El jueves 29 de octubre, a las 19:00, se presenta en el aula 6 de la Facutad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá de Henares, el libro de Urbano Brihuega Moreno La Bicicleta. La historia de Felipe Loeches Gismero, concejal socialista de Alcalá de Henares, fusilado en Madrid en 1943. Aquí pongo el prólogo que he escrito para esta obra.
El 25 de mayo de 1943 era fusilado en las tapias del cementerio de
Madrid (el Cementerio del Este) Felipe Loeches Gismero. Junto a él
eran ejecutados ese día 11 personas más: Francisco Alonso García,
Juan Aguera Bello, Mauricio Díaz Garnacho, Eusebio García Terrero,
Mauricio Garnacho Vos, Sixto Hurtado Hurtado, Francisco Prado Pérez,
Francisco Rajado Pérez, Moisés Sánchez Gallego, Antonio Sánchez
Román y Balbino Vaquero Hurtadoi.
Felipe Loeches fue uno de tantos obreros vinculado al movimiento
obrero. Natural de Alcalá de Henares, se afilió a la UGT en el año
1929 y fue uno de los más brillantes militantes obreros que tuvo la
sociedad complutense. Un obrero que luchaba por los obreros. Su
vinculación a la Casa del Pueblo situada en la entonces calle Pablo
Iglesias de la ciudad se ceñían a instruir a la clase obrera para
que se respetasen sus derechos. Y por ello se afilió al movimiento
obrero que mayor raigambre tuvo en la ciudad: el socialismo.
Felipe Loeches es uno de los protagonistas de mi tesis doctoral, hoy
libro, que versó sobre el movimiento obrero en Alcalá. Allí vemos
como con el inicio de la Guerra Civil, Felipe Loeches tiene una
participación activa en favor de la causa republicana. Y en la
ciudad llegó a ostentar importantes cargos de representación. A
finales de 1937 forma parte de la Junta Calificadora que tenía que
estimar la incautación de tierras y el régimen de explotación de
la mismas. En dicha Junta participaron los 19 consejeros municipalesii
más la representación del Frente Popular y de las organizaciones
sindicales. Por la CNT lo hizo Aurelio García Martínez y por la
UGT, Felipe Loeches Gismeroiii.
Pero el propio Felipe Loeches llegó a representar a la UGT en el
Ayuntamiento complutense. SU nombramiento se produjo el 26 de junio
de 1938 y mantuvo el cargo hasta el final de la Guerra Civiliv.
Pero la derrota republicana en la Guerra Civil fue también la
derrota de Felipe Loeches. Detenido tras la contienda en su intento
de salida de España acabó en el campo de concentración de
Albatera. Trasladado a Madrid en 1941 es juzgado en consejo de guerra
sumarísimo el el 16 de abril de 1942 y condenado a muertev.
Aunque durante un tiempo siguió penando en prisiones entre Madrid y
Alcalá de Henares, finalmente fue ejecutado en el cementerio del
Este en la fecha que indicábamos más arriba.
No es el único concejal alcalaíno ejecutado en el cementerio de
Madrid. Allí también fueron ejecutados el concejal de Unión
Republicana, Epifanio Chavarría Samper el 28 de enero de 1941, el
anarcosindicalista Leandro García Martín el 24 de febrero de 1940 y
el comunista Casimiro Illarraza Inoso el 27 de junio de 1940.
También, aunque no fue concejal, su compañero de sindicato, el
maestro Ángel García Gómez fue fusilado el 30 de abril de 1940vi.
Y no será los únicos concejales alcalaínos ejecutados por los
vencedores. En la fosa del Cementerio Municipal de Alcalá de Henares
se encuentran los cuerpos del ugetista Basilio Yebra, del militante
de las JSU, Agustín Anuarbe Pardo y del comunista Manuel Muñoz
Murcia. Todos ellos ejecutados el 28 de abril de 1939 en Alcalá de
Henares junto a otros militantes de izquierdas.
No es pues la historia de Felipe Loeches única. Pero única es la
obra que hoy se le brinda. Y no ha podido caer en mejor pluma que la
de Urbano Brihuega Moreno. Autor y personaje comparten muchas cosas.
Creen en los mismos ideales. Ambos han sido concejales y
representantes del Ayuntamiento alcalaíno. A ambos la ciudad de
Alcalá les importa.
