martes, 8 de junio de 2010

La lista de los catorce

Hace unos días terminé de leer esta novela de Nacho Guirado, en la que relata de la vida paralela de dos vecinos del alcarreño pueblo de Yunquera de Henares, amigos desde la infancia, pero que la Guerra separa debido a la divergencia ideológica de ambos (uno socialista y otro falangista) Al finalizar la Guerra uno goza de la “libertad” de vencedores, mientras otro pena en los batallones de trabajadores de Asturias como mano de obra esclava de Franco. Ignacio y Ramón son los protagonistas.

No nos encontramos ante una novela espectacular. Pero si que recrea algunas cosas como los batallones de trabajadores y sus duras condiciones de vida, la lucha de los maquis, el silencio de muchos y la lucha de otros. La crueldad del franquismo, de un régimen genocida y de terror. La brutalidad de los falangistas, amos y dueños de la retaguardia.

Pero la curiosidad de la novela viene también dada porque el personaje del Ramón Lobo sobrevive a la matanza de la cárcel de Guadalajara de diciembre de 1936, tras los duros bombardeos que la aviación franquista infringió contra la población civil. Una parte de la población tomó represalias contra los presos de derechas de la cárcel de Guadalajara, causando varios muertos. Algo que se pudo repetir al día siguiente en la cárcel de Alcalá de Henares, pero que fue evitado por el anarquista Melchor Rodríguez, Director General de Prisiones.

En la novela de la matanza se salva uno solo, Ramón Lobo. Algo que tiene una correspondencia (aunque no es real tampoco) con la realidad. De la matanza de Guadalajara se salvo (entre otros) Higinio Busons, que según su testimonio estuvo escondido en una leñera durante día. Algo completamente inverosímil teniendo en cuenta el frío que hace en Guadalajara en esas fechas. Igualmente la historia posterior no contó que Busons fue investigado por el Tribunal Espacial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, pues no les quedaba “claro” a las autoridades franquista porqué se había salvado de la matanza. Una historia curiosa la de Busons, que bien puede retratar la figura de Ramón Lobo en la novela de Guirado.

No estamos pues ante una novela que rompa molde, pero sí ante parte de un documento literario (pues se basa en cuestiones reales y en documentos fidedignos de la figura de Ignacio, que es abuelo del autor)

Recomiendo acercarse a este pequeño trabajo de Nacho Guirado para comprobar desde la literatura la crueldad del régimen franquista y sus sicarios criminales del falangismo. Si bien se puede hacer una crítica a las cuestiones ideológicas y al trasfondo de reconciliación, la novela merece la pena ser leída.

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