miércoles, 16 de marzo de 2011

Formación y desarrollo del movimiento obrero francés


Con motivo del 140 aniversario de la Comuna de París, vamos a poner algunos post relacionado con este acontecimiento trascendental para la historia del movimiento obrero internacional. Y comenzamos con la formación del movimiento obrero francés

Francia es un país con una honda raíz revolucionaria. La revolución de 1789 y sus consecuencias marca el devenir, no solo de la sociedad francesa, sino de todo el mundo. Es por ello que la expansión y desarrollo de su movimiento obrero no deja lugar a las dudas.

Francia es cuna de algunos de los pensadores socialistas más importantes de la historia. Junto a pensadores como Saint Simon (Catecismo político de los industriales), Charles Fourier (Doctrina social) fundador de los falansterios o Étienne Cabet (Viaje por Icaria), destaca Pierre Joseph Proudhon, nacido en Besançon en 1809, y que es padre del anarquismo. Sus teorías acerca del Banco del Pueblo, el mutualismo como sistema económico y el federalismo como organización política le ponen en un lugar preeminente el obrerismo internacional. Sus teorías son tomadas por multitud de revolucionarios que imprimirán una dinámica a los movimientos obreros de los distintos países. Entre sus obras destaca ¿Qué es la propiedad? (respondiendo categórimente que un robo), Sistema de las contradicciones económicas o filosofía de la miseria (respondida por Karl Marx con Miseria de la filosofía) o El principio federativo.

Desde otras perspectivas socialistas destacaría la figura de Louis Blanc (a pesar de que nació en Madrid), desarrollando el concepto de “cuarto estado” frente a la burguesía, el derecho al trabajo y la obligación del Estado de protegerlo. Su visión de la cuestión social le lleva a teorizar sobre los Talleres Nacionales, que llegarán a ponerse en práctica. Blanc representa el lado moderado del movimiento socialista. Destacaríamos su obra La organización del trabajo.

Más a la izquierda se sitúo Louis Auguste Blanqui, partidario de la acción revolucionaria y de la toma del poder político para desde allí emprender una transformación drástica de la sociedad. Para Blanqui la lucha de clases y la necesidad de una dictadura del proletariado eran fundamentales. Su acción revolucionaria está basada en las sociedades secretas y en la capacidad de un pequeño y decidido grupo de revolucionarios para la toma del poder.

Muchos otros personajes dinamizaron el panorama político obrero francés. Destacaríamos a los hermanos Reclus, a Louise Michel (anarquista con una participación fundamental en la Comuna de París), Jules Guesde (posterior fundador del Partido Socialista Frances), Jean Jaures, Henri Tolain, etc.

La fecha de 1848 marcó un antes y un después en el desarrollo del obrerismo francés. La revolución de ese año marca la capacidad de la clase trabajadora para organizarse y tener una alternativa a la sociedad capitalista emergente. Una clase obrera francesa muy influenciada por la obras de Proudhon y por el recientemente publicado El Manifiesto Comunista de Marx y Engels en 1847.

A pesar de la dura represión que sobre el movimiento obrero ejerció el gobierno del Segundo Imperio francés de Luis Napoleón Bonaparte, la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) se asentó con fuerza. Cabe destacar aquí las figuras de Eugène Varlin y Jean-Louis Pindy, si bien la mayoría de las corrientes socialistas del momento se asociaron a la Internacional.

En vísperas del movimiento revolucionario de la Comuna, las fuerzas mayoritarias entre el movimiento obrero francés organizado eran los blanquistas y los anarquistas proudhonianos. Junto a ellos existían también fuerzas como los jacobinos (partidarios de reformas radicales), bakuninistas (seguidores en la Internacional de los ideales de Mijail Bakunin), marxistas, etc.


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