Estallido revolucionario de 1905
Rusia se había embarcado en el guerra contra Japón, y la derrota fue dura. La propia guerra y la derrota creo un clima de tensión que se tradujo en motines y en una revolución. La primera huelga se produce en diciembre de 1904 en Georgia, pero el gran estallido se produjo en San Petersburgo en enero de 1905. Allí los trabajadores redactan un manifiesto para entregar directamente al Zar. Todo esto patrocinado por un pope, Gapon, que al principio acudió como rompehuelgas, pero finalmente confraternizo sinceramente con los huelguistas. La manifestación fue duramente reprimida en lo que se conoce como “domingo sangriento”. La separación entre el pueblo y el zar es un hecho.En febrero de 1905 surge el soviet en San Petersburgo, cuyo primer presidente fue Nossar, aunque el impulso del soviet se toma a finales de 1905 con León Trotsky como presidente.
El zar tiene que ceder y se produce una apertura de la Duma, con lo que el régimen se liberaliza. Pero los problemas no habían acabado ahí y los marineros del Potemkim se sublevan contra sus mando, solidarizándose con las huelgas del interior. Vakulinchuk y Matiusenko lideran el motín, que tras llegar a Odessa vuelve a partir y al final sufre un fuerte represión.
El ambiente de tensión no ceso ya en Rusia hasta el gran estallido de 1917.
1906-1916. Periodo reformista y I Guerra Mundial
La revolución de 1905 significo un fracaso para las aspiraciones socialistas, que debido a la represión y a la desunión se comenzó a dividir. Aun así de 1905 el zarismo saco algunas lecciones y por mediación de algunas personalidades de renombre, como Witte, el autocratismo queda relegado y un sistema liberal comienza a emerger en Rusia. La Duma funcionaba de manera satisfactoria y tomaba como partido fuerte al Partido Constitucional-Democrata o Kadete. El hombre fuerte de este periodo es Stolypin. Este comienza una reforma general del país, sobre todo agraria, en la que queda abolido el MIR y se fomenta a los kulaks como clase propietaria e impulsora de una nueva Rusia, que camina hacia el sistema capitalista. Esa revolución también se produjo en materia industrial y social, como en la construcción del tren transiberiano. Pero Stolypin muere en un atentado en 1911, perpetrado por socialistas revolucionarios, merced a sus políticas represivas.
A partir de entonces el zarismo vuelve a retomar el camino del pasado y vuelve a emerger el autocratismo, en una corte ya desgastada. Incluso la familia zarista esta envilecida por un personaje que había en la corte, el monje Gregori Rasputin. Este casi a manera de mago manejo a la familia Romanov, sobre todo a la zarina. La nobleza reacciono y en 1916 Rasputin es asesinado por el príncipe Yussupov.
A todo este panorama se viene a unir el estallido de la I Guerra Mundial. El 6 de agosto de 1914 el Imperio Austro-Hungaro declara la guerra a Rusia. Una oleada recorre patriótica en Rusia y el pueblo se inclina ante el Zar. En un principio las organizaciones obreras, que habían quedado mermadas tras el fracaso de 1905, consideraban que esta guerra imperialista era negativa. Pero a medida que la guerra avanza y en las tropas cunde el descontento y la desesperación, el ejercito se convierte en caldo de cultivo para engrosar las filas revolucionarias. De este hecho los que salieron mas reforzados fueron los bolcheviques, que impusieron la consigna de alistamiento para sebrar el caos en el ejercito.
Ante el fracaso reformista, la vuelta al autocratismo del Zar y el descontento en las tropas del ejercito y el hambre que diezmaba la población, llevo al pueblo ruso a la revolución de 1917.
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