Uno de los grandes logros de la Segunda República española fue
extender la participación de la mujer en la vida pública. No era
nuevo, pues las mujeres habían tenido una vinculación importante
con el movimiento obrero y con las luchas civiles en España. También
su lucha por el difícil acceso a la educación. Ejemplo de mujeres
como Teresa Claramunt, María Cambrils, Soledad Gustavo, Emilia Pardo
Bazán, Carmen de Burgos “Colombine”, etc. Es imposible entender
lo que sucedió en la República sin contar con la lucha anterior
que, como dice la historiadora Laura Vicente, hay que colorcarlo en
un ciclo de 100 años, desde la llegada de las primeras ideas del
socialismo utópico a España. Unas luchas y unos principios que iban
mucho más allá que la mera petición del voto femenino. Un capítulo
importante y casi oculto en la historia de España que merece la pena
repasar. La lucha de la mujer por el acceso a la educación, a la
alfabetización, por su autonomía e independencia en una sociedad
pacata y dominada por el catolicismo, de su independencia económica
y laboral, de su derecho a la maternidad consciente, al acceso a los
métodos anticonceptivos, su acercamiento , sobre todo entre las
anarquistas, al neomalthusianismo y el control de la natalidad, etc.
Unos 100 años que dieron para mucho.
Sin embargo, la República articuló un importante debate alrededor
de los derechos de las mujeres y muchas de sus reivindicaciones se
vieron satisfechas
1. El derecho al voto: Fueron las cortes del primer bienio de
la República las que dinamizaron el debate y la llevaron a su
aprobación. Las mujeres eran elegibles pero no podían eligir en
aquellas elecciones de junio de 1931. Fueron diputadas en aquella
primera legislatura Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita
Nelken. Fue la diputada radical Clara Campoamor quien dinamizó dicho
debate. Aunque la derecha casi en bloque se oponía, la posición de
la izquierda era diversa. Para la propia Kent la sociedad española
no estaba madura para el voto de la mujer, que lo veía conservador.
Nelken no pudo participar del debate pues tuvo problemas para
regularizar su acta como diputada. A pesar de los debates enconados,
el voto quedó aprobado. Y aunque los resultados electorales de 1933
podían dar la razón a Victoria Kent respecto al voto conservador de
la mujer, los posteriores estudios han demostrado que no es verdad, y
que la victoria de la derecha no tiene en el voto de la mujer la
razón de ser. Tres años después, en 1936, la izquierda volvió a
ganar se produjo una alta participación tanto de hombres como de
mujeres.
2. El acceso a la vida pública y la educación: La República
posibilitó que la mujer accedieran en igualdad de condiciones
legales a la vida pública y la educación. Victoria Kent fue
nombrada Directora General de Prisiones. Su comentido, basado en los
trabajos desarrollados con anterioridad por Concepción Arenal, fue
la reinserción. A nivel de las mujeres, Kent construyó la cárcel
de Ventas, destinada a uso femenino y con un contenido de trabajo
social muy avanzado. Dicha cárcel fue reconvertida por el franquismo
en uno de los centros más terribles de la dictadura. Su capacidad
inicial era de 400 presas y en ella se hacinaban en 1940 más de
3500.
A nivel educativo el desarrollo en el magisterio por parte de las
mujeres fue una de las razones del avance educativo de la República.
Muchas mujeres, formadas o por forman en dicha disciplina, se
mostraron voluntarias a ir a las escuelas rurales, portando con ello
los valores educativos de la Segunda República.
3. Conquista de derechos civiles: La situación de sumisión
de la mujer en los años precedentes se comenzó a revertir en los
años republicanos. La libertad individual fue aumento y la
legislación tendió a la equiparación. Igualmente se promulgaron
leyes que tendieron a la igualdad. El 11 de marzo de 1932 era
promulgada la primera Ley del Divorcio en España, aprobada en las
Cortes por 260 votos a favor y 23 en contra. Una ley que ponía punto
y final a las disposiciones del matrimonio del Código Civil de 1889,
por el cual se establecía que solo por la muerte el matrimonio se
podía disolver.
Igualmente, y ya con la Guerra Civil en marcha, se promulgó la Ley
del Aborto, por iniciativa de la Ministra de Sanidad y Asuntos Social
y anarquista Federica Montseny, bajo el asesoramiento de
personalidades del movimiento libertario como Amparo Poch. A pesar de
todo el entorno hostil en el que se tuvo que desenvolver, la ley
llegó a ser aplicada en Cataluña, pues así lo dispuso el gobierno
de la Generalitat.
Fueron dos leyes que no solo ponían a España en igualdad de
condiciones a sus homólogos europeos, sino que se convertía en
referencia por lo avanzado de la legislación. La victoria de Franco
en la Guerra Civil se encargo de derogar todas estas leyes, que no se
lograrían poner otra vez a debate social hasta la década de 1980.
4. Extensión asociativa: Los antecedentes de la organización
de las mujeres hunde sus raíces en el siglo XIX. Sobre todo
socialistas y anarquistas, que desarrollaron desde muy temprano
agrupaciones femeninas y trataron en sus reuniones y congresos todo
lo relacionado con los derechos de la mujer. Ejemplos son las
Agrupaciones Socialistas Femeninas o la Sociedad Autónoma de Mujeres
de Barcelona, primer ejemplo de asociacionismo femenino en España.
Sin embargo la extensión de estas iniciativas fueron mayor durante
la República. Todas las organizaciones políticas y sindicales desarrollaron durante la República organizaciones específicas de
mujeres. A las Agrupaciones Socialistas Femeninas se vino a unir
iniciativas como Mujeres Libres en el campo anarquista, que se
convirtió en una de las organizaciones más importantes de carácter
femenino y feminista, con una tarea de alfabetización y educación a
las mujeres. También la Asociación de Mujeres contra la Guerra y el
Fascismo que posteriormente se convirtió en la Asociación de
Mujeres Antifascistas (AMA). Pero, curiosamente, también la derecha
desarrolló su asociacionismo femenino. Falange Española fundó su
Sección Femenina, que durante el franquismo se encargó de implantar
entre las mujeres los principios falangistas y de la dictadura.
También las mujeres carlistas mantuvieron durante la República su
organización de las Margaritas.
Sin duda alguna la Segunda República convirtió a la mujer en
protagonista, tras años de lucha por la conquista de sus derechos.
En todos los ámbitos de la vida las mujeres fueron ocupando el lugar
que les correspondía. Su acceso al mundo político, su papel
protagonista y dinamizador en la luchas sociales, sus conquistas
laborales y legales, convierten a la Segunda República en el régimen
que posibilitó el protagonismo de la mujer y el desarrollo del
feminismo. El franquismo se encargo a partir de 1939, y durante casi
cuarenta años, de sepultarlo por medio de los paredones de
ejecución, la cárcel, la represión y el exilio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario