Discurso leído en el homenaje a Guido Picelli en Mirabueno el 30 de mayo de 2013, ante mi ausencia en el homenaje a este militante italiano y al anarquista Antonio Cieri
Quiero pedir disculpas ante todo
por no poder acompañaros hoy. Razones laborales inaplazables me han impedido
desplazarme para poder participar de este acto tan importante para la provincia
de Guadalajara y la reivindicación de la memoria.
Lo
que tenía que ser lo normal en España es lo extraordinario. Cada vez que
abordamos un homenaje a los combatientes por la libertad parece que estamos
haciendo algo fuera de lo común. Lo que es ordinario y, sobre todo, justo en
otros países de Europa, en España es aun un problema. Resultado de nuestra
historia, de la victoria del franquismo, de los largos años de la dictadura y
de una mal llamada transición hecha a medida de los ejecutores y que enterró
por segunda vez a los vencidos.
Pero
hay algo que tenemos y atesoramos. La justicia histórica. Esa no la va a
enterrar ni pactos de silencio, ni transiciones, ni dictaduras. Y por ello hoy
podemos homenajear a dos grandes: Guido Picelli y Antonio Cieri. Dos militantes
antifascistas que se desplazaron a España por un doble objetivo:
- Doblegar al fascismo que atenazaba a Europa y a su propio país, Italia.
- La lucha por sus ideales con la certeza moral y política que estaban haciendo lo correcto en España.
Y ambos fueron asesinados por el fascismo.
Lo
interesente de sus figuras no es solo que murieran por la libertad en tierra
alejada de la suya. Ya llevaban tiempo fuera de Italia víctimas de la
persecución e Mussolini Si que ellos era
representantes y militantes de la clase obrera. Guido Picelli era militante del
Partido Socialista Italiano. Antonio Cieri lo era de la Unión Anarchica
Italiana.
Lo
curioso de estos dos militantes es que no era la primera vez que coincidían en
la lucha. Si algo tenía claro Cieri y Picelli era que solo la unidad del
antifascismo podría derrotar al enemigo. En 1922 Picelli organizó en Parma los
Arditi di Popolo con el objetivo de aglutinar en sus filas a los socialistas, a
los anarquistas y a los comunistas y poder frenar el avance del fascismo. La
batalla que libraron en la defensa del canal de Parma frente a las fuerzas
fascistas de Italo Balbo, tuvieron a Picelli y a Cieri como protagonistas.
Porque Cieri era uno de los comandantes de los Arditi nombrado por el propio
Picelli.
La
victoria del fascismo desplazó a estos militantes. Picelli intentó
contrarrestar al fascismo desde el parlamento. No lo consiguió. Abandonó el
Partido Socialista y se unió a las filas comunistas. Acabó por exiliarse en
Bélgica y visitó la Unión Soviética.
Cieri
recaló en Francia, y en 1925 fundó el periódico Umanitá Nova (que hoy todavía
sigue siendo el órgano de la Federación Anarquista Italiana).
Cuando
el 18 de julio de 1936 un grupo de militares se subleva contra la República y
tuvieron como objetivo eliminar al movimiento obrero, militantes como Cieri y
Picelli tenían claro lo que había que hacer. Combatir en España. Combatir junto
a sus camaradas y compañeros. Picelli toma contacto con el POUM, incorporándose
posteriormente a la Brigada Garibaldi de las Brigadas Internacionales. Cieri
ingresa en la Sección Italiana de la Columna Ascaso de la CNT-FAI.
El
destino final de ambos fue el mismo. Picelli murió en Mirabueno. Cieri en
Huesca. Ambos murieron por la libertad, por sus ideas, por sus principios. Y
queda su legado.
Hoy
se hace este justo homenaje a Guido Picelli, al compañero Picelli. En Barcelona
(aunque murió en Huesca) se le hará al compañero Cieri. A este último ya se le
hizo un homenaje por la FAI en Parma en 2008.
El
antifascismo aquí reunido quiere rendir ese tributo. Es de justicia hacerlo. Es
uno de los objetivos del Foro por la
Memoria. Reivindicar la memoria de los antifascistas. De todos los
antifascista. Con este homenaje lo estamos consiguiendo entre todos.
VIVA LOS ARDITI DEL POPOLO
VIVA LA LUCHA ANTIFASCISTA
VIVA LA ANARQUIA
30-V-2013