Segunda parte de la conferencia del pasado 14 de abril en Alcalá de Henares organizada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alcalá de Henares. Nos centramos en el desarrollo del movimiento obrero durante la Segunda República en la ciudad complutense.
- Evolución del movimiento obrero en Alcalá de Henares
El movimiento obrero complutense fue un reflejo del movimiento
obrero en España si bien tuvo particularidades interesantes a
destacar. Podemos establecer varias etapas en la evolución del
movimiento obrero complutense.
Primera etapa. Las elecciones del 12 de abril
Esta etapa es corta y viene precedida de toda la reorganización del
obrerismo socialista, único existente en la época, durante la
dictadura de Primo de Rivera. Una reorganización que había empezado
de facto en 1926.
El asentamiento y fuerza de las organizaciones obreras socialistas
en Alcalá de Henares fue tan fuerte que el PSOE es el partido más
votado ese 12 de abril obteniendo 8 concejales. Algo que diferencia a
Alcalá de otras poblaciones. Si bien en Madrid provincia el PSOE
siempre fue el más votado, en otros lugares el peso lo tiene los
republicanos de distintas tendencias.
Pero en Alcalá fueron los socialistas los grandes triunfadores.
Segunda etapa. Los socialistas en el primer bienio republicano
Esta etapa se caracteriza porque los dirigentes obreros del PSOE y
de la UGT son también concejales en el Ayuntamiento. Pedro Blas,
Simón García de Pedro, etc. Esto posibilita que se lleven las
reivindicaciones de las sociedades obreras de la UGT a la aplicación
de la legislación republicano.
Un movimiento obrero el de Alcalá de Henares en ese momento
fuertemente besteirista por la enorme influencia que Antonio
Fernández Quer tiene en la ciudad. Es un momento reformista en que
comienza a aparecer la primeras medidas en materia laboral con el
cumplimiento de la normativa emanada del propio Ministerio del
Trabajo, donde los patronos están obligados a contratar personal de
las listas de trabajadores en paro que les facilita las sociedades
obreras, etc. Además son sociedades obreras en permanente
crecimiento y que aun no tiene rivales en el campo obrero. Los
republicanos eran débiles y diseminados, los libertarios eran
embrionarios y los comunistas inexistentes.
El socialismo complutense tuvo la suerte de que hasta ese momento no
había tenido escisiones. El tercerismo del periodo 1918-1921 no
afecto a los socialistas alcalaínos que con Fernandez Quer a la
cabeza fueron en bloque de raíz pablista.
También es un momento que por empeño de Pedro Blas, probablemente
asesorado por Francisco Pardina, se aplica la legislación laica
republicana y se intenta establecer un centro de segunda enseñanza
en Alcalá de Henares.
Tercera etapa. La división del socialismo
Sin embargo la participación del socialismo en el gobierno de la
República se comenzó a poner en entredicho debido a medidas que
resultaron polémicas para el resto de fuerzas del movimiento obrero
(Ley de Términos Municipales y Ley de Vagos y Maleantes), así como
por la división que surge en el seno del propio gobierno. Los casos
del golpe de Estado de Sanjurjo en 1932 (donde en Alcalá hubo
movimiento del mismo) o los sucesos de Casas Viejas de enero de 1933,
así como las diferencias en tratar un caso y otro hizo que se
resquebrajara la unidad de 1931 que se hizo sobre bases muy débiles.
En el seno del movimiento obrero
socialista en Alcalá comienzan a emerger las corrientes
caballeristas, representadas por el profesor Ángel García, o
desarrollarse los comunistas en el seno de la Casa del Pueblo y de
las sociedades obreras de la UGT. Hubo en 1932 un juicio por intento
de lo que se denomino “sedición comunista” dentro del Ejército
donde participaron tres intengrantes obrerista alcalaínos que
posteriormente serán fundadores del PCE: Eugenio Cumplido, Manuel
Muñoz Muñoz y Víctor Calleja. En en seno de la Casa del Pueblo
surgió el Socorro Rojo Internacional, con futuros comunistas como
Daniel Elola.
Se produce también una
radicalización de la Juventudes Socialistas que se ve reflejada en
el desplazamiento que dirigentes moderados como Pedro del Pliego por
otros de nuevo cuño como Agustín Anuarbe
También se produce la aparición
de un nuevo modelo sindical en la ciudad: el anarcosindicalismo. Los
libertarios complutenses habían estado organizados a través de un
club ciclista, la UCA. Las obras de la construcción del Manicomio de
Alcalá hizo que llegasen a la ciudad nuevos trabajadores que traían
prácticas sindicales distintas a las hasta entonces mayoritarias en
la ciudad. En noviembre de 1933 se constituye el primer sindicato de
la CNT, si bien los trabajadores cenetistas ya habían tenido
participación en una huelga anterior del sector de la construcción.
Aparecen militantes como Leandro García, Ignacio España (que había
vivido los años del pistolerismo patronal en Barcelona), Mauricio
Heredero, etc. Una CNT muy sindicalista la de Alcalá de Henares que
buscará desde muy temprano los pactos puntuales con la UGT.
Cuarta etapa. Punto de cesura. La huelga general de octubre de
1934
Este nuevo panorama obrerista que iba surgiendo poco a poco en la
ciudad, se ve reflejado ya cuando en febrero de 1934 se produce el
primer acercamiento entre la CNT y la UGT, a raiz de los conflictos
laborales que iban surgiendo en la ciudad. Aunque el Ayuntamiento
seguía siendo de izquierdas el gobierno de la nación ya había
cambiado y la derecha había salido triunfante en las elecciones de
noviembre de 1933. Ese estado de alerta provocado también por el
avance de los fascismos en Europa, se deja sentir en la ciudad
complutense.
Dentro de la Casa del Pueblo se van generando debates interesantes e
importantes que marcarán el futuro del movimiento obrero
complutense.
La Juventudes Socialistas de Alcalá de Henares participaron en la
primera de 1934 en el V Congreso de la FNJS donde piden abiertamente
una ruptura total con los republicanos, la superación de la
República burguesa por una República Socialista y una estrecha
colaboración, si no fusión, entre el PSOE y el PCE, que entonces no
existe todavía en Alcalá.
Este estado de debate fue el reflejo de la huelga general de octubre
de 1934. En Alcalá fue convocada por la UGT y la CNT. El 7 de
octubre se declara el Estado de Guerra en la ciudad y aunque no hubo
disturbios reseñables el 9 de octubre se procedió a la clausura de
la Casa del Pueblo y de la CNT con la detención de distintos
dirigentes obreros de la ciudad. El Ayuntamiento quedó suspendido y
sustituido por una gestora de clara tendencia derechista.
Es un momento de reflujo para el movimiento obrero.
Quinta etapa. Tiempo de reflexión y reorganización
Este periodo mediaría entre el fracaso de octubre de 1934 y las
elecciones de febrero de 1936. Un momento de avance de un obrerismo
cercano al corporativismo fascista, pues se fundó en la ciudad la
Acción Obrerista de Rodolfo López Tello, que bebe de todo el
catolicismo social anterior. La derecha alcalaína se extremiza en
este sentido ante lo que suponen un peligro comunista.
Por su parte la izquierda tiende a la reorganización. A nivel
nacional los republicanos fundaron dos partidos. Izquierda República
de Manuel Azaña y Unión Republicana de Diego Martínez Barrio.
Quien más desarrollo tiene en Alcalá es IR y realizan numerosos
actos a lo largo de 1935.
El movimiento obrero también comienza a reorganizarse y junto a
actos y charlas (muchos prohibidos por orden gubernativa) se inicia
una campaña para la libertad de los presos políticos en la que
participan todos los integrantes de las distintas formaciones obreras
complutenses.
Sexta etapa. De la victoria del Frente Popular al Golpe de Estado
A la altura de 1936 el obrerismo complutense está reconstruido y
sus locales nuevamente en funcionamiento. Se reconstituye el
Ayuntamiento disuelto en octubre de 1936 con la salvedad de que el
gobierno ahora lo tomaran solo los socialistas conviertiéndose Pedro
Blas en el primer alcalde socialista de la ciudad.
A partir de ese momento los acontecimientos fueron muy rápido.
Mientras desde el Ayuntamiento se volvió a aplicar la legislación
republicana perfeccionándola, la evolución de las organizaciones
obreras fue las siguientes.
Las Juventudes Socialistas continuaron su camino y se fusionaron la
Unión de Juventudes Comunistas de España, surgiendo la Juventudes
Socialistas Unificadas (JSU). En Alcalá no existió JJCC, con lo
cual las socialistas se reconvirtieron y nació la JSU. A su cabeza
Agustín Anuarbe, que siempre fue de las JSU y del PSOE, y Fernando
Macarro Castillo (Marcos Ana), que posteriormente se afilió al PCE.
