sábado, 3 de septiembre de 2011

Un sólido proyecto en el movimiento libertario. Germinal. Revista de Estudios Libertarios


El movimiento libertario español siempre se ha caracterizado por intentar estar presente en todos los rincones de la sociedad, para con una visión transformadora poder dar una alternativa efectiva y eficiente al sistema capitalista. Así lo ha hecho en el ámbito obrero, en el ámbito cultural, en el ámbito político-social e incluso, en muchos momentos de la historia, en el ámbito deportivo.
Pero lo cierto es que algunos aspectos, por diversas razones, no han sido abordados por el movimiento libertario. Una pata que siempre quedó coja fue el mundo académico. Las razones fueron varias:
1. No ha existido en el mundo libertario español ninguna figura clave que le uniera a las instituciones académicas. Si tuvieron simpatizantes de peso pero ninguno lo suficientemente vinculado como para poder ofrecer esa trabazón. Algo que le distingue por ejemplo del movimiento libertario francés, que tuvo entre sus filas a geógrafos de primera línea como Eliseo Reclus.
2. El academicismo fue un coto que supieron copar los marxistas en su mas amplia extensión. Desde socialista a comunistas han pasado por distintas cátedras en distintos momentos de la historia de España, lo que provocó que fueran ellos los que desde las aulas enseñasen e impartiesen la historia del anarquismo y todo su entorno, con las consecuencias que ello ha provocado.
Estas son las razones por la cual las historias clásicas del movimiento obrero anarquista español están escritas por obreros para obreros. Anselmo Lorenzo, Manuel Buenacasa o Juan Gómez Casas, son militantes obreros que hacen la historia del movimiento libertario. Una historia valiosísima y documentos, prácticamente, de primera mano, pero cuyas obras estuvieron alejadas del mundo académico oficial.
Sin embargo, a finales de la década de 1990 y con el inicio del nuevo siglo, un grupo de investigadores del movimiento libertario, vinculados al movimiento libertario y con redes en el mundo académico y militante, decidieron la celebración de una serie de congresos históricos y científicos. El primero fue en 2001, coincidiendo con el centenario de la fundación de la Escuela Moderna de Ferrer Guardia. El segundo fue en el 2002 con motivo del 75 aniversario de la fundación de la Federación Anarquista Ibérica. Y el tercero en el 2005 con motivo del centenario del nacimiento de Federica Montseny. Todo bajo el paraguas de la Fundación Anselmo Lorenzo de la CNT. Por las mesas de estos congresos pasaron los más prestigiosos historiadores y de las más diversas ideas: Xavier Paniagua, Manuel Pérez Ledesma, Jóel Delhom, José Luis Gutiérrez Molina, Alejandro Tiana Ferrer, Gloria Espigado, Laura Vicente.
Pasado este tiempo el grupo decide dar un paso más. Crear una revista que aune la investigación del movimiento libertario con el rigor academicista. El intento de un nexo entre el mundo libertario y el mundo académico (la asignatura pendiente de movimiento libertario) Y que abarcará todas las disciplinas de las humanidades (filosofía, antropología, sociología, literatura, etc.) aunque prestando mayor atención a la historia, por ser este el grueso de los trabajos publicados.
El proyecto era ambicioso pero ilusionante, como lo fueron anteriormente los congresos. El Consejo de Redacción de la revista se vio arropado por un Comité Científico de mucho prestigio, de profesores universitarios especializados en el movimiento libertario y sus ideas, o por extensión, en el movimiento social y obrero: Maurizio Antonioli, Giampietro Berti, Richard Cleminson, Roger Dadoun, José Luís Gutiérrez Molina, Claudio Venza, Paul Preston. Pablo M. Pérez, Teresa Oñate, etc.
Tras cinco años de aquel primer número hace pocas fechas el número 8 de Germinal veía la luz, con un poco de retraso. Y tras esos cinco años podemos decir que Germinal se ha convertido en una referencia para investigadores y estudiosos del movimiento anarquista. Un gran acierto de su Consejo de Redacción y de su trabajo completamente altruista (porqué Germinal, a diferencia de otras revistas, vive exclusivamente de sus suscripciones y donaciones) La estructura de la revista es sencilla: artículos (con sus resúmenes en castellano, inglés y esperanto), recensiones de libros, materiales (textos históricos rescatados de máximo interés) y convocatorias de congresos y actividades.
En este último número, el 8, Federico Ferreti nos adentra en un interesantísimo artículo titulado “La Comuna de París y los orígenes del pensamiento anarquista: la experiencia de los hermanos Reclus”, Frank Fernández escribe “Los precursores del Primero de Mayo. La primera jornada, La Habana 1890”, Nelson Méndez escribe “Herbert Read: esbozo biográfico y de introducción a su obra” y José María Fernández Paniagua nos adentra en “La enajenación de la sociedad capitalista. Una aproximación a las tesis de Erich Fromm”. Igualmente el número publica el texto de la Plataforma de Piort Archinov y la contestación que tuvo a la misma por parte de Errico Malatesta. Algo que se produce por primera en vez en castellano. Como se puede observar diversidad temática (historia y filosofía) y algo importante: Germinal trasciende las fronteras españolas en su temática y autores.
El movimiento libertario no puede nada más que celebrar que esta iniciativa continúe y goce de la misma salud e ilusión que hasta el momento.
Julián Vadillo Muñoz

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