No soy, ni mucho menos, un
experto en cómic (o novela gráfica, como se quiera llamar). Tan solo alguien
que le gusta leer algunos de esos TBO´s.
Pero
desde que vi que Paco Roca había sacado un cómic de La Nueve me entusiasme con
la idea de leerlo. Conocía la obra de Paco Roca. Había ojeado Arrugas. No lo he leído ni vi la película,
pero me resulto interesante la temática y las pocas páginas que pude leer en
una librería. Y el tema de la Guerra Civil no era nuevo para Paco Roca. Ya lo
había tratado en El Faro, una pequeña
aventura gráfica que cuenta la historia de un soldado republicano que huye de
la represión y conoce a un farero con el que entabla una bonita relación. Un cómic
corto pero que me pareció lo suficientemente interesante como para tener en
cuenta a Paco Roca.
Mis
cómic favoritos sobre Guerra Civil han sido los de Giménez con Todo 36-39 o ya de la posguerra Paracuellos o El arte de volar de Antonio Altarriba dibujado por Kim.
Pero
hace pocas fechas mi hice con Los surcos
del azar, un cómic donde se iba a tratar una de las cosas que mas me ha
apasionado en los últimos tiempo. La participación de los españoles en la
resistencia durante la Segunda Guerra Mundial y su llegada a París. Sobre todo
desde que en año 2011 estuve en agosto en París y pude asistir a uno de los
actos de celebración de la liberación de la ciudad el 26 de agosto. Y una obra
de este estilo bajo los siempre ojos críticos de un historiador que en muchas
ocasiones somos muy exigentes con las obras.
Tengo
que decir que la obra no me ha defraudado. Porque puede que la participación
española en la llamada “La Nueve” (La Neuf en francés) fuese pequeña. Pero
estamos hablando de un puñado de hombres que salieron derrotados de la Guerra
Civil española, que partieron al exilio y que fueron tratados de la peor de la
maneras. Pero que nunca perdieron la cara a combatir al fascismo. Y cuando
pudieron volvieron a la carga. Porque para los españoles luchar contra Hitler y
Mussolini era luchar contra Franco. El problema es que para las potencias
aliadas en la Segunda Guerra Mundial eso no estuvo tan claro. Sobre todo para
estadounidenses y británicos. Aunque sea anecdótico que los primeros carros de
combate que desfilan por París llevaran el nombre de “Guadalajara”, “Teruel”, “Madrid”,
y enarbolaran la bandera republicana era un pequeño premio a tanta derrota. Derrota
que no tardaría en volver a materializarse.
Pero
lo mismo que se ha logrado rescatar la vida de muchos de esos españoles, también
hay que decir que la mayoría de los componentes españoles de La Nueve eran
anarquistas. Eran militantes de la CNT. Y hay que reconocer su militancia
libertaria. Porque para un anarquista luchar contra el fascismo era una
obligación moral.
Aun
así los españoles participaron en muchas más batallas de la Segunda Guerra
Mundial. Narvik, Bir Harkeim, etc. Para muchos de esos españoles la derrota de
nazis y fascistas no significó el fin de las hostilidades. Y muchos de ellos se
embarcaron en la lucha contra el franquismo. Héroes de la Segunda Guerra
Mundial fueron asesinados por el franquismo (como Cristino García Granda). Otros,
como Francisco Ponzán, fueron asesinados en su lucha contra los nazis en
Toulouse. En el mes de abril del pasado año 2013 tuve la oportunidad de dar una
conferencia en Limoges sobre la resistencia libertaria contra el nazismo y el
franquismo.
Pero
volviendo al cómic, Paco Roca nos narra la historia de uno de esos españoles
desde que sale del Puerto de Alicante, hasta que llega a París. Un anarquista.
A través de una entrevista que le hace un joven escritor, el viejo anarquista
recuerda todo lo sucedido. Por las páginas de Los surcos del azar desfilan los nombres de Raymond Dronne,
dirigente de La Nueve, Amado Granell, Charles De Gaulle, Philippe Leclerc, el
anarquista Luis Royo, etc. Las esperanzas, las ilusiones, las victorias, las
derrotas, etc. Todos unos sentimientos encontrados en palabras de un anciano
condenado al anonimato. Muchas veces yo mismo hago un ejercicio de empatía e
intento sentir lo que esos españoles pensaron cuando sus carros de combate
entraban por Port d’Italie y París era liberado. La historia les burló que la
siguiente parada tenía que haber sido Madrid.
Si
queremos dar un repaso y un homenaje a ese puñado de españoles que siempre
creyeron en la libertad el cómic de Paco Roca es fundamental. Si queremos
profundizar más en lo que significó La Nueve, recomiendo el libro de Evelyn
Mesquida La Nueve, los españoles que
liberaron París. También El hombre
que liberó París de Rafael Torres, Más
allá de la muerte y el exilio de Louis Stein o diversos libros de Eduardo
Pons Prades. Todos ellos, por cierto, citados por Paco Roca.
Para
terminar me quedo con una última frase que dice el viejo protagonista de la
historia: “Un ideal es siempre
inalcanzable. Acabamos con el fascismo de Hitler y Mussolini. Aunque por una
carambola histórica no pudimos acabar también con Franco”. Ellos acariciaron
ese ideal. Hoy nos queda su ejemplo y toda la lucha por delante.
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