viernes, 8 de noviembre de 2019

LA CNT, LA HUELGA DE LA CANADIENSE Y LAS OCHO HORAS DE TRABAJO

Artículo publicado en el diario El Obrero


En el centenario de la conquista por ley de la jornada laboral de ocho en España no puede quedar en el olvido el origen de tal decreto y el protagonismo sin discusión del anarcosindicalismo y de la CNT en el mismo, cuestión que ha quedado desdibujada cuando no olvidada.
            La CNT, como organización sindical, había nacido en octubre-noviembre de 1910 con la intención de estructurar a las sociedades obreras que estaban diseminadas por el territorio español y que no se sentía conformes con el modo de funcionamiento de la UGT. Una organización nacida bajo los auspicios del movimiento libertario que llevaba años buscando una organización nacional que coordinase sus actividades. Aunque en un principio su actividad se circunscribió al ámbito catalán, en pocos años el objetivo de la CNT (que lo fue previamente de Solidaridad Obrera, su embrión) era extenderse por todo el territorio nacional y estructurar un sindicato horizontal.
            A pesar de los altibajos de los primeros momentos (legalización e ilegalización), lo cierto es que a partir de 1915-1916 la CNT despegó como organismo sindical, rivalizando con su homologa socialista y copando puestos de influencia y hegemónicos en muchos lugares entre la clase obrera.
            La huelga de La Canadiense (también llamada La Canadenca o Riegos y Fuerzas del Ebro) no solo significó la chispa que provocó la consecución de las 8 horas de trabajo, sino también mostró la mayoría de edad de la CNT como organismo sindical y moderno de España y Europa. Este conflicto huelguístico hay que enmarcarlo en el contexto del ciclo revolucionario que se había abierto en España en 1916 con el primer pacto entre la CNT y la UGT y que tuvo su punto álgido con la huelga general revolucionaria de agosto de 1917.
            El conflicto de La Canadiense estalló cuando un grupo de trabajadores de la administración de la empresa fueron despedidos y acudieron a la CNT para que les apoyase en sus peticiones de readmisión. La intervención de la CNT hizo movilizar a las fuerzas del orden y políticas de Barcelona, que vieron como la huelga se iba extendiendo. Primero entre todo el personal de la fábrica y, finalmente, con un llamamiento a la solidaridad, en todo el sector eléctrico de Barcelona. Lejos de quedarse ahí, la CNT puso en marcha un modelo de huelga moderno: la huelga solidaria. Muchos otros sectores comenzaron a solidarizarse con los trabajadores de La Canadiense y con el conflicto, con lo que Barcelona quedó paralizada durante 44 días. A pesar de los intentos de las fuerzas del orden público por desactivar la movilización, con la detención de los integrantes del comité huelga, lo cierto es que el pulso que la CNT planteó consiguió los objetivos finales: libertad de los detenidos, readmisión de los despedidos, aumento de los salarios, reducción de la jornada laboral y pago de los salarios a los obreros en huelga. Un éxito sin precedentes en una movilización, que se llegó a plasmar con el decreto ley de la jornada de 8 horas de trabajo firmada por el gobierno y con la intervención de una comisión delegada de la CNT. El modelo de acción directa del anarcosindicalismo había triunfado.
            Pero el cumplimiento de los acuerdos fueron boicoteados por los patronos desde el primer momento, que vieron un crecimiento del poder sindical y no pudieron desgajarlo de los movimientos revolucionarios europeos de la época, sobre todo la Revolución rusa. Ante el incumplimiento de acuerdos, la CNT volvió a hacer un llamamiento a la huelga general, que se hizo extensiva, y que generó una mayor organización de la Federación Patronal Catalana.
            El éxito de la CNT se debió a varios factores. El primero que su modelo de organización había cambiado tras el congreso de Sans de diciembre de 1918, pues pasó de una estructura de sociedades obreras, típica de un sindicalismo más arcaico, a un modelo de sindicatos únicos adaptados a la realidad económica del país y al avance que había tenido el modelo capitalista. Algo inédito en Europa y que la CNT adaptó a nivel nacional en su congreso nacional celebrado en Madrid en diciembre de 1919. Este modelo sindical hizo más efectiva la movilización. Por otra mostraron que el modelo de acción directa era efectivo frente a la acción delegada, lo que hizo ganar enteros frente a su rival sindical UGT, a la que arrastró en muchas ocasiones hacía sus posiciones de influencia. Por último, la huelga solidaria que hizo que no solo un sector sino todos se sintieran identificados con las reivindicaciones de los obreros.
            Este influyente poder del sindicalismo hizo reaccionar a los patronos, que ante el temor del avance del anarcosindicalismo y el contexto revolucionario europeo decidió aplicar una política de acción terrorista contra la organización obrera. Fue el comienzo del periodo del pistolerismo que se cobró la vida de cientos de obreros y de algunos de los máximos exponentes del anarcosindicalismo español del momento como Evelio Boal o Salvador Seguí.

No hay comentarios: