que dice y no inmediatamente después de que Tejero entrara en el congreso dando tiros? ¿Que espera el monarca en esa situación? ¿Que se jugaba? Muchos son los interrogantes. Pero lo cierto es que nuevamente salva los papeles y Juan Carlos sigue siendo Rey.
Su último hito fue tras el 11 de marzo. El PP planeaba un Estado de excepción. Para hacerlo necesitaba el refrendo del Rey. Este se niega a firmar, pues sabe que de hacerlo sus días podían estar contados. Vuelve a salvar la institución.
Y esto sin hablar de que es el Rey quien firma, como Jefe de Estado, el acuerdo parlamentario del apoyo a la Guerra de Irak. También la gran cantidad de presupuesto que se lleva la casa real para su mantenimiento, sus vacaciones ociosas, las subvenciones a cada una de las infantas y el príncipe, etc. Es curioso que cuando le regalaron un barco al Rey rápidamente lo pasó a Patrimonio Nacional. Es la diferencia de pagar su mantenimiento de los presupuestos que le destinan a él particularmente, a que se lo mantenga el Estado a parte de su propio sueldo. Esto en cualquier sitio se llama "tener mas cara que espalda"
Pero sin embargo los medios, bastantes jueces, muchos periodistas y muchos ciudadanos consideran hoy que criticar a la monarquía es sinónimo de delito.
Yo no soy republicano, pero no quiero a la monarquía. Y tengo todo el derecho a criticarla como otros a defenderla. Y que yo la critique no ha venido porque el Rey salió el 23 de febrero a defender no se muy bien el que. Para mi es mucho mas valioso, y con ellos me identifico, los que durante al Guerra Civil y la larga noche de la dictadura se dejaron su vida por un mundo mejor.

3 comentarios:

konsumprodukt dijo...

Aquí el blog del amigo que te comenté que estaba haciendo sus tesis sobre Owen.

Cuídese

Reme

konsumprodukt dijo...

Leche, se me olvidaba el enlace...
http://amaurote.blogspot.com/2007/07/la-utopa-en-la-historia.html

Canichu, el espía del bar dijo...

Llevo tiempo diciendo a quien me conoce que la Historia de la Transición debe ser seriamente revisada y de modo independiente a cualquier organismo de financiación pública o de editoriales claramente beneficiadas por contar loo que todos quieren oír. Añado a lo que escribes que el lugar a donde va la familia de Alfonso XIII cuando parte al destierro es Italia, que se encuentra gobernada por el partido fascista de Musolini, así como el regreso que hace Juan de Borbón para vivir cerca de España es a Portugal, que se encontraba gobernada por la dictadura de Salazar. Sobran las palabras. Un saludo.