martes, 17 de febrero de 2015

ALCALA DE HENARES Y LA MEMORIA HISTÓRICA

En enero de 2014, el grupo municipal del PSOE y de IU de Alcalá de Henares me invitaron a dar un pequeño discurso sobre la memoria histórica de la ciudad como complemento a una moción que presentaron en el pleno del Ayuntamiento. Preparé un pequeño discurso para poder leer en apenas 5 minutos en aquel pleno.
Hoy rescato este discurso por varias razones, aunque una la principal. En Alcalá se ha perdido el norte de la reivindicación de la memoria histórica. El PSOE la ha aparcado. IU presentó hace poco una moción con otros tintes a la que se presentó en enero de 2014. Del PP o de UPyD nada se puede esperar. Los nazis de E2000 lo tienen claro. Y la irrupción de nuevas fuerzas como Podemos en la ciudad nada se sabe que van a hacer alrededor de esto o si lo tienen en su agenda. 
Ninguna asociación de la memoria ha sido llamada para hablar del tema. Ningún integrante que llevamos trabajando en estas cuestiones durante años han sido convocado a nada. Y mientras la memoria histórica de Alcalá languidece y solo se mantiene gracias a la iniciativa de algunas asociaciones y organizaciones. Solo la iniciativa individual y colectiva de alguna de estas organizaciones llevaron a colocar una placa en la fosa del cementerio de Alcalá. Solo la iniciativa de los libertarios y los comunistas de la ciudad se han preocupado por recuperar la memoria. La iniciativa de historiadores por plasmarla en paseos y trabajos de investigación académica. La ayuda que desde Guadalajara ha facilitado el Foro por la Memoria y que en Alcalá ha marcado la ARMH de la ciudad. Al resto el tema le molesta, lo considera menor o ni lo contempla.
Solo es un toque de atención

Moción sobre desapariciones del franquismo

Excmo. Ayuntamiento de Alcalá de Henares
Excmo. Sr. Alcalde de Alcalá de Henares
Señoras y señores concejales

En primer lugar quiero agradecer al grupo municipal socialista y al grupo municipal de Izquierda Unida que me cedan brevemente la palabra.
Igualmente quiero aclarar que aquí no viene a hablar un político. Yo no soy político. Yo soy un historiador. Integrante de la Cátedra Extraordinaria de Memoria Histórica del Siglo XX de la UCM y colaborador del grupo de investigación sobre conflictividad en la Segunda República de la Universidad Carlos III de Madrid.
La moción que aquí se presenta es muy justa y muy pertinente. Incluso diría que en algunos aspectos se queda corta. Justa porque viene a reclamar algo que en cualquier democracia de nuestro entorno esta asumido. Pertinente porque vivimos momentos importantes para la recuperación de la memoria histórica. Y no solo porque nos ampare un derecho internacional para poder reclamar la Verdad, la Justicia y la Reparación para las víctimas del franquismo. También porque en cualquier país de nuestro entorno (Francia, Reino Unido, Alemania, etc.) ser demócrata significa ser antifascista. Algo que en Europa se tiene asumido pero que en España aun no.
Y es pertinente que este tipo de moción se presente en una ciudad como Alcalá de Henares. Alcalá fue desde la segunda mitad del siglo XIX una ciudad que buscó de forma constante la mejora de su clase trabajadora. Durante los años que median entre la introducción de la Primera Internacional en 1871 hasta el final de la Guerra Civil en 1939, Alcalá forjó un poderoso movimiento obrero que supo defender los intereses de los trabajadores. Sin embargo, el final de la Guerra Civil significó no solo la derrota política del movimiento obrero sino su persecución física. Todo aquel que no comulgó en la ciudad con las ideas de las autoridades triunfantes fue perseguido, encarcelado, fusilado, condenado al ostracismo o empujado a un largo exilio. Por no hablar de la inmensidad de una masa silenciosa que penó durante la dictadura.
Esa derrota le costó a Alcalá muchas víctimas. Víctimas cuyo único delito fue pensar distinto. La represión franquista tiene datada ahora mismo en la ciudad 286 víctimas, fusiladas entre 1939 y 1948. Estando como estamos en esta casa consistorial hay que remarcar que entre esas víctimas se encuentran concejales de la corporación alcalaína. En la fosa común del cementerio de Alcalá de Henares están Agustín Anuarbe Pardo, Manuel Muñoz Murcia, Enrique Vadillo Oñoro, etc. También en el cementerio civil de Madrid fueron fusilados los concejales complutenses Leandro García, Casimiro Ilarraza o Epifanio Chavarría. Porque las víctimas del franquismo en Alcalá de Henares no solo se produjeron en la ciudad. Especialmente cruel fue las nueve primeras ejecuciones en Alcalá efectuadas el 28 de abril de 1939 contra Agustín Anuarbe Pardo, Enrique Vadillo Oñoro, Basilio Yebra, Manuel Muñoz Murcia, Anastasio Castell, Justo Basa, Victoriano Basanta, Leonardo Martínez y Máximo Rabadán, que se realizaron a modo “ejemplarizante”. Republicanos, comunistas, socialistas, anarquistas, masones, etc., fueron víctimas de esa durísima represión.
Junto a estas desapariciones habría que sumar las desapariciones extrajudicionales que hacen una cifra enorme. O las víctimas políticas por la explosión del polvorín de Alcalá de Henares en 1947 que llevó al paredón de fusilamiento en Ocaña a militantes clandestinos del PCE y de las JSU de Alcalá de Henares.
Durante la Guerra Civil, siendo Alcalá zona leal a la República, se produjeron también casos de violencia contra personas. Personas militantes en los campos de la derecha política. A pesar de las cifras engordadas por parte de la Causa General, esas víctimas fueron reivindicadas y sus nombres se conocen. Crímenes por el que pagaron personajes que no tuvieron nada que ver en los mismos, como el maestro Ángel García, militante del PSOE y de la UGT fusilado en Madrid en 1941, o Fernando Macarro Castillo (Marcos Ana) que penó en las cárceles del franquismo durante 23 años. Son dos ejemplo de muchos más. Aun así hay que decir que estas personas asesinadas durante la Guerra Civil distan mucho de ser en un número tan grande como planteó las fuentes franquistas. Según demostré en mi tesis doctoral (que se publicará en unas semanas) se contabiliza un total de veinte asesinatos en la ciudad de Alcalá de Henares, concentrados en 1936, a los que habría que sumar 31 desapariciones más, de las cuales testificadas con muerte hay siete. Hace un total de represión en Alcalá de 27 personas constatadas y 24 que no sé sabe si fueron asesinadas o no en la ciudad. El resto de nombres o no murieron en Alcalá, o murieron en los frentes o directamente no fueron asesinados (caso de los llamados resucitados). Insisto, datos contrastados en mi tesis doctoral leída con éxito hace ahora un año
Pero no podemos ser reduccionistas y mucho menos partir de la equiparación de víctimas bajo el paraguas de que “todos fueron responsables”. Una cosa son las víctimas generadas durante la Guerra Civil y otra las víctimas durante la dictadura franquista, que se extendió casi 40 años. En palabras del historiador Francisco Espinosa “Al igual que lo propio de la mentira es presentarse como la verdad, lo propio de las dictaduras surgidas de violentos golpes militares es ocultar y borrar sus orígenes y las huellas del terror y, al mismo tiempo, llevar a cabo una campaña incesante contra el régimen destruido de modo que el asalto al poder y el aplastamiento del contrario queden justificados y legitimados”. Esto es justamente lo que hizo el franquismo y que nuestra historia más reciente no se ha preocupado tampoco en rescatar.
Las víctimas del franquismo tienen derecho a ser rescatadas del olvido por varias razones:
1. Por la ilegalidad del régimen franquista. Un régimen emanado de un golpe de Estado contra la legalidad de la Segunda República. Con ello se vulneró el ordenamiento jurídico en vigor.
2. La ONU declaró al franquismo como fascismo y régimen alineado con las potencias del Eje. Potencias con las que Franco colaboró y posibilitó que muchos españoles murieran en los campos de concentración y exterminio nazis. Recientemente una comisión de la ONU se desplazó a España para escuchar a las asociaciones de memorias y a las víctimas del franquismo. A esto se une que la justicia argentina reclama a los criminales del franquismo.
3. Los crímenes franquistas se enmarcan en el derecho emanado de Nuremberg que condenó a los criminales de guerra y contra la humanidad nazis.
4. La falta de derecho de los familiares se enmarca en la impunidad que existe en España.

Lo que pide la moción presentada por PSOE e IU es justo. Tan solo pide que se aplique la legislación internacional y también la española a través de su Ley de Memoria Histórica. Haciendo un símil futbolístico el franquismo ocuparía un puesto de Champions League en desapariciones forzadas y crímenes contra la humanidad tras la Alemania nazi, la URSS estalinista y la Camboya de Pol Pot. Un triste registro.
Esperemos que la moción, mejorable en muchos puntos, sea el inicio de un cambio de rumbo en la política municipal por la memoria. El mundo académico estamos por la Verdad, la Justicia y la Reparación de las víctimas del franquismo.

 Muchas gracias.

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