Cuando comencé la andadura en esta bitácora me dije que no iba a comentar libros que no fuesen serios o su transfondo no lo fuera. Se puede estar de acuerdo o no en las conclusiones de muchas obras, pero algunas de ellas eran infames e infamantes contra el movimiento obrero, contra el anarquismo en particular, o cuyas visiones de estos temas, de la Segunda República, de la Guerra Civil o la represión franquista eran poco menos que panfletitos. Por ello nunca una obra de Pío Moa o de César Vidal ha tenido cabida en este blog. Aquí hablamos de historia y de escuelas historiográficas, no de hagiografías neofranquista.
Con el libro de Miquel Mir vamos a hacer una excepción en este camino. Leí críticas del libro, artículos sobre lo que había encontrado en Londres y desde el inicio desconfié de la obra. No tenía fuste por lo que respecta a la documentación. Igualmente Mir había participado en congresos de historia de los neofranquista (aun a pesar de ser, según tengo entendido, de Esquerra Republicana de Catalunya) donde se mostraba la "maldad" de las hordas rojas por doquier.
Hace unos días paseaba por una librería y decidí adquirir el libro, que había salido en edición de bolsillo y era sensiblemente mas barato que cuando se editó. Todas mis sospechas se confirmaron cuando pasaba cada hoja del mismo.
El libro es un alegato contra el anarquismo sin fuste histórico, plagado de lugares comunes y dando datos sin ningún tipo de aporte documental, lo que indica la seriedad de la investigación.
Hace un repaso, plagado del errores históricos, de la historia del anarquismo en la figura del protagonista de su obra, un tal José S. Por ejemplo, dice que se formó en un Ateneo Libertario a la altura de 1917, donde leía colecciones de "La novela Ideal" y de "La novela libre" Lastima que Miquel Mir no haya leído sobre estos temas, porque se daría cuenta que esas colecciones no existían todavía en 1917. Difícil que las leyera en ese año. Estas iniciativas surgen cuando se inaugura la II Época de la Revista Blanca ya en 1924.
Siguiendo una tradición que últimamente se esta dando mucho, sitúa el eje del anarquismo en los barrios mas marginales de Barcelona, haciéndole coincidir con hampones, prostitutas y traficante de toda índole. Es decir, un intento de mostrar al anarquismo como la delincuencia del momento. ¿Y donde queda el desarrollo del anarquismo en los sindicatos, en los ateneos, en los centros de trabajo y en los grupos anarquistas? Porque por mucho que le pese al autor (como a otros muchos) el anarquismo crece en los sectores obreristas y en las luchas obreras, y no en la delincuencia. Los casos de represión sindical contra la CNT y sus sindicatos se producen por su poder en el mundo obrero. Nada de randas, hampones y nada por el estilo.
Confunde completamente a la FAI, metiendo en ella a gente que nunca fue la organización o pasó a pertenecer a ella en épocas mucho mas tardía (como Durruti o García Oliver). Malinterpreta el treintismo y los debates internos en la CNT. Como en otros casos, solo interesa la "carnaza" y muy mal hecha.
La visión de las Patrullas de Control son impresionante. Parece que los anarquistas en la Guerra solo eran una banda de delicuentes que se dedicaban a asaltar conventos e Iglesias y a robar lo que había. Que hubo gente que se lucró al respecto. ¿Pero se puede llevar a la infamia a mas alto grado? No se niega en ningún momento la represión religiosa. Pero ¿donde queda la explicación del proceso de descristianización que se vivía en España desde el siglo XIX? ¿Como se explica otros episodios anticlericales? Lo fácil, y el autor incide en ello, es culpar a los anarquistas. Y para ver el trato que los anarquistas ejercieron sobre los clérigos, sería interesante que leyera obras donde se habla de como son los libertarios quienes frenan esa represión. Pero claro, según para que intereses, eso es mejor ocultarlo. O bien que ni siquiera lo conoce y ni se ha molestado en investigarlo.
La imagen que da de algunos personajes es francamente dañina. A Aurelio Fernández, militante curtido en miles de luchas, le acusa incluso de una violación y de ganarse los favores de una señorita que quería salvar la vida de un familiar. Y esto sin pruebas. ¿Donde esta esa prueba? Parece un documento sacado de la Causa General. O bien un recurso literario, ya que hace poco leí una novela (por lo tanto ficción) donde aparecía un caso parecido, pero en esta ocasión de un derechista sobre una chica de izquierdas. La imagen que da de Aurelio Fernández o de Escorza es la infamia llevada a límites insospechados. ¿Por qué no habla, por ejemplo, del asuntos de José Gardeñas? Gardeñas, un militante histórico de la CNT catalana, que sí cometió atropellos durante los primeros días de la Revolución, fue ejecutado por orden de la propia CNT por su actitud indecorosa y antianarquista.
Sobre el diario de José S., tengo mis reservas. Mas que nada por el lenguaje utiliado. Un anarquista jamás calificaría un compañero, aunque tuviese cargos, como un "cabecilla". ¿Pero en que cabeza cabe?
Sobre los documentos, hay que decirle al señor Mir que el Archivo de la FAI está en Amsterdam, y no en Londres. ¿Que ha encontrado pues en Londres? Y es más. De haber encontrado un archivo de la FAI en Londres, la titularidad pertenece a la organización anarquista, y no se la podría donar a la Generalitat de Catalunya, como dice que va a hacer Mir.
Y es más, los documentos que reproduce en el libro, no tienen sello alguno de ellos. Cosa extraña en documentos que provienen de entidades públicas y sindicales. He repasado los documentos con los que yo trabajo normalmente y no he encontrado ninguno sin sello. Puede ser casualidad.
En definitiva, este Diario de un pistolero anarquista no deja de ser una obra en la que el objetivo es uno: desprestigiar el anarquismo y responsabilizar de todo a las organizaciones libertarias. El problema que están empezando a tener estas obras es, básicamente, que hay otras muchas, serias y bien investigadas, que las desmienten. El trabajo que queda es darlas a conocer. La obra de Mir es infame e infamente. Se le invita a que pase por los archivos libertarios e investigue.
3 comentarios:
Y desde este lado, haciendo autorreflexiòn de porqué esas obras se hacen best sellers, habría que combatirlas no sólo bien informándose, sino haciendo asequible nuestro lenguaje al gran público, y si es neceario recurriendo a la publicidad por todo medio posible. Es una autorreflexión qe me parece propia si queremos ejrcer cierta didáctica o pedagogía sobre la sociedad que quiere conocer, de otro modo, la versión nofraquista triunfará... y lo qe no lograron con la fuerza, lo lograrán al final con reflexiones fallidas dadas por buenas.
Saludos,
Justo ahora estoy terminando de leer la obra que reseñas y no puedo estar más de acuerdo contigo. Iba a hacer una crítica menos "especialista" en mi blog pero al leer la tuya se me ha ocurrido que no iba a poder ser mejor. Sin embargo, y visto que esta en primera línea en algunas librerias (yo mismo caí en el error de comprarlo estas navidades pensando que era algo realmente histórico) creo que cuantos más medios sepan de estos libelos mucho mejor.
Saludos.
Lo estoy leyendo y es infumable. Parece más un libro propagandístico de la derecha que un libro con un mínimo rigor histórico.
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