Versión extendida del artículo sobre el bicentenario de Mijail Bakunin que escribí para el periódico Diagonal
El 18 de mayo de 1814 (30 de mayo según el calendario occidental)
nació en la localidad de Premujino Mijail Alexandrovich Bakunin. Se
cumplen pues 200 años del nacimiento de unas de las figuras
fundamentales en la historia de los movimientos revolucionarios y
obreros del siglo XIX que marcará el devenir del siglo XX.
Porque
la vida de Bakunin siempre discurrió entre organizaciones,
conspiraciones y procesos revolucionarios. Bakunin fue una mente
inquieta que bebió de varios focos. El primero de ello de la propia
tradición revolucionaria rusa. Nacido en el seno de una familia
diplomática Bakunin comenzó una carrera militar que pronto
abandonó. Por su contacto con personajes como Alexander Herzen o
Nikolai Ogarev, llegó también al conocimiento de la epopeyas
rebeldes de Stenka Razin en el siglo XVII o de Yemelian Pugachov en
el siglo XVIII. También a la revolución decembrista de 1825,
coetánea a su época, y que bebía de todas las tradiciones de
revoluciones liberales de la época.
Pero el sistema zarista de Nicolas I era demasiado estrecho para
mentalidad Bakunin. Para continuar sus estudios de filosofía viajó
a Europa occidental. Allí conoció de primera mano la filosofía de
Hegel, de Kant, etc. La filosofía de éste último influyó de forma
notable en el pensamiento de Bakunin.
Bakunin
no solo profundizó en sus estudios de filosofía que le servirían
para ir conformando todo un cuerpo filosófico al anarquismo. También
se vinculó a los movimientos revolucionarios y políticos de la
época. En París conoció a Karl Marx, Friedrich Engels y Pierre
Joseph Proudhon. Todos le dejaron fascinados sin que por ello le
valiera la posibilidad de ejercer crítica sobre los mismos.
En
1848 una oleada revolucionaria recorría Europa. En Francia
posibilitó la caída de Luis Felipe de Orleans y la proclamación de
la Segunda República francesa. Un momento clave para el desarrollo
del movimiento socialista con las aportaciones del proudhonianismo o
del Manifiesto
Comunista
de Marx y Engels. Francia comenzó a desarrollar cosas como los
Talleres Nacionales y experimentar avances obreros. Cuestiones
frenadas por la imposición del Imperio por parte de Luis Napoleón
Bonaparte. Pero esa oleada revolucionaria alcanzó otros países.
Alemania dirimía una lucha por su unificación. Los ecos de 1848 se
dejaron sentir en suelo alemán y allí Bakunin tuvo una
participación destacada. Tras los disturbios generados por una
generación de estudiantes dispuestos a cambiar el curso de los
acontecimientos, Bakunin conoció al revolucionario Huebner y al
músico Richard Wagner. Participaron de la rebelión popular de
Dresde de 1849, que fue aplastada con severidad. A pesar de ello
incluso Marx reconoció en 1852 en su carta Revolución
y contrarrevolución en Alemania
la importancia de Bakunin.
Perseguido por casi todos los gobiernos de Europa, Bakunin fue
deportado a Rusia, donde ingresó en la prisión de Pedro y Pablo.
Uno de los penales más duros de la Rusia zarista. Sometido a
torturas y obligado a sacar supuestas confesiones que fueron utilizas
con posterioridad por sus rivales políticos, fue deportado a Siberia
de donde se evadió en 1861 alcanzando Inglaterra poco después.
Durante
este tiempo Bakunin había nutrido su pensamiento. Había
reflexionado sobre la religión, el papel del Estado, el
nacionalismo, la organización revolucionaria y las posibilidades de
transformación. Las tendencias del Herzen y Ogarev alrededor del
periódico Kolokol
se le quedaron estrechas. Se decidió a fundar entonces la Alianza de
Socialistas Revolucionarios que luego pasará a denominarse Alianza
de la Democracia Socialista.
Bakunin era ya una referencia a nivel internacional y su pensamiento
tiene eco hasta en el seno de la misma Rusia. Se integró en la
Asociación Internacional de los Trabajadores, disolviendo poco
después la Alianza. En el seno de la AIT, Bakunin discutió con Marx
por el modelo de organización y las finalidades revolucionarias.
Para Marx la AIT debía ser una organización centralizada donde el
Consejo General tuviera capacidad decisoria. Por el contrario Bakunin
y también los proudhonianos optaban por una estructura federal,
donde las secciones marcasen el funcionamiento de la misma y el
Consejo General fuese solo un órgano meramente de relaciones y
ejecutivo.
En medio de estos debates la situación de Europa seguía siendo
convulsa. Bakunin participó de la toma del Ayuntamiento en la Comuna
de Lyon, formando un Comité para la Salvación de Francia, ante los
ataques que esta recibía de Prusia. Fracasado el movimiento tuvo que
huir a Marsella y se refugió en Locarno, en casa de su amigo Carlo
Cafiero. Bakunin no participó de la Comuna de París de 1871 pero
apoyó a los revolucionarios parisinos.
La
divergencia de opiniones entre Marx y Bakunin llevaron a la ruptura
de la Internacional. En el congreso de La Haya fueron expulsados por
el sector autoritario James Guillaume, Adhemar
Schwitzguebel y el propio Bakunin. Los antiautoritarios consideraron
esta expulsión una maniobra de Marx y celebraron un congreso en la
localidad suiza de Saint-Imier para poder coordinarse.
Bakunin
estaba muy enfermo, pero a pesar de su estado siguió participando en
la organización y procesos revolucionarios. El 1 de julio de 1876
fallecía en Berna. Moría un revolucionario que había marcado la
historia del movimiento obrero y anarquista para la posteridad. A
pesar que a pie de su tumba diversas escuelas del socialismo
plantearon la necesidad de la unidad del proletariado esta nunca se
llegó a conseguir.
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