Memorias de un beduino

Hace pocos días terminé del leer el libro Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados, de José Antonio Labordeta. Tengo que reconocer que el libro me han encantado.

Posiblemente Labordeta haya sido el diputado más bizarro que ha pisado el Congreso de los Diputados en todos los años de democracia. Y a través de estas páginas comprobamos como no solo no perdió el sentido del humor en aquel lugar, sino que pone encima de la mesa la cantidad de inutilidades que se hace en el Congreso.

Labordeta, cantautor afamado en España y uno de mis favoritos, salió elegido diputado por el partido Chunta Aragonesista en el año 2000, cuando el PP ganó por mayoría absoluta. Desde su llegada al Congreso, Labordeta vio que muchas cosas no encajaban con él. Hizo máxima suya una apreciación que se hizo sobre Joaquín Costa en su tierra aragonesa. Cuando Costa paseaba por la calle la gente decía: "ese nunca legisló". Y Labordeta se propuso lo mismo. Nos narra como participó en numerosas comisiones inútiles y como realizado varias Proposiciones No de Ley (PNL). Igualmente un leiv motiv en toda la obra de Labordeta es mostrar como el PP, primero en el gobierno y luego en la oposición, mostró la cara mas autoritaria y chulesca a la que nos tiene acostumbrado la derecha española. Su episodio cuando mandó a la mierda a los diputados del PP es memorable. Lo recuerdo plenamente, y al leer sus páginas lo recordé mas aun, pues ese debate lo estaba siguiendo por TV. Igualmente la defensa que hace Labordeta de la memoria histórica con otra gran frase: "hay que hacer que nunca mas se hable de los putos cojos rojos y si de los mutilados leales a la República"

Todo un genio y figura el amigo Labordeta. La única pega que pongo a lo que escribe, y es una opinión plenamente personal, es la confianza que mostraron hacia el PSOE cuando ganó las elecciones de 2004. Si bien la salida de la derecha del gobierno fue un alivio, lo que entró no fue la izquierda, sino una socialdemocracia edulcorada que tiñó de enfoques sociales sus políticas, pero que luego todo quedo reducido a poca cosa.

Recomiendo encarecidamente que os acerquéis a esta obrita de Labordeta donde su sentido del humor, de la responsabilidad y su coherencia emana de todas sus páginas.