Urbano nos tiene acostumbrados a rescatar figuras y la historia
alcalaíno. LO ha hecho con otro socialista alcalaíno, Andrés
Saborit. Nos acercó a la historia de la educación en la ciudad
entre 1873 y 1939. Nos rescató una figura legendaria, la de Fernando
Nacarino Moreno. Un trabajo este último que vino a complementar el
libro que Alejandro Remeseiro y yo mismo publicamos en 2009 sobre la
explosión del polvorín en Alcalá de Henares en 1947. Nacarino es
uno de los protagonistas de aquella historia. Una memoria que se
apagó en 2007.
La obra sobre Nacarino guarda una similitud con esta de Felipe
Loeches. Urbano lo que hace es redactar un trabajo por boca de otra
persona. El protagonista de la obra sobre Felipe Loeches Gismero es
su hijo. A través de su memoria Urbano realizado un importante
ejercicio de recuperación de memoria histórica. Y lo hace con un
leiv motiv: una bicicleta. El bien más preciado (como diría una
canción revolucionaria) del hijo de un proscrito tras la guerra. La
historia de Jesús Loeches, es la historia de miles de familias tras
la Guerra Civil. Sin destripar un ápice del libro, Jesús Loeches
nos muestra la dificultad y las carencias de los derrotados tras la
guerra. Un padre fusilado, una madre fallecida de tuberculosis y de
hambre, unos falangistas que no paraban de cobrarse una contribución
de sangre, una ciudad silenciada y reprimida y un joven que quiere
salir adelante con ideales y sin olvidar el pasado.
Porque por debajo de toda la historia que nos cuenta Urbano subyace
lo que significó para la sociedad alcalaína (y para la española en
general) la represión y el totalitarismo franquista. Voy a tomar
prestado un párrafo del libro del historiador Fernando Hernández
Sánchez, que sintetiza muy bien lo que es la dictadura franquista y
donde tienen que poner énfasis aquellos que se dediquen a estudiar
esta parte de la historia de España: “Cualquier análisis que
olvide que el franquismo fue una dictadura totalitaria, emparentada
en su origen con los fascismos, cuyas prácticas policiales y
judiciales se encontraban al margen y en contra de toda homologación
con las admisibles en un estado de derecho, errará en la valoración
del comportamiento de los actores políticos que se opusieron a
ella.”vii.
El libro de Urbano se ajusta perfectamente al párrafo anterior. No
obvia lo que fue el franquismo. Y lo presenta a través de la figura
del hijo de un concejal fusilado. De uno de esos tantos hombres que
buscaron un mundo distinto, una sociedad diferente, y pagó con su
vida esa lucha.
Hay que agradecer profundamente a Urbano Brihuega que haya
recuperado esta figura. Que la haya sacado del ostracismo, de las
tinieblas en las que la sepultó el franquismo. Un gran ejercicio de
recuperación de memoria histórica. Felipe Loeches Gismero es una
víctima del franquismo. Jesús Loeches también. Y como víctimas
del mismo, y siguiendo el camino trazado en otros países del que
todavía carece el nuestro, tenemos que pedir verdad, justicia y
reparación para ellas.
Gracias Urbano por rescatar a Felipe Loeches a través de su hijo
i
Núñez Díaz-Balart, Mirta y Rojas Friend, Antonio. Consejo de
guerra. Los fusilamientos en el Madrid de la posguerra (1939-1945),
Compañía Literaria, Madrid, 1997. Pág. 160.
ii
En enero de 1937, por un decreto ministerial del gobierno de la
República, los Ayuntamientos pasaron a denominarse Consejo
Municipales y sus integrantes consejeros (concejales). La
composición de dicho consejo estará formada por todas las
organizaciones integrantes del Frente Popular.
iii
Vadillo Muñoz, Julián. El movimiento obrero en Alcalá de
Henares, Silente ediciones, Guadalajara, 2014. Pág. 389.
iv
Lledó Collada, Pilar. Alcalá en Guerra, Brocar, Alcalá de
Henares, 1999. Pág. 264. Ver también:
http://www.fpabloiglesias.es/archivo-y-biblioteca/diccionario-biografico/biografias/15302_loeches-gismero-felipe
v
AHGD. Causa 58793
vi
Núñez Díaz Balart, Mirta y Rojas Friend, Antonio. Op. Cit,
Págs. 179, 189, 190 y 199.
vii
Hernández Sánchez, Fernando. Los años de plomo. La
reconstrucción del PCE bajo el primer franquismo (1939-1953),
Crítica, Barcelona, 2015. Pág. 9
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