En mayo de ese mismo año, un grupo de militantes socialistas de
separan del PSOE y fundan el Radio Comunista de Alcalá de Henares.
Es el nacimiento del PCE, con Eugenio Cumplido Barco a la cabeza. Aun
así fue un partido minoritario. Los marxistas que se radicalizaron
en aquel momento se mantuvieron en las filas del PSOE y siguiendo los
postulados de Largo Caballero. El PCE solo tomó importancia con la
Guerra Civil.
Se produce también un crecimiento de la CNT. En el Congreso de
Zaragoza de mayo de 1936, donde se estableció la que sería la
política de la CNT, participaron los libertarios complutenses dando
un censo de 100 afiliados en la ciudad y en proceso de crecimiento.
Por la ciudad complutense pasaron personajes de primer orden
nacional: Estevan Vega, Amor Nuño, Lorenzo Iñigo, Trifón Medrano,
Luis P. García-Lago, Eduardo Ortega y Gasset, etc.
Hay que destacar el pacto entre la UGT y la CNT en solidaridad con
la huelga de la Construcción de Madrid que se desarrollaba en ese
momento, mayo de 1936, en la capital de España.
A partir de ese momento todas las organizaciones obreras lucharon
con un mayor control de ese movimiento obrero. Con una salvedad. Si
en 1931 solo los socialista copaban ese espacio, cinco años después
los socialistas estaban en retroceso y comunistas y anarquistas
estaban en plena expansión.
- El Golpe de Estado de 1936 y el movimiento obrero en la Guerra
Civil
Si por algo fracasó el golpe de Estado de 1936 fue precisamente,
entre otras cosas, por la participación decidida del movimiento
obrero de oponerse a él. La participación de las organizaciones
obreras en lugares como Madrid o Barcelona es determinante para su
fracaso.
En Alcalá esa participación también se produjo. Fue Francisco
Pardina, junto a José Antonio Cumplido (republicano), quienes se
desplazaron a Madrid para informar de la sublevación en la ciudad.
Muchos soldados de los regimientos acuartelados, cuando fracasó la
sublevación, salieron de los cuarteles portando carnets de las
organizaciones obreras y alistándose de las milicias. Y las milicias
anarquistas de Madrid fueron determinantes. La cobertura de las
organizaciones complutense también se dio. Se constituyó en Alcalá el "Batallón Libertad".
Pero la importancia del movimiento obrero complutense de dio ya
durante la Guerra, que tendió a una profundización mayor de la
democratización de la ciudad.
Lo primero por la participación de todo el obrerismo en los
organismos de gestión de la ciudad. La UGT y la CNT eran las
minorías mayoritarias en el Consejo Municipal. La labor que los
diferentes integrantes en el mismo hicieron fue fundamental.
A nivel educativo, junto al impulso de la escuela republicana, se
pusieron en práctica en la ciudad nuevas experiencias como la
Escuela Racionalista impulsada por el Sindicato Comarcal de la
Enseñanza de la CNT. Un modelo basado en el concepto pedagógico de
Ferrer o el de CENU de Puig Elías en Cataluña.
La reconstrucción económica
también corrió a cargo de las organizaciones obreras. Proliferaron
las explotaciones obreras y las colectividades agrarias. Existieron
colectividades de la UGT, conjuntas UGT-CNT o colectividades en
solitario de la CNT. Los libertarios llegaron incluso a crear un
Consejo Económico Comarcal que gestionó distintas colectividades
del corredor del Henares. La producción en algunas zonas se vio
favorecida por este nuevo modelo de explotación económica.
Las fabricas alcalaínas tuvieron
también Control Obrero. Aunque la implantación de la UGT siempre
fue mayoritaria en la incipiente industria complutense, también
contó con la participación de la CNT.
Durante mucho tiempo se ha
mantenido el mito de la participación del movimiento obrero en la
represión de la ciudad. Nombres de dirigentes obreros circulan por
las listas de la Causa General y de los Consejos de Guerra. Muchos de
ellos fueron ejecutados tras la Guerra Civil. Sin embargo, y aunque
no es el tema de esta conferencia ya que nos podría llevar otra
conferencia entera, el movimiento obrero solo participó en el orden
de la retaguardia y las acusaciones que se vertió contra él fueron
falsas.
Los años de desarrollo del movimiento obrero sirvieron para una
profunda democratización de la vida en la ciudad. Una
democratización que fue frenada en seco, una vez más como vimos más
arriba, con un golpe de Estado y una represión inquisitorial contra
sus estructuras.
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