Por fin, tras 6 años de investigación, redacción y multitud de inconvenientes por la publicación, ha visto la luz el libro La explosión del polvorín en Alcalá de Henares (1947) de Alejandro Remeseiro Fernández y Julián Vadillo Muñoz.
En el curso 2003-2004 llegó la noticia de que el Foro del Henares, asociación ciudadana de Alcalá y alrededores, estaba investigando sobre la explosión del polvorín de Alcalá. Entraron en contacto con el profesor Alejandro R. Díez Torre y este consideró que tanto Alejandro Remeseiro (que estaba trabajando sobre cuestiones de franquismo) y Julián Vadillo (cuya tesis y trabajos de investigación se centraba en el movimiento obrero de Alcalá) podía realizar esta investigación. Y así se hizo.
Durante meses se fue recopilando numerosas informaciones sobre este acontecimiento que pasa por ser uno de los casos más crueles de represión franquista en la zona. La prensa oficial del movimiento se hizo eco del asunto. Pero la investigación no se conformó con ser aséptica en ello. Se repasado decenas de periódicos del exilio español, de todas las tendencias políticas (anarquistas, comunistas, socialistas y republicanos) Se consulto centenares de documentos y realizaron multitud de entrevistas. Los archivos fueron de fácil acceso menos los militares. Casi dos años hubo que esperar para poder acceder a la causa generada por la explosión. Un toque de atención para el estado en el que se encuentra los archivos militares. Muchos de los documentos de algunas de las causas estaban casi destruidos, imposibles de recomponer. Otros estaban mohosos por la humedad donde están depositados. Una tristeza lo de los archivos militares. Destruyendo de forma “pasiva” los documentos es una forma “natural” de acabar con la historia y la memoria. Pero afortunadamente estas causas (la 142.010, la 239/48, la 207/48, la 208/48 y la 209/48) han podido ser digitalizadas. Hoy se pueden consultar.
Otros archivos como los de Instituciones Penitenciarias, el Archivo General de la Guerra Civil Española (hoy Centro Documental de la Memoria Histórica), el Archivo Histórico Nacional, la Fundación Anselmo Lorenzo (CNT), la Fundación Pablo Iglesias (PSOE), el Archivo Histórico del PCE, etc., han sido consultados y se han conseguidos datos interesantes.
Tras todo este minucioso proceso de investigación (unido a entrevistas de trascendencia de personajes que estuvieron relacionados con el acontecimiento como Fernando Nacarino Moreno o Ricardo Lidó, y otros personajes de relevancia más internacional como Santiago Carrillo) los autores han llegado a una conclusión, que siempre se dijo “sotto voce” pero que ahora es pública. La explosión del polvorín de Alcalá de Henares en 1947 fue un accidente que le costo la vida a 24 personas, similar al ocurrido en Cádiz unos días antes. La negligencia del Ejército franquista fue supina. Sin embargo, en el caso de Alcalá, los culpables para las autoridades militares, judiciales y policiales estaban en otra línea. Los comunistas habían volado el polvorín. Así se podía desarticular por completo la resistencia antifranquista en la ciudad complutense. Represión que había comenzado un año antes cuando la CNT, y a su cabeza Ignacio España, son detenidos y encarcelados.
Pero la historia de Alcalá acabó muy mal. Interrogatorios durísimos, torturas horribles, juicios sumarísimos, etc. La causa en diciembre de 1947 cae en manos de un criminal contra la humanidad, Enrique Eymar. El Consejo de Guerra en Ocaña en julio de 1948 iba a dictar sentencia. Ocho penas de muerte y multitud de condenas entre 25 años de cárcel y 3 años. El 20 de agosto de fueron ejecutados los condenados. Posteriormente otros consejos de guerra fueron condenando al resto de acusados. El crimen del franquismo que va desde el cómplice Ayuntamiento de Alcalá de Henares hasta la Jefatura del Estado, se había consumado.
Las pruebas para la inocencia de todo eran varias. Imposibilidad de las estructuras comunistas de hacer una acción de ese tipo; ocultamiento de pruebas en las disposiciones judiciales; informes oculares de las primeras horas del suceso donde se descarta el sabotaje; infórmenes químicos de supuestos papeles de bombas que no eran sino envoltorios de bocadillos; torturas para hacer confesar lo que nunca hicieron; contradicciones y reconocimiento de las mismas en los careos que hay entre los reos; la paranoia franquista que veía incluso a la Embajada inglesa tras los sucesos, etc.
Hay datos interesantes para ello. Por ejemplo. En los archivos de la Guardia Civil no consta en 1947 sabotajes en Madrid con víctimas. De haber sido un sabotaje lo del polvorín así lo hubiesen hecho constar. El BOE decreta la extensión de las ayudas de Cádiz a Alcalá. En caso de haber sido un sabotaje, el Consorcio de Seguros (donde se pudo tener acceso a sus actas) nunca hubiese reconocido las ayudas. Un informe de la Dirección General de Seguridad donde asegura textualmente que no hay pruebas de que los detenidos hicieran sabotaje alguno aunque si son “culpables” de pertenencia a organizaciones comunistas.
Todo un entramado que el libro de Remeseiro y Vadillo va desgajando. Un ejemplo cruel de la sinrazón del genocidio franquista.
Ha merecido la pena esperar para ver los resultados de esta investigación. Aunque se avisará en esta bitácora de forma oficial, ya hay fecha para la presentación del mismo. Será el próximo 21 de mayo a las 19:00 en el Nuevo Parador Nacional de Alcalá de Henares. Tiene este sitio un algo especial para con el acontecimiento. Ese edificio era la antigua cárcel de Alcalá. Allí estuvieron en preventiva varios de los detenidos por la explosión del polvorín.
Se ha tenido que esperar más de 60 años desde el suceso para reparar históricamente a los damnificados. De eso 60 años casi la mitad han sido de supuesto régimen democrático. Algo mal se ha tenido que hacer para que haya habido que esperar tanto tiempo. Esto es un caso más entre los muchos que existieron en aquella oscura España de Franco. Por ello hay que exigir que el reconocimiento social y oficial a las víctimas debe de ser inmediato.
En el curso 2003-2004 llegó la noticia de que el Foro del Henares, asociación ciudadana de Alcalá y alrededores, estaba investigando sobre la explosión del polvorín de Alcalá. Entraron en contacto con el profesor Alejandro R. Díez Torre y este consideró que tanto Alejandro Remeseiro (que estaba trabajando sobre cuestiones de franquismo) y Julián Vadillo (cuya tesis y trabajos de investigación se centraba en el movimiento obrero de Alcalá) podía realizar esta investigación. Y así se hizo.
Durante meses se fue recopilando numerosas informaciones sobre este acontecimiento que pasa por ser uno de los casos más crueles de represión franquista en la zona. La prensa oficial del movimiento se hizo eco del asunto. Pero la investigación no se conformó con ser aséptica en ello. Se repasado decenas de periódicos del exilio español, de todas las tendencias políticas (anarquistas, comunistas, socialistas y republicanos) Se consulto centenares de documentos y realizaron multitud de entrevistas. Los archivos fueron de fácil acceso menos los militares. Casi dos años hubo que esperar para poder acceder a la causa generada por la explosión. Un toque de atención para el estado en el que se encuentra los archivos militares. Muchos de los documentos de algunas de las causas estaban casi destruidos, imposibles de recomponer. Otros estaban mohosos por la humedad donde están depositados. Una tristeza lo de los archivos militares. Destruyendo de forma “pasiva” los documentos es una forma “natural” de acabar con la historia y la memoria. Pero afortunadamente estas causas (la 142.010, la 239/48, la 207/48, la 208/48 y la 209/48) han podido ser digitalizadas. Hoy se pueden consultar.
Otros archivos como los de Instituciones Penitenciarias, el Archivo General de la Guerra Civil Española (hoy Centro Documental de la Memoria Histórica), el Archivo Histórico Nacional, la Fundación Anselmo Lorenzo (CNT), la Fundación Pablo Iglesias (PSOE), el Archivo Histórico del PCE, etc., han sido consultados y se han conseguidos datos interesantes.
Tras todo este minucioso proceso de investigación (unido a entrevistas de trascendencia de personajes que estuvieron relacionados con el acontecimiento como Fernando Nacarino Moreno o Ricardo Lidó, y otros personajes de relevancia más internacional como Santiago Carrillo) los autores han llegado a una conclusión, que siempre se dijo “sotto voce” pero que ahora es pública. La explosión del polvorín de Alcalá de Henares en 1947 fue un accidente que le costo la vida a 24 personas, similar al ocurrido en Cádiz unos días antes. La negligencia del Ejército franquista fue supina. Sin embargo, en el caso de Alcalá, los culpables para las autoridades militares, judiciales y policiales estaban en otra línea. Los comunistas habían volado el polvorín. Así se podía desarticular por completo la resistencia antifranquista en la ciudad complutense. Represión que había comenzado un año antes cuando la CNT, y a su cabeza Ignacio España, son detenidos y encarcelados.
Pero la historia de Alcalá acabó muy mal. Interrogatorios durísimos, torturas horribles, juicios sumarísimos, etc. La causa en diciembre de 1947 cae en manos de un criminal contra la humanidad, Enrique Eymar. El Consejo de Guerra en Ocaña en julio de 1948 iba a dictar sentencia. Ocho penas de muerte y multitud de condenas entre 25 años de cárcel y 3 años. El 20 de agosto de fueron ejecutados los condenados. Posteriormente otros consejos de guerra fueron condenando al resto de acusados. El crimen del franquismo que va desde el cómplice Ayuntamiento de Alcalá de Henares hasta la Jefatura del Estado, se había consumado.
Las pruebas para la inocencia de todo eran varias. Imposibilidad de las estructuras comunistas de hacer una acción de ese tipo; ocultamiento de pruebas en las disposiciones judiciales; informes oculares de las primeras horas del suceso donde se descarta el sabotaje; infórmenes químicos de supuestos papeles de bombas que no eran sino envoltorios de bocadillos; torturas para hacer confesar lo que nunca hicieron; contradicciones y reconocimiento de las mismas en los careos que hay entre los reos; la paranoia franquista que veía incluso a la Embajada inglesa tras los sucesos, etc.
Hay datos interesantes para ello. Por ejemplo. En los archivos de la Guardia Civil no consta en 1947 sabotajes en Madrid con víctimas. De haber sido un sabotaje lo del polvorín así lo hubiesen hecho constar. El BOE decreta la extensión de las ayudas de Cádiz a Alcalá. En caso de haber sido un sabotaje, el Consorcio de Seguros (donde se pudo tener acceso a sus actas) nunca hubiese reconocido las ayudas. Un informe de la Dirección General de Seguridad donde asegura textualmente que no hay pruebas de que los detenidos hicieran sabotaje alguno aunque si son “culpables” de pertenencia a organizaciones comunistas.
Todo un entramado que el libro de Remeseiro y Vadillo va desgajando. Un ejemplo cruel de la sinrazón del genocidio franquista.
Ha merecido la pena esperar para ver los resultados de esta investigación. Aunque se avisará en esta bitácora de forma oficial, ya hay fecha para la presentación del mismo. Será el próximo 21 de mayo a las 19:00 en el Nuevo Parador Nacional de Alcalá de Henares. Tiene este sitio un algo especial para con el acontecimiento. Ese edificio era la antigua cárcel de Alcalá. Allí estuvieron en preventiva varios de los detenidos por la explosión del polvorín.
Se ha tenido que esperar más de 60 años desde el suceso para reparar históricamente a los damnificados. De eso 60 años casi la mitad han sido de supuesto régimen democrático. Algo mal se ha tenido que hacer para que haya habido que esperar tanto tiempo. Esto es un caso más entre los muchos que existieron en aquella oscura España de Franco. Por ello hay que exigir que el reconocimiento social y oficial a las víctimas debe de ser inmediato.
1 comentario:
y al fin un conjunto de rumores y recuerdos pasarán a ser Historia. Eso me gusta de nuestra carrera, ayudar a conocernos, a conocer, y a recordar.
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