Si bien sobre la Comuna de París
se conocen muchas cuestiones y se ha trabajando, en el caso de España, sobre la
repercusión que ejerció sobre nuestro país, un poco más difuminado queda la
participación de algunos protagonistas del mismo. Si bien conocemos el nombre
de muchos de ellos, algunas de trascendencia internacional como Louise Michel,
otros quedan más desdibujados. Es el caso de Eugène Varlin.
Varlin
fue uno de lo representante más dinámicos y activos del movimiento obrero
francés en el periodo que media entre la proclamación del Segundo Imperio de
Luis Napoleón Bonaparte y el final de la Comuna de París en mayo de 1871.
Obrero
encuadernador, fundó en la década de 1850 una Sociedad de Socorros Mutuos de
Encuadernadores y fue un firme partidario de la igualdad hombre-mujer. En el
concepto mutualista del obrerismo francés, Varlin fue impulsor de la
cooperativa La Ménagère y del restaurante cooperativo La Marmite. Iniciativas
muy usuales en el obrerismo francés para paliar la situación de los
trabajadores y extender el concepto de solidaridad de clase.
Lejos
de quedarse en el desarrollo del movimiento obrero de su país, Varlin se afilió
desde muy temprano a la Asociación Internacional de los Trabajadores,
desarrollando una importante sección que se extendió, gracias a la labor de
Varlin, a zonas como Lille o Lyon, además de París.
Firme
partidario de una salida revolucionaria para Francia y defensor de la Guardia
Nacional, Varlin fue uno de los principales protagonistas de la Comuna de París,
participando de las actuaciones en la Place Vendôme el 18 de marzo de 1926.
Como integrante del Comité Central de la Guardia Nacional fue uno de los
firmantes del llamamiento a las elecciones que provocó la proclamación de la
Comuna en París, siendo elegido como diputado en representación de varios
distritos.
Siguiendo
los postulados internacionalistas muy cercanos a Bakunin, Varlin fue un firme
opositor al establecimiento del Comité de Salud Público que pedían
insistentemente los blanquistas y los jacobinos en el París sitiado por los
versalleses y los prusianos.
Su
compromiso revolucionario con la Comuna le llevó a combatir durante las
jornadas de la Semana Sangrienta del 21 al 28 mayo, hasta que ese último día
fue identificado, arrestado, linchado y fusilado.
Aunque
es complicado ubicar ideológicamente a Varlin en un grupo concreto, lo cierto
fue que en interior de la Internacional se mostró mucho más cercano a las
posiciones de Bakunin que a las de Marx. En el movimiento obrero francés,
aunque discutió con parte de los postulados de Proudhon, también se hizo eco de
muchos de ellos, teniendo en cuenta que el movimiento obrero francés tuvo una
fuerte impronta proudhoniana hasta el estallido de la Comuna de París.
Lo
que no cabe ninguna duda es que Varlin influyó en el desarrollo del posterior
sindicalismo revolucionario, desde las aportaciones de Joseph Jean-Marie
Tortelier hasta Fernand Pelloutier o Émile Pouget como principales
representante, fundado la Federación de Bolsas de Trabajo y la Confederación
General del Trabajo respectivamente.
La
prematura y trágica muerte de Varlin privó al obrerismo francés e internacional
de una figura que aportó cuestiones organizativas de mucho peso y calado para
el posterior movimiento obrero.
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