viernes, 4 de abril de 2014

EL ILEGALISMO FRANCÉS A PROPÓSITO DE LA NOVELA “EN CUALQUIER CASO NINGÚN REMORDIMIENTO”

En el número de abril del periódico CNT publico un artículo sobre el llamado ilegalismo en el anarquismo francés, a propósito de la novela de Pino Cacucci En cualquier caso, ningún remordimiento, que cuenta la vida de Jules Bonnot. Aquí reproduzco la versión larga del propio artículo

Si algo ha levantado siempre mucha literatura ha sido la llamada violencia en el anarquismo. Es curios que un movimiento con múltiples aristas de estudio se le encasille constantemente en acciones violentas, presentado la historia del movimiento libertario completamente deformada. Estas cuestiones se han hecho por varias razones:
  1. Por desconocimiento de la propia ideología anarquista.
  2. Por la pasión por lo que denomino “la casquería” de la historia del anarquismo con el fin de distorsionar la situación.
  3. Por cuestiones puramente políticas donde presentar al anarquismo como un accidente violento sirve para defender otras causas.

Son algunas de las razones, aunque pueden existir muchas más. Y es una cuestión que no solo pasa en el anarquismo español. El anarquismo francés, por poner un ejemplo, también se ve afectado por estas cuestiones. Sobre todo en lo concerniente al llamado periodo terrorista y el ilegalismo que abarca el periodo comprendido de la última década del siglo XIX hasta mediados de la década de 1910 en el siglo XX. Por ese periodo circulan nombres como el de Ravachol, Emile Henry o Jules Bonnot. Aunque en muchas ocasiones se ha tendido a mezclar todo, cada uno de estos personajes responden a una tipología concreta y un momento histórico. Nada tiene que ver las acciones de Ravachol con las de Bonnot. Vamos a intentar poner un poco de orden a toda esta historia. Para ello nos vamos a guiar por dos de los mejores historiadores franceses del anarquismo: Jean Maitron y Jean Preposiet.

El anarquismo francés tiene diversas tipologías desde el aplastamiento de la Comuna de París en mayo de 1871. Algo que tampoco es ajeno a otros lugares del mundo. El anarquismo se debatió entre la organización en las sociedades obreras para incidir de forma efectiva en el movimiento obrero y la en la organización puramente anarquista, que sin desechar el obrerismo le dé otro cariz a la organización anarquista. A finales del siglo XIX tomó fuerza entre algunas individualidades anarquistas la opción de atacar a las instituciones del Estado o los centros de poder con el cometido de erosionarlo y provocar con ello el estallido de una conciencia que condujese a la revolución. Aquí encuadrariamos los casos y acciones de Sante Caserio y el asesinato del presidente de la República francesa Sadi Carnot o a Luigi Lucheni y el asesinato de la Emperatriz Sissi. Estos anarquistas consideraban que los personajes a los que ejecutaban eran responsables directos de la miseria y de masacres, por lo que planificaban su eliminación. Aquí entraría también Angiolillo y el atentado contra Cánovas del Castillo. Otros lo intentaron contra centros específicos, como Desiré Joseph Pawels, anarquista belga fallecido en la Iglesia de la Madelaine por el artefacto explosivo que portaba. En la misma línea se situaría Auguste Vaillant, que en diciembre de 1893 atentó contra la propia Cámara de los Diputados francesa. Su ejecución en la guillotina en febrero de 1894 provocó la reacción de Caserio y Pawels ya explicadas.

Otros anarquistas optaron por la llamada expropiación. Acciones muy criticadas por los militantes de organizaciones anarquistas pero que estuvieron presentes en muchos aspectos. Destacan las figuras de Duval, Pini o de la Marius Jacob del que se ha dicho que el escritor Maurice Leblanc se basó para hacer el personaje de Arsenio Lupin.

En toda esta vorágine finisecular había dos nombres que siempre son destacados por encima del resto. El primero es Ravachol. Y el segundo el de Emile Henry.
Ravachol en realidad se llamaba François Claudius Koeningstein. Desde pequeño se vio obligado a
trabajar y adquirir distintos oficios. A través de diversas lecturas se comienza a poner en contacto con círculos socialistas en Saint Chamond. Conoce el anarquismo y comprueba que se siente más vinculado a esta ideología. Ravachol comienza a tener problema por la justicia por acciones que le acusan pero que en realidad son ajenas, en un principio, a su propia persona. Pero a partir de ese momento las acciones de Ravachol fueron sucediéndose. Falsificador de moneda, profanador, robo, etc. Por todas estas acciones es perseguido y llega a ser detenido, aunque consigue evadirse. En ese momento llega a París. Y deciden vengarse de lo acontencido contra los anarquistas Decamps y Dardare. Ravachol y dos colaboradores organizan el atentado contra el presidente de la Audencia Benoît en el 136 del Bulevard de Saint Germaine. A pesar del artefacto explosivo no hay víctimas y Benoît sale ileso. Decide entonces volver a la carga. A pesar de las detenciones de sus colaboradores en los días previos, Ravachol escapó y logró realizar el atentado en el domicilio del sustituto de Benoît de apellido Bulot en el 39 de la Rue de Clichy. La bomba provocó siete heridos y cuantiosas pérdidas materiales. Pero Ravachol fue poco discreto y la policía estaba sobre aviso. Fue detenido en marzo de 1892 en el Restaurante Lherot. A pesar de que Ravachol fue condenado a cadena perpetua se le juzgó también por tres crímenes anteriores con lo que la condena fue a muerte. Fue guillotinado en julio de 1892. Sus acciones fueron recordadas en numerosas canciones de la época.
Aun con de la militancia que Ravachol había tenido con anterioridad nunca fue aceptado en muchos círculos libertarios. Sus acciones de robo o profanación fue entendida en muchos círculos anarquistas como algo alejado de la ideología.
La java bons enfants y su muerte sí tuvo más repercusión entre los círculos libertarios teniendo en cuenta cuales eran los orígenes del personaje.
Caso contrario a Ravachol es el de Emile Henry. Henry había nacido en Barcelona debido a que su padre se vio obligado salir de Francia tras su participación en la Comuna de París. Por ello Emile Henry es un militante que bebe de las raíces revolucionarias desde un inicio. Henry fue un militante aventajado y formado, propio la cultura obrera de la época. La acción que Vaillant realizó contra el parlamento y la condena a muerte de este anarquista provocó la reacción de Henry. Anteriormente, en noviembre de 1892, Henry había atentado contra la Comisaria de la Rue Bons Enfants de París. En realidad el destino de la bomba era las oficinas de la Compañía minera de Carmoux (ciudad del sur de Francia), cuyos mineros estaban en huelga. La bomba fue interceptada y trasladada a la comisaria, depositándose en un patio. Allí hizo explosión mientras dos policías la manipulaban. Posteriormente la ejecución de Vaillant en 1894 provocó la reacción de Henry, quien realizó un atentado contra el café Términus el 12 de febrero de 1894 con el resultado de un muerto y veinte heridos. Henry fue detenido, juzgado y condenado a muerte. Las declaraciones y confesiones de Henry durante el juicio fueron toda una condenada a la sociedad capitalista y una justificación de sus acciones contra la explotación y sus instituciones. Su ejecución se realizó el 21 de mayo de 1894 contando con tan solo 22 años de edad. La acciones de Henry también se recordaron a través de canciones como La java des bons enfants.
Llegados a este punto damos un salto y hablamos de la figura de Jules Bonnot. Y poco tiene que ver Bonnot con los anteriores casos. En el caso de Bonnot no realiza atentado con bombas contra instituciones o por cuestiones de lucha obrera. Bonnot es lo que se conocía como un expropiador. Aunque también comenzó a militar en las sociedades obreras, su carácter temperamental le dejó muchas veces fuera de esos empleos. Las acciones de Bonnot fueron espectaculares en conexión con sus colaboradores. Lo que se conoció como la llamada “Banda de Bonnot”. El atraco de la Rue Ordener contra la entidad bancaria Societé General, las acciones de expropiación, etc. Una trayectoria dilatada en el propio Bonnot antes de unir su suerte a la de Raymond Callemin, Eduard Carouy o Ganier. Un grupo que había crecido al calor del periódico L'Anarchie fundado por Albert Libertad y continuado por Víctor Kibalchite luego conocido como Víctor Serge, uno de los participantes en la Revolución rusa y autor de numerosos libros al respecto.
Bonnot había pasado por muchos vericuentos, persecuciones y acciones. Se dice incluso que fue chofer del escritor Arthur Conan Doyle (como recoge la novela de Pino Cacucci). La idea de Bonnot era expropiar a aquellos que robaban. Todos los integrantes del grupo de Bonnot procedían del movimiento obrero francés. Pero decidieron realizar acciones de este tipo. La vida y la muerte de Bonnot es cinematográfica. Persguido por atracos y asesinatos, Bonnot es acorralado junto con Debois en Choisy Le Roy. Huía tras haber sido sorprendido y asesinar al comisario Jouin, que le seguía la pista. En un asedio de horas. Al asedio de la casa defendida por los dos anarquistas se desplazaron unidades especiales de tiradores del regimiento de los Zuavos. Tras horas de asedio Debois y Bonnot fueron acribillados el 27 de abril de 1912. Unos días después se repitieron las mismas escenas en otros lugar, en el asedio a la casa donde estaban Valet y Garnier, integrantes del grupo de Bonnot. La mayoría de los integrantes de la Banda de Bonnot fueron ejecutados.

Algunas consideraciones

A pesar de la espectacularidad de las acciones que se han narrado este tipo de actuación siempre fue minoritaria en el seno del movimiento libertario. Curiosamente se resalta en exceso este tipo de actuaciones y nada las consideraciones que personajes como Kropotkin o Malatesta tuvieron al respecto. Si bien el movimiento anarquista se solidarizada en ocasiones con los condenados a muerte, a los que consideraban compañeros anarquistas, lo cierto es que no contemplaban sus acciones como positivas para la anarquía. En la Francia de finales del siglo XIX e inicios del XX tuvieron mucha más repercusión en el anarquismo las teorías del obrerismo y la vinculación al movimiento sindical. Personajes históricos como Louise Michel, que había participado en la Comuna de París, el geógrafo Eliseo Reclus, Charles Malato, etc., fueron más incisivos en el desarrollo del anarquismo. Para la parte sindical habría que destacar las figuras de Tortelier y su concepto desarrollado de la huelga general o la de Fernand Pelloutier que afianzó el sindicalismo revolucionario. A pesar de su fallecimiento en 1901 su figura será fundamental para el devenir del movimiento obrero francés cuando se aprueba la Carta de Amiens de 1906.

El final del siglo XIX fue el reflejo de unas acciones individuales motivas por el sentimiento de venganza ante los ataques tanto a la clase obrera como contra militantes individuales que se rebelaban contra la sociedad establecida. Ninguna organización estaba tras las acciones. El anarquismo organizado no las amparaba aunque se solidarizara con las personas e intentase dar una lectura a lo que sucedía. La consecuencia del momento y en la actualidad es una magnificación de aquellas acciones y una ocultación intencionada de los debates internos del anarquismo y su participación en la organización obrera.

El caso de Bonnot si responde a otras cuestiones. Quedaba lejos los debates de finales del siglo XIX. Bonnot y el resto de su grupo se alejaron de las acciones colectivas para entrar en las individuales convirtiéndose en un islote dentro del panorama anarquista. Quizá sus antecedentes inmediatos estaban en Pini, Duval y Jacob. Pero lo que no se puede negar es la formación anarquista de los integrantes de la Banda de Bonnot. Su concepto de expropiación fue muy criticado y alejado de las concepciones mayoritarias del anarquismo. Pero con la muerte de Bonnot se pone punto y final a toda una época.




No hay comentarios: